jueves, 24 de septiembre de 2015

El misterio de la Esfera de Betz

¿ARTEFACTO TERRESTRE O EXTRATERRESTRE?

por Horacio Velmont





El 30 de octubre de 1938, Orson Welles (1915-1985) y el Teatro Mercury, bajo el sello de la CBS, adaptaron el clásico “La guerra de los mundos”, novela de ciencia ficción de H.G. Wells, a un guión de radio.

Los hechos se relataron en forma de noticiario, narrando la caída de meteoritos que posteriormente corresponderían a los contenedores de naves marcianas que derrotarían a las fuerzas norteamericanas usando una especie de «rayo de calor» y gases venenosos. La introducción del programa explicaba que se trataba de una dramatización de la obra de H. G. Wells; en el minuto 40:30 aproximadamente aparecía el segundo mensaje aclaratorio, seguido de la narración en tercera persona de Orson Welles, quince minutos después de la alarma general del país, que llegó a creer que realmente estaba siendo invadido.


Orson Welles había adquirido cierto prestigio dramatizando algunas obras como Los miserables en programas de radio, de modo que en julio de 1938 el Columbia Broadcasting System (CBS) le ofreció realizar un programa semanal en la cadena dramatizando obras. De este modo, Howard Koch, que escribiría más tarde el guion de Casablanca, adaptaba obras como Drácula o El Conde de Montecristo y Welles las interpretaba. En la emisión deLa guerra de los mundos Welles interpretaba al profesor Pierson, el científico que explicaba lo ocurrido, mientras que también participaba un actor imitando al periodista Carl Philips. La emisión empezaba así: Señoras y señores, les presentamos el último boletín de Intercontinental Radio News. Desde Toronto, el profesor Morse de la Universidad de McGill informa que ha observado un total de tres explosiones del planeta Marte entre las 7:45P.M. y las 9:20P.M

Inmediatamente pasaban a la banda de música supuestamente desde el Hotel Park Plaza, y periódicamente la interrumpían para informar de la ficticia invasión marciana. Una de las intervenciones del personaje Carl Philips desde Grovers Mill, Nueva Jersey, era:

Señoras y señores, esto es lo más terrorífico que nunca he presenciado… ¡Espera un minuto! Alguien está avanzando desde el fondo del hoyo. Alguien… o algo. Puedo ver escudriñando desde ese hoyo negro dos discos luminosos… ¿Son ojos? Puede que sean una cara. Puede que sea…

Los oyentes que sintonizaron la emisión y no escucharon la introducción pensaron que se trataba de una emisión real de noticias, lo cual provocó el pánico en las calles de Nueva York y Nueva Jersey (donde supuestamente se habrían originado los informes). La comisaría de policía y las redacciones de noticias estaban bloqueadas por las llamadas de oyentes aterrorizados y desesperados que intentaban protegerse de los ficticios ataques con gas de los marcianos.

Al día siguiente saltaron protestas exigiendo responsabilidades, la cabeza de Orson Welles y una explicación, de modo que el propio Orson Welles pidió perdón por la broma de Halloween, considerada una burla por los oyentes.

La histeria colectiva demostró el poder de los medios de comunicación de masas, y este curioso episodio también catapultó a la cima la carrera de Welles.

El programa duró casi 59 minutos. Los primeros cuarenta correspondieron al falso noticiario, que terminaba con el locutor en la azotea de la CBS falleciendo a causa de los gases y seguía con la narración en tercera persona del profesor Pierson, que describía la muerte de los invasores.


En la época en que Orson Welles hizo esa broma, la repercusión se debió a que todos estaban imbuidos de la idea de que los marcianos podrían venir a la Tierra a conquistarnos. Este episodio, que otrora encumbró a Orson Welles, hoy solo merecería un abucheo por lo desubicado.



¿Qué relación tiene este episodio con el misterio de la Esfera deBetz? Pues todo, porque ésta es una época donde cualquier cosa extraña que suceda se le achaca a los extraterrestres. Se ve un Ovni y ya sin más se lo cataloga de alienígena.

Fue en 1974 cuando la familia Betz estaba revisando los daños producidos por un incendio que habían devastado 88 Hectáreas de bosque, en una zona del área quemada, que encontraron una extraña esfera plateada de unos 20 cm de diámetro, perfectamente pulida a excepción de un curioso triángulo alargado que tenía grabado en su superficie.

Los Betz, inicialmente, pensaron que el artefacto pertenecía a la NASA o quizás se trataba de alguna pieza de un satélite espía soviético, pero finalmente decidieron guardarlo como un recuerdo de aquel incendio.

Pasaron dos semanas y el hijo de la familia se puso a tocar la guitarra en la habitación donde los Betz habían colocado la esfera, y de repente la esfera comenzó a reaccionar con las melodías que la guitarra emitía; al mismo tiempo la esfera se puso a emitir un sonido palpitante y una resonancia que incluso ahuyentó al perro de la familia.

Al poco tiempo, descubrieron que la esfera tenía mas propiedades extrañas, podía detenerse y cambiaba de dirección cuando se la empujaba por el suelo regresando a la persona que la había impulsado como si de un perro fiel se tratase.

Cuando la esfera estaba expuesta al sol, parecía adquirir un brillo mas intenso, como si de alguna manera se cargase de energía.

La noticia corrió como la pólvora y muchos medios de comunicación quisieron conocer las extrañas propiedades de la esfera, el New York Times, el Diario de Londres pudieron ser testigos entre otros de los prodigios que la esfera efectuaba.

Los científicos que incluso las fuerzas armadas enviaron se vieron desconcertados con los “trucos” que la esfera era capaz de hacer. A solicitud de éstos se instó a la familia Betz que se les permitiera examinar en sus instalaciones militares dicha esfera, algo que los Betz rechazaron.

Pero la esfera, al tiempo, comenzó a efectuar extraños comportamientos, en la casa se producían efectos poltergeist, las puertas daban portazos por la noche, una extraña música de órgano se escuchaba en toda la casa que parecía proceder de ninguna parte, fue en ese preciso instante cuando la familia Betz decide permitir a los científicos militares examinar el extraño orbe.


Las conclusiones a las que llegaron, fue que la esfera era únicamente de acero inoxidable de alta calidad y en ella no había ninguna anomalía.

Buscando una explicación al fenómeno, descubrieron que años antes de que los Betz encontrasen la esfera un escultor había perdido en el camino cercano al bosque incendiado. El escultor cuyo nombre era James Durling Jones, transportaba varias esferas similares en su camioneta cuando el bacheado camino permitió que una de ellas se saliese del vehículo y acabase en el bosque. Aparentemente, las bolas eran similares a la esfera de los Betz.

Algunos afirmaban que el movimiento de la esfera era debido a la irregularidad del suelo de la casa de los Betz y la sonoridad que emitía se producía por las partículas metálicas adheridas en el interior durante el proceso de fabricación.

Lo cierto es que estas explicaciones no parecen ser suficientemente satisfactorias para explicar los efectos que la esfera generaba, quizás con ello se silenció a la opinión publica y el asunto quedo archivado.

Es como si la esfera hubiese sido poseída por alguna forma de inteligencia burlona que pretendió tomar el pelo a los Betz. Sospechamos que hay más de fondo que lo que aparentemente se nos presenta.

Bueno, hasta aquí llega una de las tantas notas que se han escrito sobre el supuesto misterio que representaría la esfera de los Betz.

SOLUCIÓN DEL MISTERIO


Consultados, como hacemos usualmente, los profesores del Grupo Ruanel, Daniel nos comunicó que el artefacto es terrestre y proviene de una fábrica de papel. Se trata de un cojinete de una válvula usada en algunos de los tubos más grandes. En realidad es el rodamiento de una válvula bastante corriente.

Por supuesto que este origen fue expuesto en la Red, pero se lo tomó como una de las teorías alternativas y no como la verdad absoluta, a pesar de que el dueño de la fábrica de papel la identificó como suya.

De lo expuesto surge palmariamente que se trata se una cuestión que no merece más atención que los párrafos que anteceden.

De cualquier manera, quien desee interiorizarse más sobre la esfera de Betz puede acudir al Google, donde encontrará bastante material para todos los gustos. Si no tiene nada más importante que hacer, por supuesto…

NOTA ADICIONAL DE HORACIO VELMONT

Aparte de la teoría extraterrestre y su potencial explosivo, también se han expuesto muchas otras. Ya se sabe que cuando se desconoce algo existe la tendencia de llenar el vacío con cualquier cosa. La teoría principal, que concuerda con las conclusiones del profesor Daniel, fue que la “Esfera Betz” en realidad era un rodamiento de una válvula bastante corriente. Aunque la esfera ha desaparecido desde entonces, Lottie Robinson, un residente de Florida, cuando vio una imagen de la esfera la reconoció como suya. Una fábrica de papel la identificó como un cojinete de una válvula usado en algunos de los tubos más grandes de su fábrica.
Naturalmente que quedan muchas incógnitas, en especial respecto del supuesto comportamiento errático de la esfera, pero siendo ésta un artefacto terrestre y para colmo corriente, hay que concluir que fueron más habladurías que otra cosa o, en todo caso, conductas fácilmente explicables.


LECTURAS COMPLEMENTARIAS

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