Todo lo que nos
sucede no es por azar, tiene un propósito,
y nosotros mismos
hemos propiciado ese propósito
ERRAR ES HUMANO,
REPARAR EL ERROR ES DIVINO
Lo primero que
quiero dejar en claro es que esta nota contradice mis enseñanzas
anteriores sobre el aborto, y la razón de ello es que ahora tengo
nuevos puntos de vista para considerar.
Si bien mi posición
siempre fue antiabortista, dejaba la puerta abierta para que la mujer
pudiera tomar la decisión de abortar, sin consecuencias
espirituales, cuando fuera violada. Esta idea dejaba de lado el
karma, y aquí estaba mi mayor error.
Ahora integro el
Grupo Ruanel, cuyo director es el profesor Daniel Asamuya y su
colaboradora principal la profesora Denyse Góimez, ambos médium, y
mis puntos de vista han cambiado radicalmente.
Los que integramos
este Grupo entendemos que la vida es preexistente no solo a la
concepción misma, sino también a todo lo que existe en el plano
físico en general. Y es precisamente por esa razón la importancia
que le damos a la vida misma, la cual fluye en todas direcciones, y
no solamente en el ser humano sino en todo lo que existe. Por eso
consideramos que sería minimizar el asunto decir simplemente que la
vida es preexistente solo para referirse al tema del aborto. El tema
de la vida es mucho más abarcativo.
Concebimos que la
vida no está solamente en los seres evolucionados como las plantas y
los animales, sino que también sabemos o tenemos la certeza de que
la vida pulula en muchas de miles de maneras, e incluso en los
minerales y en nuestro propio planeta, el cual consideramos como un
Ser vivo, que tiene también sus chakras, que tiene también sus
corrientes electromagnéticas propias. Y que toda esa Vida-Una nos
une y nos enlaza, y precisamente el respeto hacia todo lo que existe
en el plano físico nos debiera llamar la atención respecto a cómo
nuestras decisiones están influenciando esa vida, esa Vida-Una.
Por otra parte, no
podemos hablar, respecto del aborto, de que solo priva al espíritu
de encarnar porque estaríamos reduciendo a una insignificancia la
experiencia de los seres en el plano físico. Esta experiencia, es
importante aclarar, tiene una influencia significativa en esa
Vida-Una, en esa gran Macrovida en la que todos y todas las cosas
participan activamente en el Universo.
Sentado, entonces,
de que sería contradictorio hablar de que la vida es preexistente
reduciendo este concepto solo al aborto, veamos ahora el aspecto
referido a las muchas oportunidades que tiene el espíritu de
encarnar.
Es obvio que esta
circunstancia, por sí sola, no podría ser para nosotros una excusa,
una justificación suficiente como para decir: “Bueno, ya que
tenemos tantas oportunidades, por una más que nos rechacen no tiene
ninguna implicancia en el Universo ni de los seres que están
relacionados”.
Estamos hablando de
que la vida es un tejido en el que todos estamos envueltos. Eso nos
lleva de alguna manera a la noción también del karma, nos lleva a
la noción de que no hay ninguna acción que realicemos nosotros como
seres humanos que carezca de suficiente implicancia sobre otro Ser,
ni ninguna acción de otro ser que no tenga implicancia sobre la vida
propia. Porque estamos todos unidos por ese hilo vital.
Por lo tanto, decir
que tenemos infinidad de oportunidades es como que nos “relaja”
frente al hecho de que podamos perder una oportunidad de vida.
Nosotros no lo creemos tan así. Creemos que las cosas se mueven bajo
unas leyes a través de las cuales la naturaleza se evidencia en el
Universo, y el Universo tiene por lo tanto un orden, una belleza
ordenada que afecta todos los movimientos, la evolución y los
procesos de vida individuales de cada ser. Tiene sus motivos, sus
motores propios o razones, si las queremos llamar así, para que en
determinado momento un Ser toque a la puerta de otro ser, por decirlo
de una manera poética, para que se le permita acceder a este
espacio-tiempo, a esta realidad llamada mundo físico.
No es que suceda por
capricho de la vida, “porque sí” o por azar como algunos dicen y
defienden la existencia del azar. No es azar que nosotros escojamos,
sea consciente o inconscientemente, un ser humano para encarnar. No
es azar que nosotros tengamos una atracción vibracional, una energía
que es compatible con la de otro ser. Además recordemos que la
encarnación puede ser para misionar o para aprendizaje, y de hecho
siempre son las dos cosas.
Si una mujer fue
violada es porque atrajo esa penosa circunstancia a su vida de forma
inconsciente, mediante un karma, una situación tal que le abrió las
puertas a otro ser para que viniera a esta realidad, y eso no es algo
azaroso, eso no es algo que ocurrió “porque si”, por capricho de
la vida.
Nosotros pensamos
que si hay una Unidad en la vida, unos tejidos que se van formando y
tejiendo, esos tejidos delicados de la vida y del Universo, de alguna
manera se interrumpen y se rompen con el aborto. Estamos en un
momento de la humanidad en que la gente permanentemente está
realizando este tipo de acciones coartivas, es decir, está jugándole
a contraviento a los movimientos y las leyes de la vida.
Permanentemente estamos rechazando, por decirlo así, todo el flujo
de vida que viene apareciendo en los proyectos personales de vida y
en los proyectos colectivos. Por la misma inconsciencia, por el mismo
egoísmo, por el mismo miedo, que es el factor emocional predominante
en el ser humano hoy en día.
Entonces ¿qué
sucede cuando estamos diciendo que “voy a abortar, pues total hay
muchas oportunidades y el aborto solo es una más que se cierra”?
En este caso estaríamos negando esa vida que está próxima a
llegar, sea de la manera que llegue, una vida que tiene su razón de
ser. Cualquiera que sea la manera en que esa vida humana se nos
presente, estamos negando que la vida de ese Ser tiene su valor,
porque nuestra concepción mental rechaza, juzga la situación como
buena o como mala. Mala o negativa en este caso por ser una violación
y por lo tanto juzgamos que no es “válida”. La pregunta que nos
hacemos, entonces, es: ¿quiénes somos nosotros, como entidades
individuales, para juzgar y decir si esa eventualidad, esa situación
kármica, esa situación particular que calificamos de negativa, esa
situación de atracción energética que ocurrió, no es apta para
que se le dé un flujo de vida natural, para que se le impida la
existencia en este plano?
Esta pregunta muchos
la toman de una manera muy religiosa afirmando que “no somos Dios
para decidir por la vida”, pero en rigor no se trata de
religiosidad, se trata de una concepción amplia del sentido de la
vida, del funcionamiento de las cosas y del saber por qué ocurren
las cosas.
Por ejemplo, es
importante al hablar de este tema mencionar a las energías kármicas
involucradas, a todo lo que la persona tendría que tener dentro de
ella misma y lo que tendría que atraer a su vida para que esa
situación la tenga que vivir. Porque dicha persona ha creado cada
una de las situaciones de su vida, pero muchas veces de manera
inconsciente, y por eso la violación de la cual fue víctima la está
dejando de asumir con valor a través de su rechazo, y una vez aborte
como concreción de dicho rechazo tendrá que vivir nuevas
experiencias, quizás bajo otras formas o repitiendo la misma
situación, hasta que su postura y actitud sea de confrontación
consigo misma.
Es importante
recalcar que nada nos sucede en esta vida por azar, sino por nuestra
propia decisión, aunque no recordemos haberla tomado. Acudir al azar
para desligarnos de una situación que nosotros mismos hemos creado
es un error del cual tarde o temprano nos traerá consecuencias que
deberemos asumir.
Por otra parte,
también está haciendo a un lado la posibilidad de otro ser humano
de aprender y para un humano afectado por dicha situación
particular, no solamente la oportunidad de aprender, sino también de
rehacer su vida a partir de esa experiencia.
En mis escritos
sobre el aborto he afirmado que lo único que sucede con el aborto es
la eliminación de una parte del cuerpo físico.
También he dicho
erróneamente que el espíritu ingresa al feto, y solamente un 10%,
varios días después del momento de la concepción, y generalmente a
los 20 días ya está incorporado en el embrión. Y también he
acotado que hay excepciones, ya que a veces lo hace a los 50 ó 60
días, supeditado a la conformación correcta del receptáculo de la
mujer que lo albergará.
Lamentablemente,
estos conceptos, reitero, son erróneos. Hablar de que el espíritu
encarna en un determinado porcentaje, y más aún concretarlo en un
10 %, es absurdo. No existe tal porcentaje, por más que sea cierto
que el espíritu no encarna en su totalidad.
Si comparáramos al
espíritu con un globo lleno de aire al que se le hace un globito más
chico y se lo ata con un piolín, y decimos que la proporción de uno
y otro es 90 % y 10 %, estaríamos dando una idea errada de lo que es
el espíritu y de lo que es la encarnación.
No es tan simple en
absoluto. Nuestro espíritu no está solamente “en un plano
espiritual”, sino también está al mismo tiempo en muchas
dimensiones o densidades (niveles vibratorios). Reducirlo a que mora
en una sola dimensión es reducir la verdad a una simpleza. Veamos
lo que dice la profesora Denyse Gómez sobre el particular:
.
“… Sucede que
todo eso se basa en algo que se toma como si fuera la verdad de las
verdades y hay otras visiones, otras formas de explicar el proceso de
la encarnación. Mi opinión, y de acuerdo a investigaciones
personales que he realizado sobre este tema, es que el espíritu está
permanentemente en toda la biología nuestra y en los planos
dimensionales, es decir está presente ahí irradiando de movimiento
y de vida a todo lo existente, incluso a nivel celular. Cuando el
óvulo y el espermatozoide se están por unir incluso ahí el
espíritu ya está presente. ¿Qué es lo que sucede, según nuestra
visión?.¿Qué es lo que hace la diferencia entre la unión de un
óvulo y un espermatozoide bajo la percepción que yo personalmente
entiendo? Que mi opinión es que lo incorporado durante la concepción
es la unidad de consciencia, que para nosotros es el alma. Es esta
alma la que se desarrolla a través del ego o personalidad y que
vamos formando desde el nacimiento cómo una máscara de identidad
que nos va a dar independencia (ilusión de separatividad) respecto a
otros seres vivos. Pero mientras esto sucede, dichas células
cigóticas, incluso cuando recientemente están unidas, si bien no
tiene la presencia de eso que llamamos alma, es decir la energía
mental y emocional incorporada que le da su individualidad y unidad
de consciencia a ese ser, el espíritu ya está presente. Desde el
primer momento, porque el espíritu es la vida en estado puro, es el
Ser más allá de la forma que ya se ha conectado con su receptáculo
(la madre) desde otra dimensionalidad. El Espíritu-Vida no necesita
forma alguna para existir, es preexistente como el profesor Velmont
mismo dice.
“Pero como se
parte de un concepto –erróneo para nosotros– de que el espíritu
es como una parte separada de lo demás, se genera confusión con
respecto al momento en el cual un espíritu está o no está
encarnado como tal. Pero para nosotros realmente está presente todo
el tiempo porque es la vida misma. Ahora, el hecho de que la energía
mental y emocional se incorpore para generar esa separación o unidad
individual de consciencia, para que ese ser ya no sea una simple
célula con vida potencial, una parte más del cuerpo de la mujer,
sino un ser individual, una persona, ocurre, según nuestra visión,
aproximadamente en el tiempo que menciona el autor, entre 20 a 30
días. (Revisando textos se confirmó que ocurre alrededor del día
25). Lo que pasa en ese momento es una energetización o activación
del chakra 4 del embrión, que da lugar al funcionamiento biológico
de la primera célula cardiaca, es decir, electromagnéticamente
comienza a funcionar. Ahí es donde decimos que el alma se hiso
presente.
“Eso es lo que
ocurre. Si uno se pone a mirar cómo es el proceso en que las
primeras células dan origen al latido cardíaco en ese Ser, se puede
observar cómo esa energía, que llamamos la energía del alma, es la
que empieza dirigir la formación de esa personalidad. Pero desde que
uno se empieza a concebir somos ya un Ser. (Así como lo es un
mineral, un microbio o una planta, ¿cómo no va a serlo un embrión
humano aun sin ego implantado?). Incluso nuestras células son
pequeños seres también.
“Por eso la
importancia de respetar el cuerpo, de respetar cada cosa del
universo, porque absolutamente todo tiene vida. Y esto es lo que el
hombre ha olvidado, y por esa mentalidad dual de no saber si está el
ser o no lo está, de no saber si tiene vida o no tiene vida, es la
que nos hace tener este tipo de discusiones. Que si abortamos o no
abortamos…Pero no se trata simplemente de tomar decisiones por
conveniencia egoísta sino también de asumir las consecuencias
kármicas de ellas. Cuando digo kármicas entiéndase el karma no
como castigo sino como el resultado que deviene de las acciones
nuestras, incluso los aprendizajes no resueltos. Porque cualquier
mujer podría tener la libertad de abortar y eso no es juzgable. Aquí
no estamos hablando de señalamientos, de señalar que la mujer pueda
o no pueda hacerlo. Sino de la importancia de entender que si ella
decide abortar lo haga con consciencia y conocimiento de causa, es
decir, con comprensión de que los signos de la vida están en todo
el universo, en cada célula y en cada átomo de oxígeno que uno
respira, en cada célula como el óvulo o el espermatozoide que están
dispuestos a unirse y dar la posibilidad de albergar a un ser
individual y consciente, y esté dispuesta a asumir las consecuencias
de su rechazo”.
.
Otro de mis errores
fue la afirmación de que si el aborto se produce antes de que el
espíritu ingrese al feto es obvio que lo único que elimina es una
parte del organismo físico y por lo tanto sin ninguna consecuencia
espiritual o legal. Si el espíritu ya ingresó al feto, el aborto
expulsa a ese 10% incorporado, no a todo el espíritu, ya que, como
dijimos, el 90% no encarna. Ya he señalado el error de dividir
tajantemente al espíritu en esos porcentajes, y a ellos se refiere
nuevamente la profesora Denyse Gómez:
.
“Justamente todas
estas divisiones del 10% o del 90%, que si fue antes o fue después;
esto es justamente lo que hace que ese impulso racional no capte la
esencia de lo que significa la vida misma. Entonces volvemos a lo
mismo: la dualidad. No hay una concepción digamos más trascendental
de la vida al punto de que entendamos de que no importa en qué
momento es el aborto. El caso es que se justifica esa acción. Y si
se justifica es porque no logramos comprender las circunstancias
profundas en las que el hecho de la concepción se ha producido, ni
respetamos el proceso en el cual la vida funciona y se manifiesta.
Puede que tengamos libre albedrío y lo que sea, ¿pero cuál es la
autoridad moral, ética, espiritual que alguien puede tener para
tomar la decisión de abortar?
.
Continuando con el
análisis de los conceptos de la profesora Denyse Gómez, veamos
ahora lo que dice respecto a lo que sostuve que el aborto no mata a
nadie porque lo único que hace es expulsar a la porción del
espíritu que encarnó, que vuelve a integrarse en un 100% y después
tiene que buscar otra mujer que esté lista para albergarlo e
intentar encarnar nuevamente. Y también en cuanto a lo que dije
respecto a que el aborto le quita al espíritu esa oportunidad de
nacer, pero no todas; como se podrá imaginar hasta el más necio,
con los abortos que hay en todo el mundo es algo rutinario que los
espíritus se la pasen entrando y saliendo de la encarnación.
Reitero que estamos hablando del 10% de espíritu, que es lo único
que encarna; la encarnación del 10% y el aborto sería algo así, y
espero que me perdonen por el ejemplo tan burdo, como que alguien
meta un pie dentro del agua y venga un cangrejo y lo pique
obligándolo a sacarlo del agua:
.
“Si el mismo autor
habla de que es burdo su ejemplo, pues lo es. La verdad es que es un
poco salido de contexto comparar el meter un pié en el agua con el
movimiento de la energía de la vida y de una energía que es sagrada
que es la energía sexual y reproductiva. Estamos hablando del germen
de la existencia de un ser en el plano físico, no de meter un pié
en el agua. Son cosas bastante distintas bajo el margen de
conocimientos que tenemos con respecto a las leyes de la naturaleza.
Además si el autor afirma que ‘el aborto le quita al espíritu esa
oportunidad de nacer, pero no todas’, lo mismo valdría decir que
propiciar una muerte (asesinar) a cualquier nivel le quita al
espíritu o Ser, esa oportunidad de continuar viviendo la experiencia
del plano físico, aun cuando pueda tener otras en el futuro.
“Igual pasa en las
guerras, en los hospitales (cuando a veces el enfermarse es una
manera de propiciarnos una muerte adelantada a nosotros mismos por no
respetar nuestro cuerpo, etc), es decir, salen espíritus y entran
espíritus al plano físico todo el tiempo. La cantidad de niños que
mueren y la cantidad de niños que encarnan bajo circunstancias
hostiles. Esta bien, total todo va y viene, valga la ironía. Po eso
no estamos compartiendo en absoluto esta manera de pensar. Así como
podemos decir que en realidad no se mata a nadie porque la vida
sigue, pues entonces también podríamos decirlo a la inversa: que
matamos todo el tiempo muchas cosas. Hay que entender que nosotros
también podemos estar matando a las personas emocionalmente, matando
animales constantemente, matando oportunidades de vida de otras
maneras y no solamente a través del aborto.
También es cierto
que la vida está más allá de eso que llamamos muerte. Que la
muerte es una transformación. Sin embargo una cosa es entender que
la vida es eterna, que la muerte es una ilusión, y otra cosa muy
diferente es la manera como participamos de dichos cierres o procesos
de muerte y si yo estoy generando hostilidad y rechazo. Porque una
cosa es que las cosas mueran de manera natural por el mismo desgaste
de la materia física en sí y otra cosa es que mueran porque yo las
esté incitando, yo las esté provocando. Que yo sea un motor
inconsciente para que ese cierre ocurra, para que esa oportunidad se
cierre. Eso ya está a criterio de cada uno si participa directamente
en las muertes… Porque podríamos justificarnos todos diciendo
“como la vida es eterna…pues matemos entonces unos cuantos seres
si total van a volver a encarnar…
“Pero hemos
perdido digamos la sensibilidad, la humanización con respecto a lo
que significa la vida. Es que el respeto por la vida no es solo
permitirle a alguien que viva, no se trata solamente de eso. Se trata
de entender que si bien la vida es eterna, nosotros tenemos una
participación en esa Vida, la cual debemos respetar, tener un
profundo respeto por esos momentos en los que la vida se hace
presente o deja de estar presente. Es similar el caso de lo que
ocurre con las personas que piden que las asesinen, que las maten
(eutanasia). Nosotros tenemos un poder de decisión, ¿pero dónde
esta parada la consciencia nuestra para permitirnos ser autores de
esto? ¿Somos plenamente conscientes de tener en nuestras manos ese
poder y de cómo lo manejamos y con que finalidad, incluyendo dar o
quitar la vida?. Yo digo que no somos a veces conscientes de cómo
estamos dando la vida, ahora mucho menos para quitarla. Estamos
trayendo al mundo niños de manera inconsciente, ahora, ¿con qué
cara vamos a quitarle la oportunidad de que a través de su karma
personal y el nuestro se presenten a nuestras vidas para enseñarnos
algo de ella?. Esa es la reflexión que estamos dejando”.
.
En otra parte de mi
artículo sobre el aborto manifesté: “No estamos minimizando la
encarnación, sino que estamos poniendo los puntos sobre las íes de
modo de refutar las tonterías que dicen quienes ignoran la verdad,
como el editorial de la Nación con mentalidad de pez que nos convoca
en este momento. En concreto, el aborto en casos extremos, como el
embarazo producto de una violación, no es punible en el mundo
espiritual y tampoco debiera serlo en el mundo físico porque se
estaría respetando el libre albedrío de la mujer, que solo estaría
impidiendo al espíritu ser su receptáculo e invitándole a que se
busque otro, ya que oportunidades para encarnar hay muchas”:
.
“El hecho de que
no sea punible no quiere decir que no traiga sus consecuencias, así
como nos trae consecuencias el rechazar las oportunidades de la vida,
el rechazar las situaciones que vivimos y no confrontarlas y luego
postergarlas, para que se nos vuelva la vida un poco más compleja en
el futuro a razón de la acumulación de cosas pendientes que vamos
dejando sin confrontar y sin aprender.
“En el mundo
espiritual nada se juzga, en el mundo físico tampoco nada debiera
juzgarse, pero las leyes de la vida, de causa y efecto, de los
aprendizajes en sí, van a seguir funcionando. Y más allá que nos
neguemos a darle la vida a un ser, por más violador que sea el
padre, eso va a traer de todas formas sus consecuencias”.
.
Tambien señalé:
“Por el contrario, el aborto provocado cuando no se trata de casos
extremos acarrea severo karma, tanto en la mujer como en quienes
participan de él. Esto significa que no importan las circunstancias
penosas en que se encuentre la mujer por el embarazo, debe continuar
con él, pues si no lo hace se considera como si matara a un adulto”:
.
“Es que todo lo
que nos pasa parte de nuestras decisiones, es la ley de causa y
efecto…”
.
Acoté, asimismo:
“Tal es la importancia que se le da en el mundo espiritual a la
encarnación y a la experiencia consiguiente, que solo
excepcionalmente se admite su interrupción. Una de las cosas que más
mueve a risa es cuando se habla de que el aborto mata a un inocente.
Más allá de que el aborto no mata a nadie, ese espíritu que está
intentando nacer hizo en sus muchas vidas anteriores las peores cosas
que cualquiera puede imaginar. El mundo está lleno de Gengis Khan.
Los espíritus como Jesús son excepcionales. Quizás el espíritu
que está detrás de ese bebé rozagante, en una vida anterior fue
nuestro torturador y nos hizo desencarnar después de estirarnos 30
centímetros en el Potro. ¿Por qué creen que no tenemos memoria
reencarnativa? ¿Qué sucedería con ese ‘dulce’ bebé si lo
supiéramos? ¡Seguramente terminaría siendo ahogado en la bañera!
Es importante dejar en claro, por último, que aquellos que de alguna
manera le impidan abortar a la mujer que ha sufrido una violación,
coartándole así su libre albedrío al obligarla a tener a la
criatura, se generarán enorme karma, y francamente yo no quisiera
estar en su pellejo. La ignorancia no es excusa”:
.
“Hago hincapié en
este frase del profesor Velmont: ‘Quizás el espíritu que está
detrás de ese bebé rozagante, en una vida anterior fue nuestro
torturador…’. Bueno…, entonces todos merecemos ser ahogados en
la bañera. Pues todos en algún momento hemos sido espíritus que
hemos cometido errores, hemos sido hostiles, hemos tenido conflictos
con otros seres. Hemos estado también del otro lado, en el que hemos
sido no sólo víctimas sino también victimarios, porque esas
experiencias las ha vivido la humanidad entera, no podemos sacar a
nadie de contexto. ¿Eso entonces significa que entonces todos
tendríamos que ser abortados? ¿Eso significa que entonces que si
ninguno somos inocentes entonces a cualquiera podemos abortar? ¿Qué
tipo de excusa puede ser el hecho de que no podemos frenarnos ante el
aborto porque nadie es inocente? Pero al mismo tiempo yo defiendo la
idea de que todos somos seres inocentes en el fondo, todos somos
espíritus que merecemos oportunidades, merecemos tener puertas
abiertas al aprendizaje de una realidad física y no somos dioses
como para definir eso. Entonces me parece una postura bastante cruel,
deshumanizada, y que es totalmente contraria a lo que los grupos
espirituales tratan de transmitir a la gran mayoría de los seres
humanos que es la vía del amor. El amor no genera ese rechazo. El
amor no esta a favor de justificar actos que pasan por encima de la
vida misma simplemente porque yo razone en forma espiritualista o
pseudoespiritualista de que ese ser a quien estamos limitando,
matando, no es un ser todavía. ¿Quién lo dice? El amor tampoco
esta a favor de que nosotros califiquemos de “no inocentes” a los
seres por sus errores pasados, y no recordados por nuestra falta de
memoria reencarnativa. Si a eso vamos, ellos, los “no inocentes”
tampoco vienen con ella, y por esa razón al permitirles vivir,
tendrían la oportunidad de no volver a repetir seguramente muchos de
sus actos hostiles o tendrían una nueva oportunidad para ser mejores
seres humanos con una vía más iluminada quizás. ¡Cuántos seres
que no fueron abortados y que fueron producto de violaciones son
ahora científicos, artistas, seres que están aportando a la
humanidad! ¿y quienes somos nosotros para decir quién es inocente o
culpable? Todos somos inocentes, o más bien ingenuos, en alguna
medida sin que eso signifique dejar de ser responsables.
“Para terminar,
hay algo que se nombró siempre y que es el concepto de karma, y
siempre se lo asocia a cuando hablamos de actos hostiles. La pregunta
es por qué… Y la respuesta es poa la mala comprensión que tenemos
de la ley del karma. Causa y efecto significa recibir y vivir los
resultados de nuestras acciones, ya sean positivas o negativas.
Siempre se ha asociado únicamente con aprendizajes y para nosotros
el karma va más allá del castigo, va más allá de un resultado. El
karma tiene que ver también con una participación activa individual
en nuestra ruta de vida y de recibir los resultados de acciones que
podemos nosotros mismos autogenerar. Crear para nosotros mismos. O
sea es un proceso permanente de creación, que cuando es inconsciente
le llamamos un resultado inesperado, sea positivo o negativo. Pero
ese karma cuando es consciente entonces es la meta. De alguna manera
nosotros nos volvemos más responsables de la existencia, nos
volvemos más conscientes y eso es a lo que tenemos que llegar. Y
para finalizar, cuando se habla esto de que… el karma de las
personas que impidan abortar a la mujer…Curiosamente se habla del
karma de las que impidan el aborto y no de la que lo realiza. Y
también, cuando se habla de la memoria reencarnativa, pareciera que
se está insinuando que su finalidad es la de evitar recordar que
muchos de los niños pudieron haber sido nuestros asesinos en el
pasado. Y eso no es así. La memoria no reencarnativa es simplemente
un mecanismo de la naturaleza para proteger la energía mental y
psíquica que poseemos las personas y tener la posibilidad de
reiniciar o de volver de una manera renovada a una existencia única,
evitar que se repitan inconscientemente ciertos patrones y no cargar
con el peso de las culpas del pasado. Suficiente tenemos con cargar
las culpas del pasado de nuestra existencia actual como para cargar
además las acciones de otras existencias”.
.
Refiriéndose a la
posibilidad de que la falta de memoria reencarnativa en los
encarnados se deba también a que el cerebro no tiene la suficiente
capacidad como para sobrecargarse de tanta información como le pueda
transmitir el alma, la profesora Denyse Gómez dijo lo siguiente:
.
“Claro, también
tiene que ver con eso, pero ¿quién es el que maneja la
información?, ¿quién es el dueño de la memoria?, ¿quién es el
que esta aferrado al pasado?, ¿quién es el que tiene las emociones
negativas? Es el ego, es la mente. Entonces esa energía mental
sobrecargada con experiencias pasadas no nos permitiría vivir el
ahora, no tendríamos la oportunidad de vivir una vida nueva y con
sus respectivos aprendizajes cada vez que venimos a este mundo. Sería
prácticamente imposible poder hacerlo. Entonces no se trata de
borrar esas cosas como se insinúa en el escrito, justamente la
naturaleza es tan sabia que por eso permite que un ser escoja
determinados caminos. Como por ejemplo encarnar en una madre que ha
sido violada. Por alguna razón eligió ese camino. Eso es lo que a
nosotros nos falta, comprender por qué se dan esas cosas.
“Partiendo de la
base de que hay una razón para que ocurran las cosas, sería como
encontrar un justificativo para poder rechazar eso… Se rechaza la
vida, se rechaza la situación, se rechaza el aprendizaje, una
cantidad de cosas… Porque la razón siempre esta catalogándolo
como algo maligno, malévolo…
.
Una cuestión
interesante se planteó ante la pregunta del profesor Daniel Asamuya:
¿Y que sería el pregonar ese tipo de mensajes hacia las personas?,
porque yo no lo tomo como nada positivo. Por eso me llamó la
atención el texto, porque es como decir: “estoy pregonando una
enseñanza que incita a las personas a buscar un justificativo para
no enfrentar aquellos problemas que ellos mismos generaron”. Es
como decir ‘si yo siempre fui una chica buena, muy respetuosa, y un
día me violan’. Claro, como no hay una explicación entonces
decimos que es azar… Pero en realidad de alguna manera eso esa
persona lo generó, hay algo por lo cual lo generó”:
.
“Podríamos usar
el ejemplo contrario, en lugar del asesino que viene a encarnarse
dentro de mí, ¿por qué no ser la madre la que lo asesinó una vez
y ahora ese ser esta buscando que le de una nueva oportunidad para
que lo cuide, para que lo acepte tal como es, y por eso viene al
mundo a través de una violación? ¿Por qué no puede ser al revés?
Nosotros lo que debemos aprender es a perdonar y a aceptar y no a
rechazar ni a poner límites ni a poner excusas mentales simplemente
por el dogmatismo de decir esto es malo o esto es bueno, esto es
injusto para mí. La vida es aceptación, la vida es apertura, la
vida es perdón también.
.
Concluyo esta nota,
que implica también una disculpa a aquellos a quienes en mi
ignorancia influí erróneamente, con una acotación del profesor
Daniel Asamuya: “Simplemente espero que este diálogo, al cual lo
voy a reenviar a muchas personas, a todos mis contactos, para que se
este difundiendo este tipo de mensajes. Que según mi verdad me
parece que la nota tratada es muy violenta, muy irreal… no sé qué
adjetivo ponerle. Y espero que la gente deje de lado el dogmatismo,
el creer a ciegas en algo y abran un poco su mente. Que tengan
amplitud de criterio y puedan también reenviar este mensaje. Este
mensaje tuyo que comparto plenamente. “Espero que sirva de algo y
no como cuando he visto muchas personas que cuando uno envía otra
opinión directamente la consideran basura, solo porque alguien dijo
que no era así, y directamente cuando la persona contesta me doy
cuenta que no lo leyó. Es posible que muchas personas que siguen a
este autor tiren directamente a la basura este mensaje y sin ni
siquiera leerlo, como hacen siempre muchos. Si bien es cierto que uno
toma algo como verdad pero se dice que hay verdades y Verdades, y
todos tenemos una parte de la verdad, porque la verdad absoluta no la
tiene nadie, nadie la puede saber”.
* Según las
enseñanzas de los profesores Daniel Asamuya y Denyse Gómez,
Contactos de Luz,
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