LOS HOMBRES
DEGRADADOS
por Horacio Velmont
Hace muchos años,
cuando leía La Doctrina Secreta de Blavatsky, un párrafo me llamó
la atención, el cual decía que los hombres no descienden del mono,
sino que los monos proceden del hombre.
Ya me había
olvidado de esa revelación cuando lo mismo, pero dicho de otra
forma, lo encontré leyendo El Evangelio de Nerón, donde Jesús
decía que los simios eran hombres que habían caído en la
imperfección.
Naturalmente que lo
consulté con los profesores del Grupo Ruanel, y Daniel, su director,
me lo confirmó e incluso que los mismos Primordiales lo enseñan
así.
Lo primero que hay
que tener en cuenta que todos somos espíritus que nos manifestamos
en el plano físico mediante un cuerpo, sin el cual no podríamos
operar en él. Y en segundo lugar que si el espíritu se oscurece o
se densifica a causa de nuestro comportamiento errado en la
encarnación -léase actos hostiles en contra de nuestros semejantes-
el organismo que tendremos al encarnar será compatible con el estado
de nuestro espíritu.
Es de suponer, con
toda lógica, que un espíritu que es atraído por la fuerza del
Karma a encarnar en un simio, más vale que está recogiendo lo que
ha sembrado en vidas anteriores.
También es de
suponer que muchas veces puede darse el caso de que un simio denote
que detrás de ese cuerpo hay un espíritu que alguna vez encarnó en
un ser humano. Es precisamente el caso de
Washoe, la chimpancé
que pensaba que era humana
http://misterios.co/2015/09/22/washoe-la-chimpance-que-pensaba-que-era-humana/
El animal más
inteligente del mundo
El lenguaje de señas
Autoconciencia y
emoción
Muerte y
controversia bioética
La brecha que separa
a los animales de los seres humanos en algunas ocasiones pareciera
diluirse. Eso lo vemos cuando un animal se torna sensible, emotivo,
capaz de comunicarse, no sólo con otros de su especie, sino con el
ser humano y, lo que es más, cuando vemos que es inteligente, capaz
de construir algo que requiere de inventiva.
El animal más
inteligente del mundo
Y Washoe quizás sea
el ejemplo más significativo, una hembra chimpancé que nació en
1965 y que murió en el año 2007, a los 42 años de edad. Ella fue
el primer animal, el primer no-humano en aprender a comunicarse
mediante un lenguaje. Los chimpancés, por su propia fisionomía, no
podrían llegar a vocalizar, a pronunciar palabras, por lo cual los
tutores de Washoe, en la Universidad de Nevada, le enseñaron el
lenguaje de señas americano como parte de un proyecto de
investigación acerca de la adquisición del lenguaje en animales.
El lenguaje de señas
El proyecto tuvo
éxito, y Washoe aprendió 350 palabras y, lo que es más, ella, de
su cuenta, se lo enseñó a su vez a Loulis, su hijo adoptivo. Ella
se crio como un niño humano y tenía acceso a la ropa, peines,
juguetes, libros, y un cepillo de dientes. Así mismo, se sometió a
una rutina regular con las tareas, juegos al aire libre y paseos en
el coche de la familia.
Un día, mientras
sus tutores, Allen y Beatrix Gardner, paseaban con ella y al pasar
por un algo donde había un cisne ella expresó las palabras: agua y
pájaro. Pero Washoe también aprendía sólo de la observación.
Ella era capaz de generar nuevas combinaciones a partir de las
palabras que ya había aprendido. Por ejemplo, en alguna ocasión, al
ver un termo expresó las palabras: taza, metal y bebida.
Autoconciencia y
emoción
La chimpancé
también llegó a desarrollar la conciencia de sí misma, así como
de la emoción. En alguna ocasión le pusieron delante un espejo y le
preguntaron que qué veía, y ella contestó: “Yo, Washoe”. En
otra ocasión Kat, una de sus cuidadores estaba embarazada y, debido
a complicaciones, debió de ausentarse de su trabajo y perdió a su
hijo. De regreso Kat le pidió disculpas a Washoe por haberse
ausentado, aunque decidió contarle la verdad. Le dijo: Mi hijo
murió. Ante la noticia Washoe agachó la cabeza por un rato, luego
volvió a levantarla, miro a Kat a los ojos, le tocó la mejilla y,
aunque no lloró, le dijo la palabra: “llorar” y dibujó una
lágrima.
A partir de 1980
Washoe vivió en la Universidad central de Washington donde gustaba
de jugar con las muñecas, comunicarse, cepillarse los dientes,
pintar o tomar el té. Cuando nuevos estudiantes llegaban a trabajar
con Washoe, ella reducía el nivel de expresión para con ellos, lo
que en algunos casos resultaba humillante para ellos.
Uno de los episodios
más conmovedores sucedió cuando fue relacionada con otros
chimpancés, ante lo cual ella sufrió una crisis de identidad y,
aunque con el tiempo logró relacionarse bien con ellos, en principio
parecía sorprendida al percatarse de que ella no era humana.
Muerte y
controversia bioética
El 30 de octubre de
2007, miembros del Instituto para la comunicación entre chimpancé y
humano, anunciación que Washoe había muerto. Tras ello, Washoe
recibió varios elogios y generó un enorme impacto en la bioética.
Algunos expertos inclusive señalaron que ella no sólo había creado
relaciones cercanas con los seres humanos, sino personales, que era
emocionalmente sensible y que, por consiguiente, era merecedora del
mismo estatus moral que se le concede a los seres humanos.
El trabajo realizado
con Washoe y otros primates motivó al proyecto gran simio para
trabajar por incluir a los grandes simios no humanos como chimpancés,
orangutanes y gorilas dentro de la comunidad de iguales, otorgándoles
el estatus moral y protección legal que sólo disfrutan los seres
humanos actualmente, con el objetivos de ponerlos en el estatus moral
de personas, a cambio de propiedad privada.
Creo que no es
necesario abundar más en este asunto para darnos cuenta de que los
simios -y por supuesto todos los animales- son también nuestros
semejantes.
Y hasta puede darse
el caso de que ese monito que tenemos como mascota haya encarnado en alguna
vida anterior como un familiar nuestro. Que todo es posible en la
Viña del Señor…
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.