jueves, 30 de junio de 2016

El misterio del Triángulo del Dragón

LAS EXTRAÑAS DESAPARICIONES
EN EL MAR DEL JAPÓN

Cuando leí que en el Mar del Diablo o Triángulo del Dragón se habían producido desapariciones de barcos, tripulantes e incluso aviones de la misma forma misteriosa que en el Triángulo de las Bermudas, e incluso más enigmáticas, pensé que se trataba de otra máquina en desuso de la hundida Atlántida que funcionaba de a ratos produciendo esos fenómenos.

La consulta a los profesores del Grupo Ruanel me desengañó, porque en ese lugar sucedía otra cosa más tenebrosa.

Pero antes de develar el misterio es conveniente, para entrar en tema, que transcriba algunos textos que dan una clara cuenta de lo que sucede en ese lugar.

EL MISTERIO DEL JOYITA



El Mar del Diablo, también conocido como Triángulo del Diablo y Triángulo del Dragón, se encuentra en una región del Pacífico alrededor de la isla Miyake, a unos 100 kilómetros del sur de Tokio.


Esta zona cuenta con múltiples leyendas. Los pescadores de la zona explicaron de generación en generación que las aguas en las que faenaban estaban repletas de monstruos marinos que mataban a los ocupantes de las barcas. Buena parte de la mitología marina nipona sucede en este mar. Algunos aseguraban que en el fondo de éstas aguas se encontraba una ciudad en la que se había detenido el tiempo.
En la actualidad ha habido cientos de desapariciones en extrañas circunstancias ocurridas dentro del perímetro que delimita el Triangulo del Diablo. Nadie se atreve a hablar de ello, y lo llevan todo con mucho secreto.
A pesar del secretismo algunas desapariciones han salido a la luz.
La goleta Joyita fue encontrada el 10 de noviembre de 1955 en un lamentable estado. No había bitácora a bordo tampoco se encontraron señales de violencia que explicara la desaparición de sus veinte pasajeros y cinco tripulantes. La Joyita navegaba a la deriva, al norte de Samos, a unas seiscientas millas del rumbo establecido y en el perímetro del Triangulo del diablo.


Nadie pudo explicar lo sucedido y el caso se cerró por falta de pruebas. Cuatro años después, aparecieron pistas. A tres mil millas del lugar donde fue encontrado se descubrió una botella de vino con un mensaje en su interior. La nota fue escrita por un camarero de la goleta y decía: “Barco abandonado. Un extraño objeto circular metálico nos ha abordado. ¡Socorro!”. No se volvió a saber nada de ellos.
En 1967, al menos tres barcos aseguraron haber visto ruedas submarinas fluorescentes. El gobierno nipón está cada vez más preocupado por no tener causas razonables con las que explicar estas desapariciones que sucedieron, suceden y sucederán en el Mar del Diablo.

UN LUGAR MÁS TEMIBLE QUE “EL TRIÁNGULO DE LAS BERMUDAS”



Se ha escrito mucho sobre el “Triángulo de las Bermudas” y los inexplicables y misteriosos sucesos que lleva asociados, sin embargo, al otro lado del mundo, existe una zona de características “parecidas” y mucho menos conocida llamada el “Triángulo del Dragón” o “Mar del Diablo”.

Hace ya mil años que los japoneses tienen conciencia de esta peligrosa zona. La han llamado Ma-no Umi: el Mar del Diablo.


Durante años los marineros han atribuido las repetidas pérdidas de pesqueros a demonios marinos, agitados dragones que suben a la superficie del océano para apoderarse de los barcos y arrastrarlos con sus tripulantes a sus guaridas submarinas.

El Triángulo del Dragón sigue una línea que va desde el oeste de Japón, al norte de Tokio, hasta un punto del Pacífico y vuelve por el este, pasando por las Islas Ogasawara y Guam para subir, de nuevo, hacia Japón. al igual que el de las Bermudas, forma un patrón triangular. Partiendo del oeste de Japón, al norte de Tokio, sigue una línea hasta un punto del Pacífico que se encuentra a unos 145 grados de latitud este. Ambos se encuentran en los 35 grados de latitud oeste y este respectivamente.

Pero las semejanzas no terminan aquí, ambas zonas se sitúan en el extremo oriental de las masas continentales, en la caída hacia aguas profundas donde el mar se ve arrastrado por fuertes corrientes encima de zonas volcánicas activas.

Se trata de una zona de gran actividad sísmica, con un fondo marino en continua transformación y fosas de 12.000 metros de profundidad. Islotes y masas de tierra emergen y desaparecen antes de poder ser cartografiadas. Hay cartas de navegación en las que marinos experimentados han incluido trozos de tierra en los que han desembarcado y que ya no existen.


Desde hace miles de años los habitantes de la zona la han calificado como extremadamente peligrosa porque se han producido múltiples desapariciones y sucesos muy extraños. Una larga lista de embarcaciones pesqueras, grandes buques de la armada y aviones de todo tipo han desaparecido junto con toda su tripulación desde hace más de mil años. Tanto los testimonios de supervivientes, como las últimas comunicaciones de los que no volvieron, apuntan a fallos en los sistemas de navegación, distensiones espaciotemporales y desviaciones de la consciencia de los tripulantes. Se ha comprobado que la actividad magnética de la zona es superior, junto con la del triángulo de las Bermudas, a cualquier zona del globo. Pero lo que nadie puede asegurar es que esta sea la causa de las desapariciones.

Las narraciones más antiguas hablan de dragones que surgen de las profundidades para tragarse naves o islas y que se vuelven al fondo del mar sin dejar ni rastro.


Según una leyenda japonesa, existe bajo el “Mar del Diablo”, un reino donde el tiempo se halla detenido, también habla de barcos fantasmagóricos que aparecen repentinamente como si subieran de las profundidades para desaparecer al cabo de un momento.

Despertó el interés mundial científico y naval cuando se empezó a informar de barcos patrulla, pesqueros y aviones que se desvanecían sin dejar rastro de naves y tripulación.


El gobierno japonés, en su afán por saber el motivo de la pérdida de barcos y personas, financió en 1955 un buque de investigación, el “Kaio Maru 5”, para estudiar el Mar del Diablo. Pero el barco desapareció con todos los científicos que integraban la expedición, lo que llevó al gobierno japonés a etiquetar la zona como “oficialmente” peligrosa.

Fue a finales de la década de los sesenta cuando se empezaron a establecer conexiones con el Triángulo de las Bermudas. En Japón, obviamente, las historias sobre desapariciones de barcos en la zona eran muy conocidas pero rara vez saltaban a la prensa internacional.

Son numerosos los testigos de avistamiento ovni en esta zona del Pacífico. Al igual que en las Bermudas la actividad de naves extraterrestres es enorme. Algunas personas barajan la posibilidad de la existencia de una gran base extraterrestre en las profundidades del océano (las fosas alcanzan los 12.000 metros de profundidad), ellos provocarían las anomalías magnéticas y secuestrarían los navíos, pero… ¿con que finalidad?

La otra teoría apunta a una conectividad entre los polos magnéticos de los dos triángulos que provoca una brecha espaciotemporal. La realidad es que existen dos zonas en la Tierra en las que naves enormes desaparecen sin dejar rastro junto a toda su tripulación, y jamás vuelven a dar señales de vida.

Este triángulo y once más fueron señalados por el investigador y biólogo Iván Sanderson y sus colaboradores. El grupo estaba formado por científicos especializados en distintas disciplinas: geólogos, meteorólogos, físicos, astrónomos, etc. Según ellos, existen en el planeta doce zonas de grandes perturbaciones geomagnéticas. Dos de ellas son los Polos y las restantes son todas marítimas. Se encuentran repartidas muy regularmente: cinco de ellas alrededor del paralelo 30 grados de latitud norte, y otras cinco en el paralelo 30 grados sur. Están separadas por distancias de 72 grados en cuanto a longitud.



En el año 1989, Charles Berlitz publicó un libro llamado “The Dragon’s Triangle “(El Triángulo del Dragón) en el que afirma que esta región del Pacífico alrededor de la isla Miyake (Japón), más o menos a 100 kilómetros del sur de Tokio, es una zona altamente peligrosa y mucho más misteriosa que el famoso Triángulo de las Bermudas. Describió todo tipo de fenómenos y desapariciones aunque muchas de ellas han sido refutadas oficialmente por incorrectas o, incluso, falsas.


Todavía hoy, a pesar de todo tipo de explicaciones más o menos científicas, incluyendo, raptos, agujeros negros, “puertas dimensionales”, abducciones, tornados, maremotos, olas gigantes, experimentos militares… incluso fraudes a compañías de seguros, el misterio sobre lo que verdaderamente ocurre en esta zona permanece sin explicación..

En cualquier caso, parece que un número significativo de barcos y aeronaves han desaparecido bajo circunstancias inusuales y resulta escalofriante la coincidencia del alto número de desapariciones en unas determinadas zonas del planeta, casi siempre sin dejar rastro.

La única explicación que nos queda es que existen misterios que la naturaleza se resiste a desvelar.

Hasta aquí llegan los textos que hemos elegido para describir someramente lo que ocurre en este lugar y así entrar en tema.


La generalidad de las personas toman al planeta como que todo lo que ocurre se encuentra en la superficie, porque creen en la historia oficial de que la Tierra es maciza.

Son muy pocos los que saben que aquí mismo, casi a la vuelta de la esquina, por decirlo de una manera ilustrativa, existen otras civilizaciones, incluso más avanzadas que la nuestra de la superficie.


Estas civilizaciones no se encuentran sobre el planeta sino en el interior, incluso en el mar, por supuesto.

Ninguna duda cabe que el hombre, en la actual etapa de la civilización, es un ser belicoso que cuando no puede obtener lo que anhela por las buenas lo hace por las malas, y sin importarle las vidas que sesga. Y lo hacen aunque saben que la siembra es libre pero la cosecha obligatoria, y que quien cosecha vientos recoge tempestades.

Después de lo dicho, es obvio que esas civilizaciones intraterrenas, superiores a la nuestra, valga la reiteración, se tengan que proteger de nosotros, especialmente de aquellos que quieren ser dueños de todo el planeta, porque con la superficie no les alcanza.

¿Qué tiene que ver todo esto con el misterio de las desapariciones en el mar del Japón? Pues que no todos los barcos que se dirigen a ese lugar van de pesca, sino que están camuflados de barcos pesqueros y por lo tanto los tripulantes no son simples e inocentes pescadores. ¿Se entiende el punto?

Desde ya que muchas de las desapariciones no tienen nada que ver con la defensa de esos lugares, sino con otras cuestiones, ¿o acaso los barcos nunca se hunden?






Los “guardianes”, nombre apropiado para aquellos que se encargan de proteger esas civilizaciones avanzadas de nosotros -tienen kilómetros de bases bajo del mar-, no solo cuidan las que se encuentran en la Tierra intermedia, sino también la que se encuentra en el centro del planeta, lugar que es precisamente el famoso “Jardín del Edén” o “Paraíso” y que según el Maestro Jesús tenemos que recuperar.

¿Se entiende que esa recuperación nada tiene que ver con una invasión a ese lugar sino con el cambio interior que nos haga merecedor de habitar ese lugar?

De más está decir que civilizaciones tan avanzadas como las que protegen los “guardianes” deben conocer métodos como para borrar la memoria, por lo que es “de manual” que en muchos casos deben haber acudido a este método con esos falsos pescadores.

Aunque no creo que sea necesario mencionarlo por su obviedad, cuando hablo de que los “guardianes” protegen esas civilizaciones avanzadas de nosotros, con la palabra “nosotros” no me estoy refiriendo en general a los habitantes del planeta sino específicamente a la Élite o Gobierno oculto, cuyas ambiciones desmedidas de dominación, sin importar a quien destruye, todos las conocemos muy bien.

NOTA ADICIONAL DE HORACIO VELMONT



Imagen tomada por la NASA de Saturno.




Aquí se puede ver el planeta Júpiter con los dos orificios polares.

La oquedad de nuestro planeta no es una excepción en el universo, ya que todos los planetas son huecos, y las civilizaciones superiores no están en la superficie sino en su interior.


Esta imágen de Júpiter ha sido claramente modificada en su parte central por la NASA.






Teoria de la Tierra Hueca

http://www.taringa.net/posts/info/3340132/Teoria-de-la-Tierra-Hueca.html

Naturalmente que la NASA se ocupa tozudamente de ponerle un parche a las aberturas polares, no solo de la Tierra sino también la de otros planetas, aunque no siempre logra su objetivo.


La creencia en la Tierra Hueca viene de antiguo, pero hasta 1968 no hubo ninguna prueba de ello. Ese año, unas fotos tomadas por un satélite mostraban claramente un agujero enorme en el Polo Norte.

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