¿MITO O REALIDAD?
por Ariel Casalucci
ariel_investigador@hotmail.com
Según Wikipedia, se
entiende por “incorruptibilidad cadavérica” la propiedad de un
cadáver de no descomponerse después de la muerte a pesar de no
haber sido embalsamado o preservado de ninguna manera.
Entre las
religiones, especialmente la Católica, se ha considerado desde
tiempos remotos la incorruptibilidad de un cuerpo como signo de
santidad, y de allí que por todo el mundo hay templos donde se
veneran infinidad de cuerpos (y partes) conservados,
considerándoselos reliquias sagradas. Aunque los archivos de la
historia dicen que este particular “milagro” se ha visto en todo
tipo de personas, muchas de ellas comunes, que no predicaban ninguna
espiritualidad ni forma de vida especial.
De la red extraemos
por ejemplo el siguiente texto:
El misterio en torno
a estos cadáveres no se ha resuelto todavía de forma satisfactoria.
Unos se han conservado de forma deliberada recurriendo a técnicas
especiales de embalsamamiento, pero otros se han mantenido intactos
accidentalmente. En cualquier caso, son cuerpos cuya conservación
parece milagrosa, ya que no presentan la rigidez de las momias, ni
están tan secos como estas. Además, con frecuencia se han
preservado frescos en condiciones de humedad y temperatura que suelen
favorecer la putrefacción.
Algunos ejemplos son
realmente sorprendentes. Santa María Magdalena de Pazzi fue
desenterrada un año después de su muerte y, aunque sus ropas
estaban húmedas, su cuerpo se mantenía intacto. Lo mismo le sucedió
a Santa Magdalena Sofía Barat, cuyo cuerpo se mantuvo perfectamente
conservado con ropas húmedas y mohosas dentro de un ataúd que se
encontraba en avanzado estado de desintegración. Según la costumbre
de su época, Santa Catalina de Bolonia, fue enterrada sin ataúd,
directamente en el suelo, pero su cuerpo se preservaba intacto
dieciocho días después. Otro caso espectacular es el del religioso
del rito maronita Charbel Makhloud (1828-1898), enterrado también
sin ataúd: durante su exhumación el cadáver fue encontrado
flotando en el barro en una tumba inundada, pero incluso en la
actualidad permanece flexible y emite una especia de fluido
sanguinolento.
Se conocen los casos
de algunos santos martirizados cuyos cuerpos soportaron condiciones
durísimas, como el enterramiento en el agua o haber sido sepultados
con heridas abiertas, lo que potencia la corrupción del cadáver. El
ejemplo del jesuita polaco San Andrés Bobola(1591-1677) es
prototípico: fue brutalmente torturado y asesinado y su cuerpo
permaneció colgado varios días a la intemperie sin descomponerse.
Sus discípulos le enterraron en una cripta y sesenta años después
un equipo médico confirmó que, a pesar de las heridas abiertas,
estaba incorrupto. La conservación de su cuerpo fue reconocida
oficialmente en 1835.
La lista de santos
incorruptos como los citados es exhaustiva. La investigadora Joan
Carroll Cruz ha contabilizado al menos un centenar de ellos en su
libro “The Incorruptibles” (1974), pero hay muchos más, ya que
también se conocen casos de personajes no santificados. ¿Cómo se
explica que estos restos mortales hayan permanecido en ese estado
aunque muchos de ellos fueran enterrados en las citadas
circunstancias?
Sin embargo, a la
luz de la ciencia exhaustiva, los verdaderos casos de cuerpos
“incorruptos” en el fondo son bastante reducidos, teniendo en
cuenta que las historias de cuerpos conservados “a la intemperie”
hay que tomarla con pinzas. Primero porque muchos de ellos
simplemente se han momificado, son momias[1] típicas, un proceso
bastante común y para nada milagroso. Segundo, porque una
investigación científica realizada a fines de los años 80, con
participación y colaboración de la propia Iglesia Católica, arrojó
la novedad de que al examinar varios de los cuerpos se encontró que
habían sido embalsamados o preservados artificialmente mediante
diferentes técnicas. Esto es un dato curioso ya que las leyendas
sobre cada “santo” nunca aportaron este dato. Parece ser que se
“olvidaron” un pequeño detalle a la hora de correr la voz sobre
el “milagro”. Del asunto se hizo un documental de History Channel
llamado “Cuerpos incorruptos” (Santed preserved! original en
inglés).
Para mencionar un
caso comentamos el de Santa Margarita de Cortona, fallecida hace 700
años, cuyo cuerpo fue examinado en 2001 encontrándose varias
incisiones cosidas con hilo en lugares como el pecho, el abdomen y
los muslos, significando esto que había sido embalsamada y
preservada.
El cuerpo del papa
Juan XXIII por ejemplo no fue embalsamado pero sí conservado
artificialmente gracias a la inyección de determinadas sustancias,
tratamiento más moderno que ha reemplazado a la antigua extracción
de los órganos (embalsamamiento) y que se ha realizado sobre muchas
figuras famosas, como el ex presidente argentino Juan Domingo Perón.
Santa Virginia
Centurione Bracelli, EJEMPLO DE MOMIFICACION NATURAL
Beata María
Fernández Coronel, EJEMPLO DE MOMIFICACION NATURAL
Santa Verónica
Giuliani – San Sylvano EJEMPLOS DE CUERPOS CON BAÑO DE CERA,
PRESERVADOS ARTIFICIALMENTE
EJEMPLO DE CUERPO
“INCORRUPTO”
Sobre esta santa
extraemos de la red lo siguiente:
Tras dos años de
penosa enfermedad murió el 9 de enero de 1703, a la edad de 75 años.
La fama de santidad y el prestigio social que había alcanzado hizo
que su cadáver permaneciese expuesto en la iglesia por 6 días. El
cuerpo permaneció incorrupto, caliente y flexible en todo momento,
por lo que no se le dio sepultura. En 1742 el obispo de Orihuela, D.
Juan Elías Gómez de Terán, al encontrarlo todavía intacto, mandó
que el cadáver permaneciese en un arca sin ser enterrado. Así se ha
conservado hasta la actualidad, permaneciendo todavía incorrupto y
flexible.
Cuerpo conservado
naturalmente del sacerdote budista de Siberia Dashi Dorzho Itigilov,
fallecido en 1927
El caso del ganadero
mexicano Víctor González Chamlati, muerto en 1943 y exhumado 65
años después encontrándose en perfecto estado de conservación.
González Chamlati
era una persona común y corriente que no profesaba ninguna fe en
especial, fue muerto de un escopetazo por la espalda por un vecino
suyo, como venganza por haber matado al perro de éste cuando se
adentró en su propiedad.
Veamos que dice la
ciencia sobre la “incorruptibilidad cadavérica”. Según ciertos
factores de índole ambiental, como ser temperatura, humedad,
propiedades de los suelos (presencia de ciertos minerales como plomo
en altas cantidades –retrasa la putrefacción–), pH, etc, sumado
a un medio estéril, puede suceder un proceso de transformación de
la grasa subcutánea (bajo la piel) del cadáver, denominado
“adipocira”. Tras haberse producido la primera fase de
saponificación[2] de los tejidos por hidrólisis[3] de las grasas,
las partes blandas como la piel se transforman en un material de
apariencia plástica, conocida como “cera cadavérica”; la cual
hace de una especie de “capa” o coraza protectora sobre el cuerpo
impidiendo que el proceso de putrefacción penetre al interior del
cadáver.
Con respecto al
llamado “olor a santidad”, es decir, a los aromas florales y
dulces que supuestamente se dice desprenden los cuerpos
“incorruptos”, hecho registrado desde la antigüedad, la ciencia
explica el asunto como un efecto del contacto del aire
(específicamente el oxígeno) con esta cera en la que se ha
transformado la piel del cadáver.
Para datos más
técnicos extraemos de la red el siguiente texto, cuyo autor es el
Prof. José Reverte Coma, del Museo de Antropología Médico-Forense,
Paleopatología y Criminalística de Madrid, España:
[…] Existen otras
formas de conservación de cadáveres en las que no interviene la
técnica humana y que hacen quedar al cuerpo incorrupto. Esto puede
suceder por dos caminos opuestos, quedando el cadáver con un notable
grado de semejanza a como era en vida. Los dos caminos son lasequedad
y la humedad.
La sequedad produce
la momificación espontánea o natural. Se trata de un proceso de
desecación espontánea o natural que impide la putrefacción y
descomposición del cadáver. Puede ser total o parcial. Este
fenómeno se da en algunos lugares como son las criptas de algunos
monasterios donde la sequedad del ambiente y la ausencia de insectos,
unido quizás al hecho de que el cuerpo estaba emaciado (consumido)
tras larga y consuntiva enfermedad, exento de grasa y a la existencia
de un medio interno adecuado para destruir las bacterias responsables
de la putrefacción, permite que el cuerpo se deseque en forma
natural conservándose incorrupto por tiempo indefinido. Esto sucede
con mucha frecuencia en cadáveres enterrados en cementerios de
nichos.
Un caso notable son
las criptas del Convento de Capuchinos de Palermo (Italia) donde pude
ver 850 momias muy bien conservadas, algunas de ellas desde hace
varios siglos. También he visto en algunas criptas de España
cantidad de cuerpos momificados muy bien conservados y cuerpos de los
llamados “incorruptos” que se encuentran generalmente en iglesias
y conventos de muchos lugares de España donde se han dado las
condiciones adecuadas para preservarlos de la corrupción.
Otro camino, opuesto
al anterior, paradójico, es cuando el cadáver queda en un ambiente
dehumedad relativa, pero estéril. Se produce el fenómeno llamado
“adipocira” (de adipós, grasa y cira, cera). Consta de varias
fases o momentos evolutivos: la saponificación que consiste en una
transformación de los tejidos en jabones por hidrólisis de las
grasas. Sigue a ésta una segunda fase llamada fase plástica,
durante la cual las partes blandas se transforman en un material
parecido a la plastilina, desapareciendo las estructuras
microscópicas, pero manteniéndose la forma y el aspecto exterior.
La piel queda elástica convirtiéndose en una especie de badana como
si la hubiesen curtido.
Aún hay otras fases
posteriores, que aunque menos frecuentes, he tenido la ocasión de
ver y estudiar. Consiste en la transformación de los tejidos en
cera, auténtica cera como la de una vela derretida, que mantiene la
forma de los órganos con gran precisión. Queda a veces tan perfecta
que se pueden diagnosticar al cabo de los siglos hasta las cicatrices
que tenía en la piel el sujeto. Tengo varios casos en el Museo de
Antropología y Paleopatología creado por mí en la Escuela de
Medicina Legal de Madrid (España).
La transformación
del tipo adipocira en cera cadavérica es lo que ha dado origen a la
creencia de que hay cuerpos incorruptos debido a causas
sobrenaturales y no hay tal cosa. Durante las excavaciones que se
hicieron en el Cementerio de los Inocentes de París (Francia) por el
Dr. Fourcroix, se hallaron centenares de cuerpos incorruptos en las
fosas comunes donde se almacenaban hacía siglos miles de cuerpos
apilados. Fue este autor el que describió por primera vez el
adipocira como un fenómeno natural aunque no pudo comprender aún la
razón fisiológica ni química del mismo.
Durante las
exhumaciones realizadas en Japón y Hawaii donde se enterraban los
cuerpos de los soldados norteamericanos muertos durante las guerras
de Corea y Viet Nam, uno de mis maestros en Antropología Forense, el
Dr. Thomas D. Stewart y los equipos que con él trabajaban hallaron
centenares de cuerpos incorruptos en diversas fases de adipocira
debido a la humedad del suelo donde estuvieron enterrados.
Un fenómeno de
conservación natural también que puede producirse espontáneamente
en determinadas circunstancias es la corificación o transformación
de la piel y tegumentos en un cuero de una dureza casi pétrea. Tengo
una cabeza en la colección de nuestro Museo que se conserva en esta
forma perfectamente.
Aún puede darse
otro caso y es la petrificación o transformación de las partes
blandas en un material pétreo como roca o como una estalagtita,
debido a la infiltración por hidroxiapatita y carbonato cálcico.
Tenemos otro caso de este tipo en el Museo. Se trata de un sujeto
hallado en una cueva kárstica. La cara del individuo parece la de un
hombre recién muerto, pero es muy antiguo y es piedra pura. Este
fenómeno se puede presentar en cuerpos depositados en cuevas
kársticas con infiltraciones de agua y sales. Aunque es un fenómeno
raro, sin embargo es posible como forma de conservación natural.
En esta rápida
ojeada podemos observar que la posibilidad de que haya cuerpos
incorruptos depende de factores ambientales y factores internos del
cadáver y si ambos coinciden, no es de extrañar que este fenómeno
se presente sin necesidad de achacarlo a nada sobrenatural, tendencia
por otra parte que tiene el ser humano al no poder comprender la
razón de estos fenómenos.
Queda entendida
entonces la explicación que la ciencia oficial da sobre el fenómeno
denominado “incorruptibilidad cadavérica”. Hay otros procesos
también desde luego, como la momificación natural e incluso las
transformaciones que puede sufrir un feto muerto y retenido dentro
del útero materno, el cual puede llegar incluso a petrificarse si no
es expulsado naturalmente (como generalmente sucede en cierto tiempo)
o mediante cirugía obstétrica. La medicina forense conoce a la
perfección estos asuntos ya que justamente se dedica a ellos; por lo
cual es innecesario describirlos, además de que ya escapa a nuestro
objetivo aquí, siendo “harina de otro costal” como dice la
consabida frase.
Para las
explicaciones “esotéricas” o paranormales, otros alegan que la
causa es la vida espiritual del difunto, que se manifiesta victoriosa
sobre la materia corporal mediante una transformación bioquímica
que va más allá del último suspiro; partiendo de la hipótesis de
que si la degradación del cuerpo está directamente relacionada con
las potencialidades de la mente, se llega a la conclusión de que la
incorruptibilidad orgánica es una consecuencia de esas facultades y
de las pautas de comportamiento durante la vida física…
———————————————————
[1] La palabra MOMIA
deriva del árabe mumia que significa betún y en persa la
palabramumiai que significa asfalto.
[2] SAPONIFICACION:
Reacción que produce la formación de jabones. La principal causa es
la disociación de las grasas en un medio alcalino, separándose
glicerina y ácidos grasos. Estos últimos se asocian inmediatamente
con los álcalis constituyendo las sales sódicas de los ácidos
grasos: el jabón.
[3] HIDRÓLISIS:
Reacción química entre una molécula de agua y otra molécula, en
la cual la molécula de agua se divide y sus átomos pasan a formar
parte de otra especie química. Esta reacción es importante por el
gran número de contextos en los que el agua actúa como disolvente..
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