jueves, 17 de septiembre de 2015

John Titor, ¿viajero del tiempo?

SOLO UNA HISTORIA DE CIENCIA FICCIÓN

por Horacio Velmont





Cuando uno sabe con toda certeza que los viajes en el tiempo solo suceden en las historietas o en las películas de ciencia ficción, si alguien habla de algún viajero del tiempo sabemos que está mintiendo o que quien lo dice es un ignorante.


Estamos hablando de la imposibilidad de viajes temporales en el plano físico, no en el plano astral, que es harina de otro costal. En el primer caso la imposibilidad consiste en que si fuera posible, el solo hecho del traslado a un determinado punto de la historia cambiaría todo lo sucedido a partir de ese punto, y es obvio que el viajero ya no podría volver a su lugar de partida porque todo habría cambiado. Y vaya saber hasta qué punto. En cambio, en el segundo caso, al viajar astralmente nada cambiaría porque el viajero solo sería un espectador.

La paradoja del abuelo


La paradoja del viaje en el tiempo, o paradoja del abuelo, es una paradojaprobablemente acuñada por primera vez por el escritor francés de ciencia ficción René Barbajel en su novela Le voyageur imprudent (El viajero imprudente, 1943). El concepto ya había sido mencionado previamente por el escritor estadounidense Mark Twain en su novela póstuma El forastero misterioso (publicada en 1916), que a pesar de no pertenecer al género de “ciencia ficción”, el argumento llega a centrarse por momentos en la infinidad de vidas alternas que podrían ser posibles de no ser por una simple acción o inacción.

Se parte del supuesto que una persona realiza un viaje a través del tiempo y mata al padre biológico de su padre/madre biológico (abuelo del viajero), antes de que éste conozca a la abuela del viajero y puedan concebir. Entonces, el padre/madre del viajero (y por extensión, ese viajero) nunca habrá sido concebido, de tal manera que no habrá podido viajar en el tiempo; al no viajar al pasado, su abuelo entonces no es asesinado, por lo que el hipotético viajero sí es concebido; entonces sí puede viajar al pasado y asesinar a su abuelo, pero no sería concebido, y así indefinidamente.


En la película de 2002 La máquina del tiempo, basada en la novela de H. G. Wells, se inventa que los actos que ocurren en el universo son inevitables y suceden en todas sus líneas temporales. Así, la mujer del protagonista muere de muchas maneras diferentes en cada uno de los viajes al pasado de éste. La explicación es que, de haber evitado su muerte, nunca habría tenido un motivo para construir una máquina del tiempo, por lo que no la podría salvar, y entonces construiría la máquina para salvarla, pero al salvarla no la habría construido, etcétera, por lo que su mujer debe morir para no crear una paradoja similar a la del abuelo.



También ocurre algo similar en la primera película de Terminator, donde un integrante de la resistencia contra los robots viaja al pasado para proteger a la futura madre del líder de la resistencia y termina engendrando con ella (Sarah Connor) al futuro líder, John Connor. Se produce así la paradoja: si él viajó a defender a un futuro líder, no puede ser él mismo en el mismo viaje el que produjo su existencia, puesto que si en el viaje él no lo engendraba, nunca hubiese existido, por lo cual no habría razón por la cual viajar a protegerlo a él o a su futura madre.


Un ejemplo más apegado a la situación original se encuentra en un episodio de la serie de animación Futurama. En él el protagonista, Philip J. Fry, viaja por accidente al pasado donde conoce a su abuelo y a su novia de entonces. Intenta por todo lo posible que a él no le suceda nada, pero acaba muriendo en un accidente de pruebas nucleares. Sorprendentemente, Fry no desapareció. Pensando que la novia de su abuelo no era realmente su abuela, se acuesta con ella. Al final descubre que sí lo era, y que la única razón por la que él seguía existiendo era que al acostarse con ella se convirtió en su propio abuelo.

Esta paradoja ha sido usada para argumentar que el viaje hacia atrás en el tiempo debe ser imposible. A pesar de ello, en la ciencia ficción se han sugerido algunas soluciones.

El caso de John Titor



Un buen resumen de la historia se encuentra en Wikipedia, que transcribimos parcialmente para ubicarnos en el tema:

John Titor es el nombre usado en varias BBSs (tablones de anuncios electrónicos) durante los años 2000 y 2001 por un usuario que decía ser un viajero del tiempo del año 2036. En esos mensajes hizo numerosas predicciones (algunas de ellas vagas, otras fueron específicas) acerca de eventos en el futuro cercano, empezando con eventos en el 2004. Describió un futuro cambiado drásticamente en donde Estados Unidos se ha dividido en cinco regiones más pequeñas, el medio ambiente y las infraestructuras han sido devastadas por un ataque nuclear, y la mayoría de las demás potencias mundiales han sido destruidas.

Esta historia ha sido contada en numerosos sitios web, en un libro y en una obra de teatro. También ha sido discutida ocasionalmente en el programa de radio Coast to Coast AM y en la novela visual Steins-Gate. A este respecto, la historia de Titor puede ser única en términos de obtener una gran repercusión partiendo de un medio originalmente limitado: un tablón de discusión de Internet.

Cabe resaltar que durante la crisis nuclear (supuestamente antes del año) sobre la cual Titor hizo mención en unos de sus posts, Estados Unidos está gobernado, según sus palabras, por un «presidente de color» (presumiblemente Barack Obama).

Hasta aquí lo que transcribimos -parcialmente- de Wikipedia, solo, como señalamos, para ubicarnos en el tema, y en cuanto al descubrimiento del fraude, para quien esté interesado le indicamos el link respectivo (no tiene sentido, brevitatis causae, que lo reproduzcamos íntegramente aquí, especialmente con motivo de su extensión):



Desde ya que los profesores del Grupo Ruanel, en particular su director Daniel, ya nos habían adelantado que lo de John Titor era un fraude total. También Daniel nos señaló que a pesar de que dicho fraude ya había sido descubierto y la historia figuraba profusamente en la Red, sería conveniente que nosotros también lo confirmáramos, ya que hay muchos seguidores que se guían fundamentalmente por los Grupos Obnosis y Ruanel, que consideran la última palabra en cada misterio o por lo menos la más verosímil.
Hubo muchas historias de esta misma naturaleza, es decir, de historias inventadas que con el tiempo se tomaron por verdaderas. Al pie indicamos algunas.


LECTURAS COMPLEMENTARIAS

Viajes en el tiempo, ¿realidad o fantasía?
https://horaciovelmont.wordpress.com/2015/04/14/viajes-en-el-tiempo-realidad-o-fantasia/ 
Rudolf Fenz, el crononauta que nunca existió
http://www.alpoma.net/tecob/?p=23La desaparición de David Lang
https://horaciovelmont.wordpress.com/2015/04/11/desaparicion-de-david-lang/
El cuento de la “Transfiguración de Jesús”https://horaciovelmont.wordpress.com/2014/11/24/el-cuento-de-la-transfiguracion-de-jesus/
L
a historia falsificada de Jesús
https://horaciovelmont.wordpress.com/2014/11/13/la-historia-falsificada-de-jesus/El fraude Bob Lazar
https://horaciovelmont.wordpress.com/2015/05/10/el-fraude-bob-lazar/
El Holocausto, ¿existió o no existió?
https://horaciovelmont.wordpress.com/2015/05/23/el-holocausto-existio-o-no-existio/
L
a leyenda de la Niña de las Peras
https://horaciovelmont.wordpress.com/2015/08/16/la-leyenda-de-la-nina-de-las-peras/ 

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