miércoles, 8 de julio de 2015

Desaparición de “El Niño Pintor de Málaga”



UN CASO DE PEDOFILIA CLERICAL

por Horacio Velmont




David Guerrero, de 13 de años de edad, era un pequeño pintor extraordinario y talentoso. El lunes 6 de abril 1987 era un día especial para él. Tenía una entrevista en la galería de arte “La Maison”, donde una de sus pinturas iba a ser exhibida. Esta era la primera vez que uno de sus cuadros se iba a exponer. Alrededor de las 18, David salió de su casa en la calle Sargento en Málaga, España, y se dirigió a la parada de autobús más cercana que era a unos 150 metros de su casa. A las 20:30 su padre fue a “La Maison” para recoger a su hijo, donde le informaron que el niño no había estado allí. Su padre se dirigió a la Academia de Arte, donde le dijeron lo mismo, que su hijo no había estado allí y que no lo habían visto. Los padres de David lo buscaron por todas partes, pero alrededor de medianoche, el padre de David le dijo a la policía que su hijo había desaparecido. La policía descartó la teoría de que David se hubiera escapado debido a que era un niño comprometido con la pintura y con un círculo de amigos muy reducido. Otra teoría era que, debido a las capacidades naturales de David para la pintura, podría haber sido secuestrado por algún miembro de la élite relacionada con la cultura del arte. El secuestro extorsivo también se descartó debido al hecho de que nadie llamó para pedir ningún rescate por el niño. La desaparición de David es todavía un misterio. Una desaparición que se clasifica como caso “extremo” debido al hecho de que no hay absolutamente ninguna pista sobre lo que le podría haber sucedido a David. No hay testigos. Era como si David se hubiera desvaneció en el aire. Hoy en día se le conoce como “El niño pintor de Málaga“.

La historia que hemos transcripto es una de las tantas que se encuentran en Internet sobre este aparente extraño caso.


Cuando alguien desaparece, lo primero que uno piensa es en una abducción extraterrestre, tan imbuidos estamos de los alienígenas que todos los hechos a los que no encontramos explicación se los atribuimos a ellos.

Pero, más allá de que los extraterrestres no existen, por lo menos en la cantidad que nos han hecho creer aquellos que les interesa entretenernos, lo cierto es que las visitas de los seres del espacio exterior son esporádicas y además no se interrelacionan con nosotros.

Y esto que digo es después de desasnarme sobre este asunto, porque durante mucho tiempo fui un fanático del tema extraterrestre, estando convencido de que era inmensa la profusión de Ovnis que venían a nuestro planeta. Me costó aceptar que el tema extraterrestre era solo una engañifa del Gobierno Oculto para despistarnos y alejarnos de la verdad, que estaba a la vuelta de la esquina y no a millones de años luz.

Pero me estoy alejando del tema del que quiero hablar, es decir, de El Niño Pintor de Málaga, como se conoce el caso de su supuesta desaparición misteriosa.

Como siempre hago en estos casos consulté a los profesores del Grupo Ruanel, y la respuesta fue categórica: “Es un caso en el que está implicado el clero católico… Pedofilia”.

Mi sorpresa fue mayúscula porque realmente no se me había ocurrido que la solución era tan simple. Me sucede algo extraño cuando los profesores del Grupo Ruanel me brindan la clave de un misterio: de inmediato sé que es la correcta. Es una fuerte sensación de certeza que obviamente no puedo transmitir, pero aun así lo que me dicen lo tomo “con beneficio de inventario”, como acostumbran decir los abogados y por eso me aboqué a la búsqueda de alguna confirmación en Internet, que es una caja de sorpresas porque entre los millones de usuarios siempre hay alguien que sabe la verdad y la sube para que todos se enteren.

DAVID GÓMEZ GUERRERO “EL NINO PINTOR DE MALAGA” DESAPARECIÓ EL 6 DE ABRIL DEL 1987 CUANDO IBA A RECOGER UN PREMIO DE PINTURA EN UNA EXPOSICIÓN QUE PRESENTABA SUS CUADROS: FUE VIOLADO Y ESTRANGULADO POR CURAS EN UNA IGLESIA O PARROQUIA DONDE ÉL CON OTROS NIÑOS APRENDÍA PINTURA CON CURAS Y FRAILES DE ESA IGLESIA. SU CUERPO FUE ENTERRADO EN SUS SÓTANOS.

Estoy convencido de que la mayoría que conozca el caso de El Niño Pintor de Málaga, al leer el párrafo que antecede sabrá en su interior -como lo supe yo- que esta es la cruel verdad de su desaparición.


Este caso recuerda otro, el del asesinato satánico donde también estaba involucrado el clero, conocido como el crimen de Alcácer (o crimen de Alcàsser), es decir, al secuestro, violación, tortura y asesinato de Míriam, Toñi y Desirée, tres niñas de catorce y quince años del municipio valenciano de Alcácer, España. Al juicio derivado de este crimen se conoce como caso Alcácer (o caso Alcàsser).

Las niñas desaparecieron la noche del viernes 13 de noviembre de 1992, cuando se dirigían haciendo autoestop a una discoteca de la vecina localidad de Picasent donde se celebraba una fiesta del instituto. La búsqueda de las conocidas como niñas de Alcácer tuvo una fuerte repercusión en los medios de comunicación nacionales. El 27 de enero de 1993, setenta y cinco días después de su desaparición, dos apicultores encontraron los cadáveres semienterrados en una fosa de un paraje conocido como La Romana, próximo al pantano de Tous. El hallazgo de los cuerpos y el posterior conocimiento de las vejaciones a las que fueron sometidas provocaron una profunda conmoción en la sociedad española.


El caso de la desaparición de “El Niño de Somosierra” también se lo vincula a un crimen del clero, pero en esta ocasión se trató de un secuestro realizado por su propio padre, que era un conocido mafioso y lo hizo para vengarse de su esposa -madre de la criatura- que huía con su amante y el pequeño.




En mi vida anterior yo fui un cura pedófilo…

NOTA ADICIONAL DE HORACIO VELMONT

Quienes me conocen, seguramente habrán pensado que la imagen del mono y su leyenda se debió a una de mis humoradas, pero, lamentablemente, cuando el hombre se degrada a extremos tales como abusar de los niños, no solo sexualmente sino en ritos satánicos, que siempre involucran torturas y muerte, el humor se acaba y surge una gran verdad.
En el Evangelio de Nerón -este emperador era cristiano y no el sanguinario que pinta la historia- hay un párrafo atribuido a Jesús bastante extraño que habla de que “los simios son hombres que han caído en la imperfección”.
Lo curioso es que lo mismo, aunque con otras palabras, había dicho Blavatsky: “El hombre no desciende del mono; el mono desciende del hombre”.



Quizás lo peor del cura pedófilo no sea la encarnación en un mono, sino estar obligado a tener sexo con una mona… (y esto sí es una humorada).


Naturalmente que no es fácil admitir que los simios sean hombres degradados y por eso se me ocurrió la idea de ir al zoológico para examinarlos y ver si algo me lo demostraba, algún indicio, aunque mínimo. Bueno, realmente salí frustrado porque no pude comprobar nada. Quizás alguno de ellos hizo algún gesto revelador que a mi se me pasó desapercibido…

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