Canalización del Yo
Superior de Denyse.
Interlocutor: Daniel
Interlocutor:
Preguntas realizadas por J.L.; la primera inquietud es: ¿Qué son
los egrégoros?
Esto viene de un
texto que dice: “Podemos crear pequeños “espíritus” –por
así decir-, o una pequeña energía creada mentalmente; también
podemos crear energía positiva, que es similar a la fe, y sería el
opuesto de los egrégoros”.
Denyse: Bueno, este
texto es un poco simple en el sentido de tratar de explicar este
fenómeno mental, aunque no está muy claro, está algo incompleto;
en todo caso no es muy importante si se le llama egrégoro, o de otra
manera; creo que para utilidad de esta canalización lo importante
del tema es saber que los seres humanos tenemos un poder que está
dado por nuestra parte espiritual en conexión con nuestra
conciencia, con nuestra alma; ese poder es el poder de crear, y el
uso de este poder creador, desafortunadamente por nuestro estado de
adormecimiento, por ese estado de inconsciencia en el que a
comunmente estamos, no lo empleamos de la manera más sabia posible.
Entonces, cuando se
dice que existen “espíritus” –entre comillas-, o entidades que
los seres humanos somos capaces de crear a través de ese poder, de
nuestra energía mental, a lo que se están refiriendo, tal como lo
explicaban los antiguos alquimistas, o magos, es a la creación de
formas mentales, es decir, energía mental que podemos proyectar, que
genera una forma, con unas cualidades y una intencionalidad
determinadas.
Se le han llamado
egrégoros a estas grandes fuerzas mentales que cobraban vida por sí
mismas porque eran la suma de diferentes proyecciones de energía
mental de varias personas, particularmente de un grupo que tuviera
una finalidad común, o un pensamiento común, o compartían un
arquetipo colectivo, un deseo colectivo, una visión colectiva o
paradigma.
Cuando varias
personas se ponen de acuerdo, o sin ponerse de acuerdo
necesariamente, pero coinciden entre sí en un mismo pensamiento, en
una misma idea, al proyectar ese pensamiento, esa idea, liberan esa
energía y forman entre todos esa gran macroenergía o fuerza viva de
energía mental que influye sobre todo el grupo en general. Eso es el
egrégoro.
En el texto se le
confunde con “espíritu” porque tiene características similares
a una entidad individual, pero son fuerzas de energía que no tienen
conciencia de sí mismas, simplemente son creadas y habitan el plano
astral, y empiezan a afectar nuestras emociones, influencian nuestros
estados anímicos, e influencian nuestras decisiones si estamos
dormidos; si no somos conscientes somos arrastrados por esa fuerza
creada por todos.
Algunos ejemplos de
la cotidianidad nuestra son las energías que se forman entre los
aficionados al fútbol e incluso dentro de los diferentes clubes, o
cualquier otro deporte con el cual alguien se “identifique”.
También los que tienen un determinado tipo de música como afición
y se reúnen, o un estilo de baile particular. En este grupos de
aficionados se crean egrégoros.
También en los
sitios de reunión de religiosos, en una determinada iglesia, o en
algún grupo político, o en una comunidad que tenga una actividad
cultura tradicional o unas acciones que los hagan identificarse como
grupo, también vive en esa fuerza del egrégoro, como entidad viva,
si se le puede llamar así, que está infiltrada en una mentalidad
colectiva, y que los va a afectar.
Si una persona dice
‘yo me siento movida por ese grupo o afición’, ‘cuando entro
acá o estoy con ellos, me dejo contagiar de todo el mundo’, ‘desde
que me uní a este grupo he terminado pensando prácticamente como
ellos’; esto que las personas expresan es la fuerza del egrégoro
actuando en ellas.
Es un poco más
amplio el concepto de lo que se planteó en el texto; pero puedo
percibir la intención de la pregunta y entiendo que, aunque haya
aclarado un poco esto, no es tan fácil de comprender; porque a la
mayoría nos cuesta entender que detrás de lo que vemos
cotidianamente como cuerpos físicos existan otras realidades que son
invisibles, que hacen parte de otros planos, pero que también tienen
energía emocional y mental, proveniente de nosotros mismos. Y como
dichas energías mayormente son densas, de esa misma forma se genera
el egrégoro.
Otro ejemplo de
formas mentales creadas por nosotros es lo que comúnmente se conoce
como larva astral, que es la energía creada por una sola persona,
que es densa y llega a parasitar al individuo; es decir, una vez yo
creo a esa energía, esta me sigue acompañando como una especie de
mancha pegada a mi aura…
Interlocutor: ¿Y
los residuos energéticos de entidades desencarnadas… o encarnadas
también?
Denyse: Encarnadas;
el encarnado es el que tiene el poder de crear las formas mentales…
Ahora, la energía abandonada por personas desencarnadas es aquello
que creo en “vida” física y quedó en su cuerpo astral. Luego
cuando el Alma se desprende de este cuerpo astral, se le llama
cascarón astral y también parecen entidades (fantasmas)…pero es
solo residuos energéticos que al tiempo se desintegran y no tienen
ningún poder ni voluntad.
Interlocutor: Trato
de ponerme en el lugar de una persona que no entiende mucho de estos
temas… como preguntaría una persona común…
Denyse: Si,
claro!...La persona que ya ha desencarnado es otra historia, ya que
los cuerpos que lo mantuvieron en este plano de manifestación
física, que son su cuerpo mental básico o denso, su emocional o
astral, energético o vital y obviamente el físico están haciendo
parte de esos planos correspondiente y allí se empiezan a
“descomponer” cuando la persona queda como un Alma pura, se
encuentra consigo misma.
Pero esto no pasa
eso en todos los casos, y entonces ya estaríamos hablando de otra
cosa muy diferente, como por ejemplo la influencia de una entidad que
recién desencarna, y está apegada al plano físico con su cuerpo
astral, y es diferente eso a hablar de las energías que nosotros
mismos creamos. Algunos hablan de “espíritus del error”, como
mal les han llamado, atribuyéndoles la capacidad de hacer “foco”,
que se podría entender como una forma de creación de energía. Dudo
que esto pueda ser posible, pero hay que saberlo diferenciar de lo
que los seres encarnados generan diariamente con sus pensamientos,
con sus emociones en el diario vivir. Somos nosotros los que
“focalizamos”, o sea estamos creando en nuestro ambiente y quedan
adheridas al campo áurico de ellos mismos y de otras personas
también.
Hemos mencionado dos
formas mentales: egrégoros y larvas astrales; son formas de energía
viviente que el ser humano es capaz de crear a partir de la
proyección de su energía mental y emocional hacia el exterior, y de
ahí en adelante se pueden explicar otros “fenómenos”, que en
realidad son parte de nuestra naturaleza humana. Cuando hablamos de
las agresiones psíquicas que se hacen a otras personas, cuando se
dicen que envían energías negativas como envidias y rencores, ese
tipo de cosas, se está hablando exactamente de lo mismo, de creación
de formas mentales de energías que pueden afectar a los demás con
el solo hecho de imaginarlas, visualizarlas, pensarlas, con una
intencionalidad generalmente negativa hacia los demás.
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