¿SOMOS EL ALIMENTO
DE LOS DIOSES?
por Horacio Velmont
Sin duda alguna el
tema de los sacrificios humanos es algo que ha intrigado a todos los
investigadores que han examinado el fenómeno, precisamente porque no
se puede atribuirlos únicamente a los prueblos primitivos, en razón
de que no solo se continúan haciendo, incluso en la civilización
actual, que se supone ha dejado atrás muchos atavismos, sino porque
quienes los perpetran pertenecen también a las clases altas de la
sociedad.
La pregunta clave es
porqué se hacen estos sacrificios de seres humanos indefensos, que
por supuesto son forzados a someterse a torturas y muertes, qué es
lo que obtienen quienes los propician o ejecutan con tanto desprecio
de las vidas que masacran.
Quienes comentan
estos rituales siempre han hecho hincapié en que los pueblos
primitivos los han practicado para apaciguar el enojo de los “dioses”
o para que ellos les brinden buenas cosechas.
Estas explicaciones
para justificar los sacrificios que hacían los pueblos primitivos a
sus dioses casi parecía como algo lógico dada la obvia ignorancia
imperante en esas épocas, pero dichas explicaciones no parecían
tener sentido en las civilizadas. Y éste era el dilema que parecía
insoluble.
Que reyes y
gobernantes pertenecientes a los estratos más altos de la sociedad
se dedicaran a esas atrocidades sonaba como algo contradictorio, por
lo que uno no podía menos que preguntarse cuál sería la razón de
que los hicieran casi como algo normal.
El satatanista más
famoso del mundo, Aleister Crowley, que también era masón,
propugnaba el sacrificio humano y confesó sacrificar incluso a
niños. ¿Por qué sacrificar teambién a niños?, uno no puede menos
que preguntarse.
En su libro de 1929,
“Magia en teoría y práctica”, explica las razones para la
muerte ritual y por qué los niños pequeños son las mejores
víctimas: “Era la teoría de los magos antiguos que cualquier ser
viviente era un almacén de energía que variaba en cantidad de
acuerdo con el tamaño y la salud del animal, y en calidad de acuerdo
con su calidad mental y moral. En la muerte de este animal esta
energía es liberada repentinamente. Para el trabajo espiritual más
alto uno debe en consecuencia escoger a esa víctima que contiene la
fuerza mayor y más pura. Un niño varón de perfecta inocencia y
alta inteligencia es la víctima más satisfactoria y apropiada”.
Crowley añade una
nota al pie de página señalando que de acuerdo con los registros
del satanista Frater Perurabo, él llevó a cabo justo tal sacrificio
150 veces todos los años entre 1912 y 1928. Es decir que este único
hombre sacrificó a más de 2500 niños jóvenes ritualmente en ese
período.
Para despejar todas
las dudas acudimos, como lo hacemos siempre, a los profesores del
Grupo Ruanel, en este caso a Denyse, quienes solícitos nos brindan
las respuestas, agradeciéndoselas infinitamente porque sabemos que
muchas vecen les tienen que robar horas al sueño para poder
brindarlas
Téngase en cuenta
que cuando Denyse habla de Primordiales se refiere a los Hombres
Primordiales que habitan en la civilización del interior de la
Tierra, la llamada “Tierra Hueca”, donde se halla el famoso
“Jardín del Edén” o “Paraíso”, que no es un lugar
espiritual sino físico. Las referencias a Loki es a Jehová, también
conocido como Yahvé y Satanás, entre muchos otros nombres.
Denyse: Para
comprender este asunto debemos primero mencionar que desde hace
varios miles de años estos seres experimentan un proceso involutivo
gradual. Todos los Primordiales que desafortunadamente siguieron los
pasos de Loki en esta abominación de querer “superar” las leyes
Universales y distorsionar la Naturaleza creando cuerpos físicos
degenerados tanto en animales como en seres humanos (y plantas), han
caído ellos mismo en esta misma trampa, es decir, estos seres están
recibiendo las consecuencias mas directas de la entropía que ellos
mismos crearon.
Ellos mismos, debido
a esa terquedad de querer permanecer “por fuera” de las leyes
naturales, han terminado cayendo en su propia trampa involutiva. Se
comprende así que un proceso de este tipo, completamente
insostenible para la Ley de Evolución dentro del Principio Vida,
conlleva tarde o temprano a que estos seres mueran tanto en cuerpo
como en alma, especialmente sus descendientes, es decir, los clonados
que han permanecido bajo su dominio, bajo su control.
Algunos de estos
seres ya ni siquiera vuelven a encarnar, ya que por leyes kármicas,
una vez su vehículo físico ha desaparecido, deben permanecer en el
plano astral más denso, o como sucede en otros casos, dichos seres,
por medio de prácticas y rituales de magia negra ancestral, se
quedan “viviendo” en este plano ejerciendo control sobre el plano
físico.
Así como existen
Guerreros de Luz, los cuales desde un nivel astral superior ayudan,
aconsejan, apoyan y guían a aquellos que estamos a favor del Bien y
la Liberación, en otras palabras, tratando de retornar al espiral
Evolutivo, por otro lado existen también guerreros de la oscuridad
por llamarlos de alguna manera, semejantes a demonios no encarnados,
almas demasiado densas, degeneradas y “desfiguradas” que han
perdido ya mucha Luz Espiritual, y obviamente este grado tan grande
de desconexión con la Esencia, hace muy limitada su capacidad de
supervivencia tanto en el plano astral como en el físico, y debido a
esto deben recurrir a técnicas artificiales de supervivencia,
basadas en rituales muy oscuros y densos por supuesto.
Entonces, la razón
por la que desde hace muchísimo tiempo, el cual desconozco con
precisión, se vienen realizando este tipo de rituales, es la de
“alimentar” y sostener esa vida de manera artificial.
En un estado
Natural, Evolutivo, un Guerrero de Luz puede permanecer en el plano
astral por largo tiempo debido a que su vehículo astral está
completamente purificado, sano, fuerte y rojo como diamante; por el
contrario, los seres degenerados a los que nos referimos tienen un
vehículo astral tan profundamente contaminado de errores
psicológicos y “demonios” internos que la posibilidad de
mantenerse y sobrevivir en el astral por sí mismos es prácticamente
nula.
Explicándolo de
otra manera, podríamos decir que estos seres tienen dificultades tan
inmensas de supervivencia, simplemente porque todo el tiempo viven
“contra-natura”, van en contra de lo que ellos mismos son en
Esencia, Espíritus, y eso es una absoluta locura, es decir, deben
sostenerse dentro de un proceso que va completamente en contra de las
Leyes Naturales Universales, las cuales son siempre Evolutivas.
Intentar sobrevivir
dentro de un proceso completamente artificial y antinatural, como lo
es una espiral involutiva, demanda cantidades absurdas de energía,
ya que son precisamente estos seres “conscientes” los que deben
sostener artificialmente dicho espiral, de otro modo éste se
desvanecería por si solo al cabo de algún tiempo debido a la
constante intervención de las Leyes Naturales Evolutivas.
El proceso de seguir
alimentando parásitos psicológicos para poder seguir sosteniendo la
monstruosidad en la que ellos se han convertido, y por ese mismo
camino para seguir intentando tener el poder que desean, al igual que
sus aberradas necesidades de controlar y esclavizar al planeta entero
y a aquellos que consideran inferiores a ellos, demanda tal cantidad
de energía que obligadamente necesitan robar la energía astral de
los demás,¿ y quienes son los demás?, pues en este caso puntual
que estamos tratando nos referimos precisamente a seres vivos, ya
sean animales o humanos.
Mediante torturas,
la persona o animal sacrificado libera energía cargada de profundo
terror y sufrimiento, y así, esta energía emanada es literalmente
absorbida por dichos seres densos y utilizada como alimento para
mantener la oscuridad que ellos mismos son y causan. Necesitan
alimentarse de oscuridad, necesitan alimentar sus propios demonios
psicológicos y la única manera de lograr esto es hacer sufrir a
otros seres vivos, y como ya los animales no les basta, pues
lógicamente el humano es la opción a seguir en el “menú”.
Por supuesto Loki
también practicaba este tipo de rituales, él fue el primer y
principal mago negro de este planeta, el cual enseñó todas estas
prácticas a través de los rituales que los Hebreos e Israelitas
realizaban, prácticas que están narradas en la propia biblia
judeo-cristiana cuando se sacrificaba a los primogenitos o a
animales, entre otros varios ejemplos.
Esto ocurría con
mucha frecuencia y en gran cantidad en el caso específico de
animales; Entonces, lo que hacían era beber la sangre, y de esta
manera absorbían la energía astral de dicho ser. La sangre contiene
prana. Cuando nosotros respiramos, la energía pránica circula a
través de los glóbulos rojos en forma de corpúsculos energéticos.
Esta energía pránica sigue estando presente aun cuando la sangre de
un ser vivo es liberada. En medio de la tortura esa persona o animal
sigue con vida, por lo tanto la energía continúa ahí.
Durante un
sacrificio, durante una tortura y proceso de sangrado de un ser vivo,
dicha energía pránica se puede también directamente absorber y
retener por seres desencarnados densos, vitalizándolos astralmente,
ya que este prana se puede “aspirar” desde el astral, por medio
de los vapores sutiles emanados por la sangre.
Daniel: Si, esto se
logra también quemando a la víctima del sacrificio.
Denyse: Cabe
mencionar que no solamente son dichas entidades astrales densas y
maléficas las que son vitalizadas por medio de estas prácticas,
sino que de igual manera las personas o “público” presente en el
ritual se está también “beneficiando” de todo este espectáculo
terrorífico y macabro, que vendría a ser realmente un parasitismo a
gran escala, tanto a nivel energético como emocional.
Esta es la razón
por la cual se han perpetuado este tipo de acciones. Esto sería
todo.
Creo que con las
explicaciones precedentes queda debidamente aclarada la razón de que
aún en esta época civilizada se sigan practicando estos rituales,
incluso por las clases más altas de la sociedad.
Es de tener en
cuenta que tanto quienes practican los sacrificios humanos como las
entidades que reciben sus beneficios están en una especie de “toma
y daca”, algo así como hacen los bancos con sus clientes.
Estas entidades, que
bien podemos denominarlas “demonios”, tienen poder sobre el plano
físico, y no se necesita demasiada inteligencia como para entender
que realmente pueden conseguirle a sus “siervos” los consabidos
poderes, fama, sexo, riquezas, salud y demás.
Nos imaginamos que
pueden influir en las personas al punto de que si hay un puesto
vacante, el jefe elija al “siervo” en lugar del otro que era
seguro candidato o, en última instancia, hacer que a éste lo
arrolle algún vehículo cuando cruce “distraídamente” la calle.
También nos
imaginamos que no tendrán ninguna dificultad para detener la bolilla
de la ruleta justo en el número que el “siervo” ha jugado y
hacerle ganar una fortuna o para hacer que una mujer se enamore
perdidamente de él.
Esto es lo que se ha
conocido en todas las épocas como “vender el alma al diablo”.
Pero el problema es que no es gratis, y para saber el precio que hay
que pagar finalmente basta recordar lo que le sucedió a
Loki-Jehová-Satanás, cuyas maldades lo llevaron a la disolución,
el peor destino que puede tener un ser.
.
Creo que con las
explicaciones precedentes el tema de los sacrificios humanos ha
quedado debidamente aclarado. No obstante, para quienes deseen
profundizarlo, al pie indicamos algunos links.
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