viernes, 1 de mayo de 2015

El asesinato de John Lennon

CHAPMAN, ASESINO PROGRAMADO MK ULTRA

por Horacio Velmont







Una de mis obsesiones, y la que más me intrigaba, era sobre qué pudo haber hecho de malo Jesús para terminar colgado de un madero como un muñeco de trapo. Pensaba, con toda lógica, que si la ley de causa y efecto era inexorable, si uno lanza una pelota contra una pared, lo que rebota es una pelota y no un puercoespín, por dar un ejemplo absurdo.

En otras palabras, si el Maestro fue una persona que solo hizo el bien tendría que recibir bien y no latigazos y crucifixión. Si la ley de causa y efecto es justa, entonces Jesús debió hacer algo muy pero muy malo para tener ese final.

Cuando leí el libro del iniciado Ramiro de Granada, “La Biblia III, Testamento de todos los tiempos”, donde el autor decía que la crucifixión de Jesús jamás existió y que fue solo un invento para mantenernos quietos como borregos que van al matadero sin protestar, haciéndonos creer que solo agachando la cabeza y guardándonos “en el bolsillo” cualquier intento de rebelión iríamos al Paraíso, mi mente explotó con esa verdad.

En realidad, Jesús no solo era amigo de Roma, sino que muchos de sus funcionarios eran sus discípulos, entre ellos Poncio Pilatos y el emperador Tiberio.

El hecho de que la solución del dilema era tan obvia al punto de que no la vi -quizás nadie la haya visto-, da la pauta de cómo estamos condicionados por el “relato oficial”.



Y esto viene a cuenta del asesinato de John Lennon a cargo de Mark David Chapman. Si nos creemos el bulo de la crucifixión de Jesús, ¿cómo no vamos a creer también el relato oficial de la muerte del músico?



Mark David Chapman asesinó al ex miembro de The Beatles John Lennon el 8 de diciembre de 1980. Cometió el delito mientras él y su esposa Yoko Ono estaban fuera del edificio de apartamentos Dakota, en Nueva York. Chapman disparó cinco veces a Lennon, alcanzándole cuatro de ellas en la espalda. Permaneció en el lugar hasta que fue arrestado por la policía, y se declaró culpable del delito. Fue sentenciado a cadena perpetua, y en la actualidad está encarcelado en el Attica Correctional Facility en Attica, Nueva York, después de haberle sido denegada la libertad condicional en ocho ocasiones.

Así expuesto el crimen solo parece ser uno de los tantos asesinatos perpetrados por algún demente. ¿pero los hechos son así de simples o hay algún trasfondo muy oculto y tenebroso?

Para descubrirlo veamos primero esta nota que seguidamente transcribo:


El “maldito” guardián entre el centeno

En 1951, el hermético autor estadounidense J.D. Salinger disparaba al mundo la obra que le catapultó a la fama: “El guardián entre el centeno” (The Catch in the Rye), que pronto se convertiría en el icono de la rebeldía adolescente de los años 50 y 60. Sin embargo, algunos jóvenes llevaron la visión tormentosa de su protagonista, Holden Cualfield, al extremo de convertirse en asesinos.
Salinger falleció el 28 de enero de 2010 consciente o no de la leyenda de que su obra sirvió de inspiración a algunos de los más viles asesinos de los años 80. De hecho, son muchos los que saben de este escritor porque el asesino de John Lennon llevaba un ejemplar consigo el día que mató al ex componente de los Beatles.
Este libro, que llevó a Salinger a lo más alto, ha sido el preferido de desequilibrados mentales y personajes ilustres a partes iguales. Ha sido a su vez la obra de lectura obligada de colegios de todo el mundo, así como la que más peticiones de censura ha acumulado.
Su protagonista, Holden Cualfield, se convirtió en un icono de la rebeldía adolescente durante los años 50 y 60. Su historia, la de un joven solitario, depresivo, a veces borracho y, sobre todo, atormentado con su propia vida y con los que le rodean -a excepción de su hermana pequeña-, conmovió a la sociedad norteamericana de la época y aún hoy suma tanto seguidores como detractores.


Como Holden, Salinger fue un tipo excéntrico que vivió obsesionado con preservar su intimidad hasta el punto de renunciar a la vida pública en 1963, año en el que publicó su última novela “Raise high the roof beam, carpenters”.



El carácter misógino y depravado de Salinger, según sendas biografías que publicaron su ex amante y su hija, fue clave para moldear la personalidad del protagonista de “El guardián entre el centeno”. Para conseguirlo, se sirvió de un lenguaje ofensivo y de continuas referencias al alcohol, las drogas y la prostitución. Algo que llevó a muchos a pensar que este relato, escrito en primera persona, albergaba un mensaje encubierto para futuros matarifes.
Mark David Chapman, asesino de John Lennon, fue uno de ellos. La mañana del 8 de diciembre de 1980 se hizo con un ejemplar de la obra de Salinger, que le acompañaría horas después en el momento de matar con cinco tiros al ex Beatle.
Un año después, engrosando así la leyenda macabra de las páginas escritas por Salinger, John Hinckley, Jr., quien también andaba obsesionado con el libro, intentó matar a Ronald Reagan, por entonces presidente de los Estados Unidos, para impresionar a una joven Jodie Foster a la que acosaba.
Una tercera muerte ha valido para que este libro sea calificado de “maldito”: Robert John Bardo también llevaba el libro consigo el día que asesinó a la actriz Rebecca Shaeffer en su apartamento.
Directores y guionistas de cine también han contribuido a hacer más intenso el misterio que envuelve a este libro. Las páginas escritas por Salinger y su controvertida personalidad han servido de inspiración para varias películas de ficción.


Quizá la más famosa sea Conspiración (Conspiracy Theory), dirigida por Richard Donner y estrenada en 1997. En ella, Mel Gibson interpreta a un taxista de Nueva York, Jerry Fletcher, a quien le obsesionan las conspiraciones y que compra un ejemplar de “El guardián del centeno” cada vez que lo ve en un escaparate.
En 2007, se estrenó Chapter 27, una cinta que retrata el perfil psicológico del verdugo de Lennon. Dirigida por Jared Leto, la película tiene múltiples referencias al libro de Salinger.
Leyenda urbana o no, lo cierto es que cabe preguntarse si la historia de Salinger pudo influir en estos perturbados mentales. Personalidades trastornadas a las que quizá el libro del autor estadounidense terminó de desequilibrar. ¿O es que el genial escritor fallecido tampoco andaba muy cuerdo?

Nos va acercando más a la verdad esta explicación de Carlos Luis Campos (Contraperiodismo Matrix), que del tema sabe mucho, lo que no quita, valga la advertencia, de que a veces diga disparates. Cada uno tendrá que evaluar por sí mismo lo que expone Campos:

Los Beatles fueron un producto del escalofriante Instituto Tavistock creado para la nueva cultura de masas, sustentada en potentes mensajes subliminales y técnicas de control mental. Los miembros del grupo pertenecían a organizaciones ocultistas y gran parte de su éxito se lo debían a su manager, el judío Brian Epstein, apodado “el quinto Beatle”, en consonancia a su influencia en la sombra.
El asesinato de John Lennon fue ritual: fecha kabbalística, 8 – 12 – 1980. Uno de los conocimientos más básicos entre miembros de estas sociedades es la firma numérica: todos los números se pueden reducir a un dígito, que tendrá un significado. Vamos sumando las cifras, tenemos 8 + 3 (1+2, el mes) = 11; sumamos el año, 1 + 9 + 8 + 0 = 9; el total del día + mes + año = 11 + 9 (otro 119) = 20 = 11.
Mark David Chapman, un asesino teleprogramado disfrazado de seguidor fanático, le disparó 5 veces a las 11 de la noche, enfrente del maléfico edificio Dakota.




No hay ninguna duda, y así me lo confirmó el Grupo Ruanel, que el asesino de John Lennon no fue simplemente un fanático que de pronto enloqueció y cometió un crimen. No en absoluto. Detrás de él está la programación MK Ultra.





Esta programación de asesinos fue expuesta al público en el film de Stanley Kubrick La Naranja Mecánica, y que culminó con “Ojos bien cerrados”, donde expuso las orgías sexuales de la Élite y que fue la que finalmente llevó a la muerte -asesinato- al genial cineasta.

La programación de asesinos es una cuestión muy extensa y no es el tema de esta nota, que solo es para dejar sentado que Chapman no fue simplemente un delincuente común sino fue programado para asesinar a Lennon, el cual se había convertido en una molestia para la Élite.

Desde ya que las cosas no suceden por azar y todo ocurre de acuerdo a la ley de causa y efecto (karma), en este caso involucrando a los dos participantes fundamentales del drama, pero esto también es otra historia.


Quienes deseen profundizar en la programación MK Ultra y cómo los robots que fabrica son empleados por el Gobierno Oculto para manipularnos y lograr sus fines pueden hacerlo a través de los links que indicamos al pie.

Recomendamos especialmente la lectura de “Los monstruos humanos que gobiernan el mundo”.

COMENTARIO DE J.Z.
Lennon se convirtió en un personaje extremadamente peligroso para el imperio satanista, no tanto porque los denunciara como “maniacos” controladores de todo el mundo, donde él tenía claro que TODOS los gobiernos de la Tierra eran manejados por los Ocultos, sino que él estaba promoviendo el peor de los mensajes contra los fines sicópatas sionistas, jesuitas y masones…”LA PAZ”, la consecuencia última de ascender en la conciencia y alcanzar por ende el estado vibratorio supremo que es el AMOR. Lennon, por tanto, debía ser eliminado pues se convirtió en el principal “terrorista” del sistema al promover paz, ya que debemos tener claro que el gran negocio de le élite es la guerra… No por nada la propia Iglesia Católica es dueña de Beretta, la fábrica de armas más grande del mundo.
Todos sabemos que Lennon fue asesinado por un loco llamado Mark Chapman que tuvo relaciones con la CIA, y donde lo más probable es que lo convirtieran en un robot MK-ULTRA, un títere mental capaz de hacer lo que sea le ordene el titiritero. De hecho, cuando asesina a Lennon, no escapa y se pone a leer el libro “El guardián entre el centeno”…
El proyecto MK-ULTRA fue un proyecto NAZI de control mental que terminada la Segunda Guerra Mundial fue tomado y mejorado por el Instituto Tavistok y la CIA para control de líderes, disidentes y por ende la creación de esclavos mentales listos para hacer lo que sea, gobernar países, robar, matar, esclavas sexuales para las fiestas Rothschilds (Eyes Wide Shut de Kubrick), etc…
De hecho es altamente probable que presidentes como Peña Nieto y Clinton, entre muchos otros, fueran MK-Ultras por sus erráticos comentarios y entrevistas donde se les puede ver como “repitiendo” un guion con la mirada perdida.
En simple: Lennon fue asesinado por la Mafia X -el gobierno tras todos los gobiernos-, y esta teoría se ve reforzada por las declaraciones del hijo de Lennon, Sean, cuando en 1998 afirmó: “Mark Chapman no asesinó a mi padre en un acto de locura, sino que detrás del crimen hubo una conspiración del gobierno de los Estados Unidos”.
Yoko Ono por su lado, dijo hace algunos años lo siguiente: “Mi marido seguiría vivo si no se hubiera metido en política”…
Pero esto va mucho más allá. Lennon no estaba tan interesado en la política, sino en la evolución de la conciencia del ser humano, y eso era y es inaceptable para los demonios que nos gobiernan…pero aquí estamos muchos soñadores, pues tal como dijiste -no ser el único-, te seguimos apoyando en esta misión de promover paz y amor.


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