EL FINAL DE UN MAGO
NEGRO
por Horacio Velmont
“Los hombres son
dioses mortales; los dioses son hombres inmortales”.
Hace muchos años
leí, creo que la autora del libro era Annie Besant, que el destino
final del Mago Negro era su disolución total, siendo éste el peor
estado al que puede caer un ser. Y éste era el castigo por pretender
evolucionar prescindiendo de Dios. En otras palabras, ese terrible
estado, conocido como “La Octava Esfera”, era el destino de
aquellos que evolucionaban contra Dios.
¿Acaso los animales
no son también nuestros semejantes?
Cuando hablamos de
“evolucionar contra Dios”, toda Perfección y Bondad, nos estamos
refiriendo a todas las atrocidades que hizo el Demiurgo y que están
tan claramente relatadas en la Biblia, desde sacrificios humanos y de
animales, o haciendo que “su pueblo elegido” invadiera aldeas
degollando a hombres, mujeres y niños para “la gloria de Jehová”?
Ésta es la razón
de que haya titulado esta nota “El final de un Mago Negro”, que
creo que le viene bien a Jehová.
¿Pero acaso Jehová
ya tuvo ese final? La respuesta es que así me lo comunicaron los
profesores del Grupo Ruanel, con especial pedido de que lo divulgue.
Naturalmente que
ante tal revelación mi sorpresa fue mayúscula, y de inmediato les
pregunté: ¿Cómo que Jehová no existe más? ¿Siendo un Hombre
Primordial, es decir, proveniente de la civilización de la Tierra
hueca (Paraíso o Jardín del Edén), donde los seres son inmortales
y viven en el plano físico hasta que Ascienden al plano Crístico,
ya no existe más?
La respuesta fue la
siguiente: Loki no existe más y solo queda su prole, que son
precisamente los que mandan aquí. Un ejemplo de ello es el Club
Bidelberg, y para colmo de males ahora están diseminados por todo el
mundo.
Y luego agregó:
Loki era un alma, que era la individualidad de Jehová-Satanás,
llamado también Loki, y al degradarse al extremo al que se degradó
(ya sabemos que propiciaba los sacrificios humanos y de animales,
guerras y todo lo que significara sufrimiento para nutrirse de él),
esa alma termina desintegrándose y vuelve al Todo. No es tan difícil
entender esto.
Naturalmente que le
pregunté sobre cuál sería su castigo si en definitiva se integró
al Todo. Y la respuesta fue lapidaria: ¿Qué puede ser peor que
perder la identidad? El alma posee la conciencia y la identidad del
ser. Cuando seguimos el camino de la evolución al final del trayecto
nos unimos al Todo sin perder tal conciencia porque uno evolucionó y
llevamos el aprendizaje de todo ese camino. El espíritu es la vida
misma, chispa de Dios que animó todo ese proceso solamente. Cuando
un alma se pierde, pierde la posibilidad de evolucionar, del
conocimiento de Dios, de la posibilidad de continuarlo en otro ciclo:
el alma se eterniza junto con Dios. Pero el que la pierde deja de
SER. Es el espíritu el que permite que en el Todo se refleje la
parte y la parte en el Todo, lo que nos hace pertenecer a Dios es
nuestro espiritu, pero nuestra tarea evolutiva es vivir la
materialidad para luego trascenderla, es decir que ésta ascienda a
niveles más elevados de conciencia, y en el camino se pueden perder
muchas cosas incluyendo el alma, porque el alma no deja de ser un
vehiculo del espíritu. Lo correcto sería que todo se unificara a
medida que se evoluciona, materia, mente, conciencia, porque el
espiritu está ya de por sí unido a Dios, pero cuando uno se desvia
del camino evolutivo, se ANULA esa experiencia. Por eso el alma puede
morir y el espiritu no. Para aclarar este asunto de la pertenencia a
Dios y la dualidad aparente de estar fuera de él (que es una
paradoja) sugiero leer este link:
Las explicaciones
brindadas por el Grupo Ruanel dejaron bien aclarada mi pregunta
respecto a qué había sucedido con Loki-Jehová-Satanás que ya no
existía, pero sin embargo me quedaba una pregunta más: ¿Cómo
puede ser que dentro del Todo, que es la Perfección, exista o haya
existido un ser como Jehová?
Y la respuesta final
fue: La incógnita es solo porque no entendemos lo que es la
Perfección…
Desde ya que para
nosotros los mortales nos es difícil captar que pueda existir
compatibilidad entre Jehová (Perversión) y Dios (Perfección), pero
eso no significa que aunque no lo comprendamos, tal compatibilidad
igualmente exista. ¿Los extremos se tocan?
Aunque sea un
ejemplo extremadamente burdo, podría ser éste para comprender tal
insólita explicación.
PUESTA A PUNTO DE
PIANO DE COLA
Podríamos comparar
la Creación con un piano y al pianista con Dios. Si una cuerda
preguntara por qué un martillo la golpea tan despiadadamente, o más
aún por qué existe un martillo tan despiadado que no tiene
compasión con una pobre cuerda, ¿cuál sería la respuesta? Solo el
pianista la sabría.
Nosotros solo
podríamos especular que la esencia del piano es precisamente ésa,
porque es la única forma de producir melodías maravillosas. Y la
esencia del piano no admite respuesta a la pregunta de por qué es
así: es así porque la esencia del piano es ser como es. Si fuera
distinto sería otra cosa, pero no un piano.
Si tal argumento lo
aplicamos a Dios y a su Creación, también podríamos decir que su
esencia es ser como es, y no habría respuesta al por qué es así ya
que estaríamos preguntando por su esencia. Pero claro, estas
especulaciones son solo producto de nuestra mente finita, y para la
respuesta definitiva habrá que esperar a que nos fundamos con él,
sin perder la identidad como le sucedió a Jehová, claro está…
Naturalmente que
podríamos continuar especulando sobre este tema, pero eso nos
llevaría lejos del propósito de esta nota.
Después de esta
necesaria introducción, creo que sería importante conocer la
verdadera historia de Jehová -el perverso genetista- que está
entroncada con la evolución de la humanidad porque, aunque nos sea
difícil comprender, este falso dios ha sido nuestro creador, aunque
no como verdadero creador sino como “clonador”. Sí, Adán y Eva,
nuestros primeros padres, fueron el resultado de una clonación.
Lo que sigue está
contenido en “La Biblia III, Testamento de todos los tiempos”
escrito o recopilado por el iniciado Ramiro de Granada, y recomendado
por los profesores del Grupo Ruanel porque coinciden con sus
percepciones.
Lo primero que hay
que tener en cuenta es que todo los planetas son huecos y la Tierra
no es una excepción. En el interior de la Tierra se encuentra el
Paraíso terrenal o Jardín del Edén de la Biblia y es el lugar
donde habitan los Hombres Primigenios o Primordiales. Cuando Jesús
decía que debíamos recuperar el Paraíso que habíamos perdido se
refería a este lugar, también conocido como el Walhalla en las
crónicas nórdicas, y conocido como Hiperbórea entre muchos pueblos
antiguos.
Estos dioses u
Hombres Primigenios creados por el Logos Planetario o Anima Mundi,
que es el Ser Planetario -representante de Dios Creador del Universo
en nuestro Mundo- vieron con desagrado que uno de ellos –llamado
Loki, el Demiurgo- hiciera hombres inferiores por clonación de sus
propias células, con la intención de que lo adorasen y temiesen,
siendo que el único digno de toda adoración es el Creador
Universal. Esta Humanidad mortal es un subreino que deriva de
aquellos ancestros, lograda por clonación deficiente. En la
Antropología Esotérica, nuestro subreino se denomina Homo mortalis.
Inspirados por el
Amor Divino, los Hombres Primigenios llamados Odín, Lucifer (cuyo
nombre ha sido falsamente relacionado con el Demiurgo o Diablo),
Wotan y Thor, decidieron combatir contra ese Hombre (Loki), que hacía
hombrecillos imperfectos, mortales, enfermizos, temerosos, cobardes,
degenerados e indignos. Dieron a esos hombres inferiores el
conocimiento de las Leyes de la Creación, para que aprendan a amar
al Verdadero Dios Creador, librándose de su malévolo ancestro
biológico, que habiendo pecado tanto, sólo puede existir
parasitando la energía mental y emocional de sus ignorantes y fieles
víctimas.
La más importante
revelación dada a los mortales es la siguiente: “Los hombres, son
dioses mortales; los dioses son hombres inmortales”.
El verdadero lugar
para el desarrollo de la vida es el interior de los planetas y no su
superficie exterior. La Tierra tiene la condición de albergar vida
en su exterior, porque solo tiene un tercio más de gravedad, y
temperaturas que varían entre -80º y +50º centígrados, lo que
permite el desarrollo del Reino vegetal, y por lo tanto del Reino
humano. Pero las condiciones de vida no son las perfectas, sirviendo
este planeta -en su superficie externa- como cárcel para los
individuos que atentan contra la perfección natural en este sistema
solar.
Tal es el caso del
Demiurgo Jehová, que siendo un hombre primigenio e inmortal degeneró
al Reino animal -naturalmente constituido por unas pocas especies- y
creó al subreino Homo mortalis mediante sucesivos experimentos
genéticos. Ésa es la razón por la cual esta civilización se halla
solitaria y desconocedora de las comunidades intra y
extraplanetarias.
El Jardín del Edén
-o sea la superficie interna del planeta- estaba habitado solamente
por los Hombres Primigenios y por los Reinos Mineral, Vegetal y
Animal. Todo ello era Perfecto. No podría decirse que era “bueno”
porque no existía lo malo, aunque todos sabían lo que era correcto
hacer, sin aceptar que se hiciera de otra manera que no fuese la
Perfecta.
Nada podía hacerse
de otra manera que no fuese la Perfecta, porque la imperfección era
conocida como “la opción no deseada”. El rechazo a lo que
pudiera significar salirse de la Perfección era tan instintivo como
el temor del niño ante el abismo, que no necesita arrojarse a él
para saber lo que le ocurrirá si lo hace. Así, los Hombres sabían
que si alteraban el Orden Perfecto de la creación del Logos del
Mundo y sus cuatro ángeles, perderían esa vida perfecta y feliz que
venían gozando desde que eran cristales minerales, cuando un soplo
de conciencia atómica les hizo existir como individualidades.
Ellos sabían que
desde que comenzaron a Ser, regidos por la influencia del Auténtico
Creador del Hombre, que es el Logos del Mundo, lo único que debían
hacer para evolucionar en la felicidad perfecta era mantener el
equilibrio perfecto dentro de sí mismos. Ese perfecto equilibrio
entre sus tres manifestaciones: (SER = AMOR, CONCIENCIA =
INTELIGENCIA Y VOLUNTAD = PODER). De ese modo, evolucionaron formando
los más maravillosos y perfectos cristales, hasta dejar esa materia
de tan largos, simples y lentos ritmos, para organizar una estructura
más compleja, adecuada a los requerimientos creativos de un YO más
capaz, más consciente.
Para esto el Logos
del Mundo y sus cuatro ángeles ya les habían dado una enorme
variedad de opciones para Ser en unos organismos más complejos,
donde pudieran expresar más completamente su mayor cantidad de Amor,
Inteligencia y Poder.
Siguiendo los planos
etéricos hechos por el Logos, los Yoes formaron el Reino Vegetal,
donde las opciones eran mucho más diversas que las del Reino
Mineral, permitiendo una mayor cantidad de expresiones creativas a
cada Ego evolucionante. Así se establecieron ciclos mucho más
cortos que eran de unos diez mil años, poco más o menos. De las
mezclas minerales primigenias surgieron formas de pequeñas
“serpientes de vida” en cadenas de átomos, que originaron el
Árbol de la Vida. Éste es en realidad un sistema informático, como
un sistema organizador de los átomos, de tal modo que una parte de
un cuerpo -por ejemplo una célula- contiene toda la información de
cómo está constituido todo el cuerpo. Este Árbol de la Vida está
formado principalmente por átomos de Carbono, Hidrógeno, Nitrógeno
y Oxígeno, que forman moléculas (conjuntos atómicos ordenados) con
forma de espirales o serpentinas.
Pero esta
organización no se produce por casualidad, sino por dirección
inteligente y planificada de una Conciencia Excelsa, que es el Logos
Planetario, es decir el “Yo” del Planeta, puesto que cada mundo
es una célula del Cuerpo de Dios que llamamos Universo. El Logos
fabricó primeramente setenta clases de cristales para que los
incipientes Yoes comenzaran el largo y glorioso camino de la
Evolución.
El Árbol de la Vida
permitió la formación de los Reinos Vegetal, Animal y Humano. En el
principio, el Logos hizo setenta clases de vegetales menores
parecidos al pasto, para que la tierra se hiciera blanda, y luego
diseñó setenta clases de árboles, y cada uno con diferentes y
maravillosos frutos.
Cuando éstos fueron
plenos sabedores de todo lo que su naturaleza implica, el Logos les
diseñó unos cuerpos de pez, siendo de setenta clases diferentes,
para que aprendieran a moverse en el agua y desarrollaran la
experiencia de los sentidos. Ninguno comía a sus semejantes, sino
que comían los frutos de los vegetales que crecían en el agua.
Cuando estuvieron
experimentados en su naturaleza, gozando de la Perfección en ese
Reino, saltaron a otro diseño más complejo que les permitió
caminar o volar, habiendo sobre la tierra solamente siete clases de
animales perfectos que eran Búfalo, Mamut, León, Águila, Lobo,
Abeja y Gacela. Ninguno de ellos molestaba a los otros, y todos
comían frutos de los árboles. No existían seres carnívoros.
LA CREACIÓN DEL
HOMBRE PRIMIGENIO
El Ser Inefable que
es Hermano Mayor y Padre Creador de los Hombres Primigenios es un
Logos como el que habita en el corazón interno de todos los mundos,
en el sol que es Dios hecho Mundo y que desde antiguo es llamado
“Pacha”. El es un Logos Creador, que recibe la Luz Invisible y la
Luz Visible del Sol Padre de Mundos, llamado “Ra”. Ra, a su vez,
recibe todas las luces etéricas del Sol Sirio, el que las recibe del
Logos de la Galaxia, y así sucesivamente.
Estos Logos, que son
fuentes de Luz Perfecta, solamente crean cosas y Seres perfectos,
porque son Dios hecho Galaxia, Dios hecho Estrella y Dios hecho
Mundo. Todos los Seres que ellos crean son manifestaciones perfectas
de la Divinidad, a imagen y semejanza de Dios porque son dioses
individuales.
En los planetas que
se crearon con la paternidad de Ra, los Logos de cada mundo hicieron
creaciones similares, porque recibieron iguales inspiraciones. El
Aliento Solar (viento magnético de elevadísima vibración etérica)
define patrones o moldes de creatividad, inspirados a su vez en el
Aliento de Sirio, y así sucesivamente.
Como producto de
esta Jerarquía Gloriosa surgió la Creación del Hombre Primigenio.
El Hombre Primigenio fue creado Perfecto. Todo lo sabe porque puede
extender su vista más allá de las montañas y hasta el fondo de los
mares. Aun viviendo adentro del planeta puede ver las cosas de
afuera, o sea de la cara que da al abismo. Cuando crece y se
desarrolla su Espíritu Divino, le es posible dejar su cuerpo de
tierra (material) y con su cuerpo de Vraja Rojo (cuerpo astral
desarrollado) puede viajar por todo el mundo e ir a otros mundos si
lo desea, para conocer y maravillarse de la Creación del Absoluto.
Cuatro Maha Chohanes
o “Grandes Ángeles” se unen en cada planeta para crear a las
criaturas: Uno es el CREADOR, cuyo Rayo Especial es el Dorado de la
Inteligencia. Éste es el diseñador de la criatura. Otro es el
FORMADOR, cuyo Rayo Especial es el Rojo del Amor y éste le da
armonía y coherencia a la criatura, sembrando en ella la esencia del
Ser.
Otro es el
REALIZADOR, cuyo Rayo es el Azul del Divino Poder de la Voluntad, que
imprime en el éter del mundo los atributos diseñados por el Creador
y la calidad otorgada por el Formador, haciendo la Magia de la
Precipitación por los elementos, generando el PUNTO ALEPH, sobre el
cual el Cuarto Ángel aparece, llamado “YO SOY”, se difunde y
genera la Vibración Primera o el Ojo de Shiva, que es la Conciencia,
y el Ojo de Mithra que es su reflejo mental (la pantalla mental en
que se ven los propios pensamientos). Su Rayo es el Blanco de la
Verdad. El Punto Aleph se diversifica en millones de Egos o
Individualidades. Los Cuatro Ángeles no son Seres individuales, sino
modalidades vibratorias propias del Logos. En todos los Seres existe
una analogía de ellos. En el Humano, los cuatro ángeles son:
Sentimiento, Pensamiento, Palabra y Acto.
Todo ello es guiado
por el Logos del Mundo, cuya regencia es Perfección sobre la
Perfección.
La criatura Hombre
es Creación Perfecta, como todas las demás criaturas del Logos, por
lo tanto es un Dios Individual envasado en un Cuerpo Perfecto para
disfrutar de ese modo específico su propia EXISTENCIA FELIZ, como
Dios viviente y como Príncipe del Absoluto. Su destino es -como el
de todas las criaturas- evolucionar hacia estados cada vez más
Gloriosos dentro de la Creación Absoluta, siendo Hombre por tanto
tiempo como lo desee, sin morir mientras quiera seguir siendo Hombre,
con potestad sobre los minerales pero sin dañar el orden planetario.
Así mismo el Logos
le ha dado potestad sobre los vegetales, para que cuidándolos,
reciba de ellos los innumerables frutos que han de hacer de su
sustento vital una delicia más. Antes de hacer al Hombre, los Maha
Chohanes hicieron al Reino Vegetal, y lo hicieron Perfecto; y al
Reino Animal, y Perfecto lo hicieron para que luego sean Hombres,
según inspiración de la Divina Jerarquía Solar.
EL ÁRBOL DE LA VIDA
Las cadenas de
átomos en forma de serpientes hicieron posible al Logos diseñar
cuerpos biológicos llamados “semillas”, capaces de generar un
ÁRBOL, que en el idioma intraterreno se llama Igg Drassil, o sea “El
Primer Ser que Siente”. Estos árboles daban frutos con más
semillas, con toda la información para que se vuelvan a hacer más
árboles, dando mucho excedente biológico, como para nutrir a una
criatura diferente, que sería el mismo Yo árbol una vez cumplido su
ciclo como tal.
Cuando todo esto
estaba en perfecta realización, los árboles llegaban a una altura
de más de diez estadios, como queriendo alcanzar la inefable corola
de Luz del Logos. Los Seres que eran, en esos cuerpos de árbol,
adquirían así la experiencia excelsa de “sentir” profundamente,
creando un cuerpo de agua alquímica, formada con las vibraciones
maravillosas del Amor hacia el Logos que los había creado Perfectos
como “YO Existente”, en cuerpos de árbol perfecto. Ese cuerpo de
agua alquímica es éter vibrando en relación de atracción de las
cosas que la Voluntad desee, y en respuesta idéntica a las
vibraciones de los otros seres. Eso es lo que llamamos emoción, así
que ese cuerpo se llama “emocional” o “astral” y sus
funciones son: responder a los sentimientos de amor de los otros
seres, emitir sentimientos de amor hacia los otros seres, lo que a su
vez produce una vibración más rápida en los átomos de la materia
de ese mismo cuerpo, despertando la Inteligencia Divina que existe en
ellos. Con ello se forma una mayor Conciencia que es exactamente
proporcional a una mayor Voluntad para hacer cosas perfectas y
felices.
Luego los árboles
hicieron tan perfecta su existencia y la gozaron tan gloriosamente,
que decidieron perpetuarse en el mundo, y esos Yoes quisieron ser
criaturas más completas, para expresar un amor mayor aún, y de una
manera más excelsa todavía. No más perfecta, pues perfectos eran
desde que existían.
Así los cuerpos
emocionales de los árboles fueron tomando la forma que el Logos
había previsto como criaturas Animales, cuyas formas no precisarán
estar en un solo lugar. El Logos imaginó luego al Hombre Primigenio
con un cuerpo tan glorioso, repartiendo su Amor más intensamente y
en mayor espacio, y para que pudiese ser menos limitado aún que el
Animal, y para que anduviese también por otros mundos llevando el
mensaje de Amor del Logos Pacha-Mama.
Pero la mayoría de
los árboles, que ya habían formado sus cuerpos de agua alquímica,
o sea luz astral, con forma de Hombre, abandonaron sus gigantes
cuerpos, dejando una gran cantidad de madera para luego utilizarla
ellos mismos, siendo Hombres, sin necesidad de pasar por el Reino
Animal. Así muy pocos fueron los animales, pero fueron Perfectos e
inteligentes como los Hombres Primigenios, tanto la Abeja como los
demás. Las siete clases de animales solo se multiplicaban lo
suficiente como para mantener una cantidad que fuese buena a fin de
mantener un equilibrio y beneficio para el Reino Vegetal, puesto que
de él dependen las demás criaturas.
EL HOMBRE
PRIMIGENIO
Merced al deseo de
los árboles, intervino el Logos del Mundo para formar al Hombre
Primigenio con el agua alquímica llamada luz astral, porque es amor
puro proyectado en el plano de la idea. Para darle consistencia en el
mundo de la forma y la materia, con los elementos de la tierra, formó
una serpiente maravillosa a la que enroscó en el árbol de la vida.
O sea que el árbol genético con que había establecido el Reino de
los Arboles, fue completado con otro conjunto de átomos enrollados
en él, pero más finamente elaborado, con partículas más pequeñas
de átomos más evolucionados.
Por ello se dice que
el Hombre fue creado de barro. Luz astral que es maleable porque es
agua alquímica, y los elementos de la tierra que son átomos de
materia densa. Y por eso se habla del Árbol de la Vida del Paraíso
y de la serpiente que habita en él, pues dicha serpiente resulta ser
la estructura genética del cuerpo físico, del mental y del cuerpo
vital, que encierran a su vez, dentro de sí, las condiciones para
que el Hombre se convierta en una Creación Mayor aún, que es el
Kristos.
Con un acto de
Voluntad del Logos del Mundo, el Hombre Primigenio fue creado de esa
mezcla perfecta de agua y tierra alquímicas, para que el YO, que
había pasado por la experiencia maravillosa de ser cristal y de ser
árbol, y algunos, de ser Animal, viviese ahora como Ser Humano, que
significa “venido del humus”, porque de barro fue hecho. Así
como fue hecho de agua y tierra alquímicas, la tierra y el agua
material hicieron el caldo primigenio donde las pequeñísimas
“serpientes de vida” generaron huevos primigenios. Estos huevos
originaron a los primeros hombres, que eran varones unos, y hembras
otros; y teniendo sexo para multiplicarse no necesitó más el Logos,
del lento proceso de formación de huevos.
Así este Hombre
Primigenio, al igual que los árboles y animales, fue creado en dos
versiones, respetando la Ley de Generación: Macho y Hembra fueron
creados, para que al juntarse dos de género opuesto, realicen la
Gran Obra Alquímica Prodigiosa de Amor, llamada Filosofal porque es
“a fuerza de Amor”.
De ese modo Macho y
Hembra producen la más completa obra de Amor Humano, al juntar sus
almas y cuerpos en puro y excelso Amor. Con ello se despierta el
esquema genético dormido, la serpiente en el árbol de la vida, y la
energía del Yo Divino -que la extrae a su vez del Universo Absoluto
y de su experiencia- nutre al cuerpo de la Criatura Eterna, que es
llamada Kristos. Es decir que forma su propio cuerpo en el Reino
Natural siguiente, del mismo modo que el árbol forma su Cuerpo
Humano en el plano magnético astral, para luego nacer Humano.
El ciclo de vida del
Hombre Primigenio dura más de cinco mil años, pero siempre hace su
obra en menos tiempo. Como todas las criaturas del Logos, el Hombre
es perfecto y el destino de su Yo es Excelso, porque va eternamente
hacia estados cada vez más Gloriosos y Sublimes, por un camino de
felicidad perfecta desde su mismísimo origen.
Así es en el
Paraíso, donde están en perfecto equilibrio los Principios y Leyes
del Absoluto, por intermedio de los Logos. Igual es en todos los
mundos de la Infinita Creación, donde en los diferentes Planos
Universales, cada Gran Atractor, generador de innumerables galaxias,
crea según su gusto y preferencia, siempre en Perfección Absoluta
para Gloria de Todos los Seres que existen dentro del Absoluto y
Eterno Ser.
Si un Hombre
Primigenio muere -cosa que solo acontece por accidente muy
excepcionalmente-, ese YO, que ha formado en su experiencia una Mente
Superior o Alma, vuelve a nacer, forma un nuevo cuerpo perfecto para
hacer su normal proceso de Ascensión al Reino Krístico. Y si acaso
prefiriese mantenerse gozando de ser hombre un tiempo más, puede
hacerlo hasta que le llega el Gran Cansancio, en el que no puede
seguir siendo hombre con ese cuerpo. En tal caso muere y debe nacer
otra vez. Pero esto tampoco es lo normal, sino excepcional.
(Como se verá más
adelante, la principal excepción está dada en los Guerreros de la
Luz, y por motivos especiales)
Los Hombres
Primigenios sienten un gran placer en el Amor hacia todas las cosas,
pero el Amor entre Macho y Hembra es la máxima experiencia.
Sin embargo, tiene
en su naturaleza perfecta un mecanismo que lo hace sentir muy mal
cuando arroja fuera de su cuerpo el Agua de Vida * en que nada la
Serpiente Kundalini, porque de ella debe nutrirse para formar el
Cuerpo Krístico.
* (El Agua de Vida
es el líquido seminal del varón o el flujo orgásmico de la mujer,
que es energía espíritu densificada, y la Serpiente Kundalini es la
corriente que ella forma al subir por la columna vertebral cuando no
se arroja en el orgasmo. Contiene al espermatozoide que actúa como
mitad de una semilla, pero éste es transmutado en Agua de Vida si no
se desperdicia. En la Hembra el flujo orgásmico es también
transmutado [la necesidad de orgasmo es psicológica y puede
eliminarse sin dejar de gozar del sexo]. Para engendrar hijos no es
necesario derramar el Agua Vital. Basta uno sólo de los miles de
espermas que escapan sin necesidad de orgasmo. Todo esto es válido
para el Hombre Primigenio como para el Hombre mortal).
EL DEMIURGO: UN
HOMBRE PRIMIGENIO QUE DEJÓ DE SER UN DIOS
Los Hombres
Primigenios no se enferman, a lo largo de su vida desarrollan sus
poderes despertando sus centros de conciencia, y llegan a ser Kristos
de un modo totalmente simple y sin esfuerzo. Lo único que hacen es
vivir felices despertando mayor Conciencia, Voluntad y Amor, cada
vez. Los Hombres Primigenios lo exploran todo, son como niños.
Juegan con los árboles dándoles amor y recibiendo sus emociones más
infantiles pero igualmente bellas. Comen de los frutos de todos los
árboles y todo lo tocan; pero no tocan los “frutos del Árbol de
la Vida”, porque saben que si lo hicieran irremediablemente
morirían antes de hacer la Ascensión al Reino Krístico, o
quedarían presos en la materia de barro, sin poder Ascender y sin
poder morir para librarse de ella. Allí se produciría el Gran
Tedio…. O se convertirían en algo peor.
Ocurrió hace unos
seiscientos millones de años; para cuando es escrito este Libro. Si
lo lee en el Akasha o memoria magnética del planeta, le parecerá
que fue hace algunos días.
El inquieto
explorador llamado Loki estaba a punto de alcanzar la Ascensión
Krística. Había logrado una experiencia de vida perfecta como la de
todos los Hombres-Dioses, que representan en su Reino la Gloria del
Creador Absoluto. Pero como tenía libre albedrío dentro de la
Perfección de la Ley Divina, pensó en que si nadie había probado
tocar el Árbol de la Vida, nadie sabía realmente si el efecto
temido era realmente posible.
Así fue que en vez
de hacer su Ascensión, se puso a explorar el Árbol de la Vida y a
tratar de ver qué pasaría si lo alteraba. Al principio fue muy
cuidadoso, utilizando pequeñas porciones de barro primigenio,
agregándole cantidades mínimas de su propia agua alquímica. Su
capacidad de precipitar efectos en la materia era la propia de un
Hombre a punto de Ascender a Kristos, de modo que comenzó a jugar
cada vez con más elementos, hasta que el Logos le dirigió un
Amoroso mensaje de alerta, invitándolo a abandonar su peligrosa
práctica, porque podía romper el orden perfecto y la maravillosa
felicidad de los seres del mundo.
Pero no solo no
atendió a la amorosa advertencia del Padre del Mundo, que tiene la
dulzura infinita de la Perfección Divina, sino que decidió que él
era superior al Logos y cuanto Ser existiera.
Este juego mental de
Loki para justificar su empeño en seguir haciendo intentos de formar
criaturas, tenía un trasfondo terrible: buscaba que le adorasen a él
exclusivamente, no quería esperar a ser un Logos para alcanzar esa
potestad, y no quería el amor de los seres, sino algo mayor, más
intenso, más fuerte, exclusivo, que ni los más excelsos Logos
conocidos pudieran recibir. Quería hacer, en su delirio terrible,
que el propio Logos le temiera, y que a la vez le adorase, y que los
Logos de los Planetas y de las estrellas, y de las galaxias de la
Burbuja Cósmica se postrasen ante sus pies. No siendo esto
suficiente aspiró a que el mismísimo Creador Absoluto vertiera sus
infinitos tesoros en él por fuerza de su imperativo mandato,
convirtiéndose en su más sometido sirviente…
Ésta es la más
triste historia de locura del Universo conocido, pero no es la única.
El caso es que se reunieron los demás Hombres, investidos, por
requerimiento de la grave situación, del Título de Hombres-Dioses,
porque deberían usar toda la Sabiduría, Amor y Poder contenidos en
su esencia Yoica, para juzgar en perfección a Loki.
Y Loki fue requerido
a comparecer en el Juicio de los Dioses, y sólo tenía gestos y
palabras de locuras para responder, con extremo orgullo y tal
vibración de pensamiento que todo el orbe se alteró de dolor. El
Logos del Mundo lloró con tristeza una lluvia de Amor que conmovió
a todos los Seres.
Los Hombres Dioses
sintieron por primera vez compasión, porque vieron con tristeza que
los Yoes cristales que debían ascender a árbol eran confundidos y
envasados en cuerpos con patas, en arbolillos que de ningún modo
manifestaban la perfección y la gloria de los árboles creados por
el Logos, porque había hecho, el tristemente desequilibrado Loki,
que los árboles primigenios y maravillosos diesen semillas
imperfectas. Pero como los cristales y árboles no tenían elementos
para manifestar esclavitud, temor y adoración a la vez por este Ser
enloquecido, les extrajo elementos genéticos para fabricar seres que
se movían sin ser animales ni humanos. Diseñó criaturas mezcla del
árbol de la vida de vegetales, con células extraídas de su propio
cuerpo. Estas criaturas eran horribles, con aspecto de odio y no de
Amor, se comían unos a otros porque sus instintos eran una mezcla
desordenada.
Miles de
experimentos hizo Loki, pero sus criaturas eran tan imperfectas que
hacían cualquier estrago menos adorarle, servir, o amar. Estos
fueron los animales imperfectos creados por Loki el “Demiurgo”,
titulado así por urgar en la naturaleza, y sin respetar sus leyes,
intentar crear pueblos imperfectos. Así, los otros Hombres
Primigenios sintieron profunda compasión de Loki, pero debieron
echar al campo de experimentos monstruosos una lluvia de fuego que
mató todas las criaturas que Loki había formado. Demiurgo
significa: (del griego: Demos = pueblo; urgo = Explorador, creador),
pero en el idioma hiperbóreo “demi” significa egoísta, y los
pueblos creados por el demiurgo (demos), son pueblos disminuidos, por
ser producto del egoísmo de su creador.
Así se eliminó la
imperfección del Paraíso Terrenal. Pero un segundo juicio se hizo y
Loki fue conminado a no jugar más con la genética y a aceptar el
Amor Divino del Logos y de todos los demás seres, para corregir su
situación, volviendo a la Perfección Original, pues las almas que
habían tenido la triste experiencia de ser atrapadas en esos cuerpos
deberían ser ayudadas a reencarnar y reevolucionar.
La sesión fue
abierta por el más antiguo y Sabio de los Dioses, quien dijo con su
mente -porque no existía idioma sino telepatía-, y todos supieron:
– “Existe una
regla en la Ley Divina de Automaticidad que es: “Toda regla tiene
su excepción, la que se ajusta por automaticidad del funcionamiento
de todas las Leyes y por la exactitud de las constantes matemáticas
que regulan todos los fenómenos de todos los planos de la Eternidad,
sean positivos o negativos, manifestados o no, masculinos o
femeninos, y cualquiera sea su ubicación dimensional o
espacio-temporal…”.
“Por efecto de la
misma Ley y para que la Perfección exista, y exista el sentimiento,
y la Libertad y todo lo que es deseable, debe existir una ínfima
porción de lo opuesto. La misma Perfección tiene una “fisura”
matemática llamada “accidente”, que permite que exista el mal
virtual. Es decir que nadie tiene porqué reflejarlo, haciendo un mal
concreto. Loki ha dicho que quiere que le adoremos porque él es el
verdadero ELYÓN, o sea el Creador Absoluto. Ha dicho que nosotros
somos simples Hombres, cree que no compartimos el derecho divino, que
no somos dioses de Amor, Inteligencia y Poder. Esto ha dicho Loki a
varios de nosotros, tratando de que le adoremos en forma exclusiva,
lo que me parece algo imposible de hacer, porque todos somos Dios
Manifestado, tanto el Cristal, como el Árbol, como el Hombre, y el
Logos del Mundo y todo cuanto se ve individualizado. Pero Loki está
de un modo que no puede ser, pues nosotros también somos dioses.”
Entonces Loki, que
se hallaba caminando entre los otros, dijo:
– “Yo no he
dicho eso, Yo dije: Dioses sois todos vosotros, e hijos del Altísimo
todos, pero sois dioses más pequeños, mientras que Yo Soy el que
Soy, y Soy el Absoluto Creador, el Todo manifestado en Mí, y quiero
vuestra incondicional adoración. Pero en mi absoluta Sabiduría
pensaré que hacer… quizá os haga desaparecer a todos de la
Existencia que he creado.”
Tan terrible era el
desequilibrio de Loki que los Hombres, conmovidos de Profundo Amor,
le explicaron muchas veces su error hasta que pareció entender. Pero
ya había creado seres que eran pequeños Yoes encerrados en sus
almas incipientes, que solo habían tenido la triste experiencia de
ser monstruo, planta deforme e imperfecta, animal terrible e
inconsciente. Así que los sabios se reunieron para estudiar qué era
lo que debían hacer por esos Yoes que eran pequeñas almas sin
cuerpo. Entonces crearon, manipulando nuevamente la genética bajo la
guía del Logos, vegetales menores pero bastante perfectos, que
sirvieron de puente a esas almas para ser luego árboles primigenios,
y luego Hombres. Así se arreglaron bastante las cosas, y Loki fue
corregido con infinito Amor. Pero la psicología del pensamiento y
del sentimiento aún no era totalmente comprendida.
Entonces el mal que
había cultivado aún anidaba en él. Fue sumando experiencia y
conocimiento, y pudo comprender los profundos secretos de la Creación
del Logos, robándolos con su agudo pensamiento, del Libro de la
Vida, que es el Akasha del Mundo. Entonces decidió que para tener
Hombres que lo adorasen y lo tuviesen como Dios único, debía
hacerlos él mismo. Pero necesitaba ayuda, requería de los
conocimientos técnicos de algunos hombres que habían explorado
diversas cosas del Universo del Átomo, entonces se propuso
asociarlos. Para ello ofreció compartir la Gloria Divina a otros
Humanos, los que siendo más jóvenes y poco experimentados pudieron
ser convencidos por el muy astuto Loki.
Hicieron los
primeros intentos con células extraídas de la piel de Loki y un
caldo o barro primigenio, formado con las maderas de los árboles y
polvo de la tierra. Pero estos hombres tenían una constitución
débil y sus estructuras genéticas tan imperfectas no almacenaban
las delicadas impresiones del sentimiento. Pero se multiplicaron
mucho, según estaban programados, y los Hombres Primigenios les
vieron con desagrado, porque sabían que eran una creación inferior,
que no tenían sentimientos perfectos. Tan rígidos eran los
caracteres de estos hombres que ni siquiera percibían el pensamiento
de los Hombres Primigenios. Además, a veces enloquecían y buscaban
destruir todo lo que tenían cerca, de modo que debieron ser
expulsados del Paraíso, tal como habían tenido que hacer con los
animales monstruosos que Loki había creado antes. Pero Loki visitaba
a sus criaturas, que en poco tiempo degeneraron en muñecos sin
sentimientos, como máquinas que no sienten, a tal punto que no sólo
no le adoraban, sino que le despreciaban como a todas las cosas.
Entonces Loki, que
ya había aprendido a manejar algunas fuerzas magnéticas poderosas,
hizo estremecer toda la superficie externa del mundo, de modo que
todo lo que había en ella fue lanzado de un lado a otro, todo
resultaba golpeado y puesto de revés. Tan violento fue este
movimiento que tanto los animales como los hombres hechos con caldo
primigenio de madera, fueron muertos y desaparecieron para siempre.
Luego, Loki no se
conformó con su fracaso… La limitada experiencia de los Hombres
Primigenios en esos asuntos de trastocar la naturaleza de modo
opuesto a ella, aún no les permitía saber exactamente qué hacer.
Loki tenía asignado un lugar en el Paraíso, y los Kristos le
impedían, en la medida de sus limitaciones respecto al plano Humano,
hacer desastres. Pero aun para ellos el tema de “cómo manejar la
situación del mal” era en aquel tiempo algo desconocido.
La Paciencia Amorosa
tan profunda de los Hombres fue utilizada por este creador de
horrores y sufrimientos, especulando con ella. Haciéndose por su
propia voluntad individual, cada vez más malvado, cruel y perverso.
Muchas veces intentó recomponer las cosas, pero había generado un
Yo Psicológico en su cuerpo astral, que era el negativo exacto de
las Esferas de Conciencia del Alma.
Su Ego mismo se
convirtió en un centro inverso, desprendido de la Divina Presencia,
y solo puede existir en base a los elementos que lo vitalizan desde
“afuera”, desde todo lo externo. Para seguir existiendo -al tener
ese instinto de conservación aún activo- necesita de sangre
derramada con sufrimiento y dolor, con angustia y desesperación, con
odio en todas sus formas, que son vibraciones de “amor
negativizado”. Necesita del principio vital negativizado, siendo
más bien un “principio mortal” recargado con las vibraciones de
dolor de las víctimas.
El Demiurgo solo
puede existir mientras exista el sufrimiento, la miseria, la
debilidad (poder negativizado), la desarmonía, el desorden, la
mentira.
La mentira misma es
el caldo de cultivo para todo lo que él necesita. La Verdad es el
único principio que no puede contrapolarse totalmente, de modo que
la mentira solo puede producirse con trozos de verdades desordenados,
armando un rompecabezas falso.
Así hizo Loki tanta
destrucción, y tanta desvirtuación y engaño tuvo que hacer para
que no le detuviesen, que se envició en si mismo. Entonces el
experimento que surgió en su mente diabólica (diablo significa “el
que dice una cosa y hace otra”), de hacer hombres para que le
adoren con el extremo de las emociones negativas y positivas, más
que al Creador Absoluto, volvió a tomar forma e hizo un nuevo
intento. Formó un caldo primigenio hecho con la carne de algunos de
los “hombres de palo” que había guardado en recipientes
especiales, y con ella hizo nuevas mezclas, agregándole elementos de
la serpiente genética existente en algunos animales que
dolorosamente remontaban el abismo involutivo producido por este
falso creador.
Entonces surgió el
segundo hombre, el cual resultó -por un accidente en los cálculos-
mezcla de animales y hombre. Tan tremendo era el estropicio que Loki
los llevó fuera del Paraíso, abandonándolos a su suerte. Los
monstruos así creados tenían cabezas de pescado y cuerpo de hombre,
debiendo vivir en el agua; mujeres con cola de pez en vez de piernas,
debiendo vivir en las costas; hombres con partes de equinos y de
otras bestias creadas por Loki, que por ese tiempo ya se reproducían
en la superficie externa del mundo.
Pero estas criaturas
de las más imperfectas mezclas se fueron extinguiendo por su propia
imperfección, por lo que representaron un nuevo fracaso para Loki.
Los demás Hombres-Dioses se reunían constantemente para estudiar el
caso; no actuaban porque desconocían el mal y no podían entender el
sufrimiento de las criaturas que lo padecían. Sin embargo, ellos
sabían que eso no debía ser, que era lo opuesto a lo que era
realmente. No lograban entender la experiencia del mal, y el bien era
algo no relativo, pues sólo conocían la perfección.
Mientras los dioses
conferenciaban tratando de comprender la imperfección sin caer en
ella, Loki logró lo que intentaba. El descubrimiento de una de las
Leyes del Creador, le permitió reproducirse a si mismo sin necesidad
de incorporar elementos genéticos de los caldos nutricios, pero
usando éstos para formar el cuerpo material, con las mismas
propiedades que el Logos hubo hecho a los primeros Hombres
Primigenios.
La mayoría de los
dioses estaban en desacuerdo con toda esta alteración de las cosas,
pero no sabían cuál era la medida correcta que debían tomar. Se
generó un gran conflicto de opiniones que Loki aprovechaba para
infiltrar argumentos cada vez más enredados, con lo que la confusión
aumentaba.
A tal punto llegó
la incertidumbre que algunos dioses decidieron buscar la profunda
comprensión de los argumentos de Loki, acompañándolo en sus
experimentos. A pesar de las recomendaciones de los más prudentes,
le dijeron:
– “Queremos que
sepáis que nos consideramos incompetentes para juzgaros, y que
deseamos comprender vuestras motivaciones y el resultado final de los
experimentos. Mostradnos hasta dónde queréis llegar.”
– “Os mostraré
-dijo Loki- que Soy el que Soy, y a diferencia de vosotros yo puedo
crear todo el Universo infinito de nuevo, porque puedo dar vuelta a
todas las Leyes, usarlas a mi voluntad y crear lo opuesto al
Absoluto.
Puedo crear
criaturas perfectas y dotarlas de características totalmente
diferentes de las que da la naturaleza. ¿Quién puede comparárseme?,
¿Quién puede decir que Loki no es Dios?, ¿Acaso habéis visto
algún dios, de entre vosotros, que pueda hacer ver lo que Es, de un
modo que no es?
¿Acaso hay entre
vosotros alguno que pueda confundir a los más sabios?, ¿Acaso hay
alguno entre vosotros que pueda desafiar al Dios Absoluto y seguir
existiendo?, ¿No comprendéis que Yo Soy la otra parte de la
Realidad, y que puedo crear un Absoluto opuesto?, ¿Acaso tenéis
conocimiento de que alguno, desde que el Universo existe, haya podido
descubrir los secretos de los Logos y hacer creaciones sin haber
llegado siquiera a Kristos?
Ni siquiera los
Kristos se atreven a crear como el Logos Planetario, y Yo, que Soy el
que Soy, he hecho diversas creaciones, las que voy mejorando tanto
que en poco más las veréis surgir en todo su esplendor.
¿Quién os dijo
que debía respetarse la Ley de Jerarquías, y que sólo el Logos
podía crear formas de vida? Ahora veréis que no es necesario
ascender de acuerdo a la Ley Absoluta, para crearlas. Observad y
ayudadme, y seréis más que dioses.
Ahora hagamos al
hombre a nuestra imagen y semejanza, para que sea superior a las
bestias que Yo hube creado antes.”
Entonces sacó unas
cuantas células de su pene, que era la única parte de su cuerpo no
relacionada a sus facultades de Hombre Primigenio, y una de las
partes totalmente prescindibles en lo futuro, ya que no podía
derramar el semen de modo alguno, y no podía usarlo para ascender al
estado Krístico, pues con toda su terrible actividad, sus chackras
(vórtices energéticos del cuerpo) ya estaban invertidos en
polaridad.
Así tuvo lugar un
nuevo hombre creado por el proceso antinatural de “clonación”.
Este hombre era exactamente igual a Loki en el aspecto externo, pero
Loki había descubierto el modo de reprogramar su genética celular
para que el cuerpo se deteriorara antes de alcanzar el estado
Krístico y muriese. Con el proceso evolutivo interrumpido, esa alma
quedaría supeditada a los designios que Loki le impusiera, y a los
cuerpos que éste creara. El objetivo era tenerle permanentemente
sometido a su voluntad.
Cuando estuvo
completamente formado y pudo despertar, Loki le dijo a su criatura,
la cual era su hijo-hermano genéticamente idéntico:
– “Vos sois mi
máxima obra; existís gracias a mi. Yo Soy vuestro creador y os he
creado perfecto. Por ello debéis darme gracias eternamente y debéis
rendiros ante mí, con temor de mí y con reverencia profunda. Yo os
doy en mi magnánima generosidad, potestad sobre las bestias que
deambulan por la tierra y sobre los árboles del mundo. Yo Soy
vuestro Dios. Decidme cuánto es vuestro agrado por el hecho
magnífico de haberos creado a imagen y semejanza mía, porque sois
igual a mí, hecho de barro y del aliento mío.”
– “Os estoy
amorosamente agradecido Padre mío, pues me habéis hecho perfecto,
me habéis dado existencia maravillosa y feliz, ya Soy el que Soy, y
viviré para agradecéroslo. Decidme lo que deseáis y por amor a vos
lo haré, sea una creación en arcilla, el canto más bello o la más
bella imagen esculpida en piedra.”
– “Nada de eso
me interesa -replicó Loki- porque vos mismo sois mi máxima creación
y vos crearéis cosas para vos mismo. Lo que quiero para mí, ya lo
tengo: Vuestro temor de mí, vuestra entrega, el amor hacia mi ser y
que en todo momento me recordéis y obedezcáis a lo que mi voluntad
os mandare.
Ahora venid conmigo,
pues os pondré en presencia de los demás, para que vean ellos mi
magia, mi poder, mi misterioso secreto que jamás revelaré porque
así me respetarán como el único, el supremo creador, que puede
crear lo que no crea ni el creador absoluto, el cual es mi máximo
sirviente, pues todo me lo da al instante en que lo pido.”
La criatura fue
llamada Adán, que significa “Igual”, y fue presentada a los
otros dioses, los cuales se hallaron confundidos ante la nueva
creación de Loki, pues Adán parecía perfecto y así demostró
serlo. Pero su alma era una entidad que ya conocía el miedo porque
anteriormente había sido uno de los monstruos que Loki creara. Era
un Ego autoconsciente que había vuelto a nacer.
Ahora tenía un
cuerpo aparentemente perfecto, pero era sumiso, obedecía ciegamente
a su padre biológico, pues como alma le temía, mientras que como
Hombre era total la afinidad genética en el plano físico, mental y
astral, de modo que la fuerza telepática de Loki -más experimentado
y completo- le imponía fácilmente cualquier mandato. Y No sabía
que era mortal.
Los otros dioses
toleraban esta situación sintiendo molestia; mientras conferenciaban
sobre lo correcto o incorrecto de la cuestión, estaban explorando
sentimientos nuevos, relacionados a si mismos y al efecto que el
desarrollo de las modificaciones naturales provocaría -tanto en
ellos como en el mundo todo- y Loki especulaba con el tiempo que
demandaba a sus semejantes explorar toda esa novedad que podríamos
llamar “sufrimiento”. Mientras él permanecía, varias
generaciones de dioses habían pasado por el Reino Humano y ascendido
al Reino Krístico.
Los dioses que
acompañaban a Loki habían dividido sus opiniones. Algunos a favor
de que continuara, otros absolutamente en contra. No estando
limitados en su naturaleza personal, los dioses podían sentir el
malestar sin las terribles intensidades con que lo padecen las
criaturas inferiores creadas imperfectamente. Los dioses no
desconocen el sufrimiento, porque es el placer negativizado. Conocen
ambos y pueden controlar las situaciones, regulando el punto justo de
intensidad de la sensación. Placer y dolor es básicamente lo mismo;
es una sensación que el organismo perfecto puede regular a voluntad,
evitando los extremos, manteniendo el equilibrio sensitivo, logrando
la experiencia en la medida justa para que la conciencia la capte,
sin atrofiar los instrumentos de recepción del estímulo causante de
la sensación.
El estímulo puede
ser externo, o puede haberlo sido, estando solo en la memoria del
individuo, produciendo una ilusión de sensación llamada
“masturbación”, que es buscar placer en la ilusión, en el
recuerdo de una sensación; pero más terrible es la masturbación de
las civilizaciones, que buscan placer en la posesión de cosas, las
cuales muchas veces solo se poseen subjetivamente.
La mayor parte de la
masa humana sufre porque se masturba inconscientemente, manteniendo
en el consciente el recuerdo del sufrimiento, producido por deseos no
satisfechos, miedos y odios inútiles. Los Hombres Primigenios sabían
todo esto, pero no comprendieron inmediatamente la gravedad del
efecto porque no lo sufrían.
Mientras tanto Loki
seguía haciendo de las suyas, acompañado de un pequeño grupo de
dioses que se iban convirtiendo en sus primeros acólitos, en la
medida que compartían emocionalmente su locura.
Su hijo se
desarrollaba muy bien y pronto le alcanzaría en comprensión, pues
estaba tomando toda clase de experiencias. Esto no convenía a sus
intenciones retorcidas, entonces comenzó a buscar la forma de hacer
que Adán no tuviera descendencia con una mujer primigenia, pues se
recompondría el orden natural, y hacer clones era trabajoso y
difícil. Ya había hecho tres clones más y estaban desarrollándose
idénticos a Adán, pero Loki quería ser lo máximo de la existencia
misma, de modo que pensó hacer clones de Adán para manipular sus
cualidades y para restarles capacidades, sometiéndolos así a su
control más fácilmente.
Pensó en que era
difícil escapar de la Ley de causa y efecto, y no comprendiéndola
correctamente, creyó que mediante la instigación se libraba del
karma. Se dijo: “Haré que Adán tenga descendencia, haré que él
viole la Ley para no seguir violándola Yo, hasta hacerme totalmente
dueño de ella. Mientras no haya logrado someter al Creador Absoluto,
haciéndole obedecer mi Voluntad, deberé culpar a los que sean
inferiores a mí, para que carguen ellos con los efectos indeseables.
Así estaré libre de culpa, hasta que el Universo sea mío y no
hayaTal era la locura de Loki, que no comprendió nunca que las Leyes
Absolutas jamás pueden ser realmente violadas, porque funcionan en
planos infinitamente más sutiles y más densos, más elevados y más
bajos, de lo que una conciencia individual pueda imaginar. Así que
en tal locura dijo a Adán:
– “No es bueno
que estés solo; todo hombre debe tener una mujer. Pero como Tú eres
creación mía, deberé hacer para tí una mujer que no sea como las
demás. Tú eres especial y mereces una mujer especial también,
porque tú eres el primero que he creado y te he hecho perfecto.”
Dichas estas
mentiras, anestesió a Adán, durmiéndolo profundamente con el vino
que había hecho, maravilloso en gusto como ningún otro, suave y
dulce al paladar, pero con otras esencias que no eran de la vid.
Con ese vino
adulterado Adán quedó tan dormido que Loki pudo extraer de la
médula de una costilla los elementos celulares necesarios para una
clonación muy especial. No podía hacer otro varón, pues sería
igual a Adán y también escaparía de su dominio cuando se
desarrollase. Debía hacer una descendencia decididamente inferior.
Tendría que hacer una mujer, pero inferior a Adán, para que le
diera hijos inferiores aún. Es decir que la única manera de hacer
su plan, era generando una descendencia involucionante, en vez de
evolucionante. Pensaba que -además- con ello adelantaría algún
paso en la conquista del poder sobre la Creación Absoluta.
Se autojustificaba
pensando que luego de someter a todo el Universo mostraría su
magnanimidad ayudando a todos a evolucionar, y que el terrible
sufrimiento causado sería mayor contraste para mayor gozo y
felicidad de sus criaturas. Con este pensamiento, desconocía la Ley
Hermética de Equilibrio, del Principio Verdad.
Mientras buscaba
justificativos y argumentos para convencer a sus semejantes de que
tremendas aberraciones eran cosas correctas que sólo él podía
comprender, su primera criatura femenina estaba creciendo. Un clon de
Adán, al cual se le habían extraído los elementos genéticos
masculinos, dejando solo los femeninos, estaba siendo elaborado en el
recinto llamado “Árbol de la Ciencia del Bien y del Mal”, donde
Loki experimentaba con el “Árbol de la Vida”.
Cuando su nueva obra
de imperfección -que no era mujer, sino “varona”, por provenir
solo de varón- estuvo terminada, despertó a Adán y le dijo:
– “Aquí tenéis
una compañera, tomad potestad sobre su cuerpo y hacedla vuestra;
dominadla, porque es carne de vuestra carne. Ha de llamarse Eva, que
significa vida, porque será la madre de un gran pueblo, y si no
tuviese descendencia estará condenada a la perdición como alma y
dejará de existir. Os doy potestad en toda esta tierra maravillosa
que está limitada y regada por los cuatro ríos que se llaman Fisón,
Gehón, Eufrates y Tigris. Podéis hacer lo que queráis en esta
tierra de delicias, mas no juguéis con el Árbol de la Vida, pues
esa es potestad exclusiva de vuestro creador. Si comiéseis del Árbol
de la Vida, ciertamente moriréis, porque éste es nada menos que el
árbol de la ciencia del bien y del mal.”
Las criaturas de
Loki disfrutaban del Paraíso y a pesar de que la varona era inferior
al hombre, el amor de éste la elevaba. A pesar de la alteración
genética que hacía de ella un ser dependiente, inseguro y
mentalmente sumiso a Adán, nada parecía estar mal. Ambos gozaban su
existencia. Pero los otros clones de Loki, hermanos biológicos de
Adán, (pero manipulados para no parecérsele) ya habían madurado, y
fueron llevados al Jardín de Edén, junto con Adán y su varona.
Hallándose los otros tres sin mujer, quisieron tener sus
correspondientes compañeras. Así que consultaron a la primera
pareja para encontrar el modo de tenerlas.
-”Hemos sido
creados por la sabiduría de nuestro Padre, y de tierra nos ha hecho
-reflexionaba Adán- pero nos ha prohibido urgar en el árbol de la
Vida. Debéis pedirle a él que os haga compañeras como la mía.”
Y habiendo visto los
hermanos de Adán que la varona era agradable y sumisa, le pidieron a
Loki que les hiciera sus respectivas compañeras. Y Loki así lo
hizo, pero manipulando las características de los nuevos
clones-hembra, de modo que fuesen diferentes en aspecto a Eva. Tal
era la situación aparente, que los otros dioses creyeron que se
trataba de hijos perfectos, con las variedades que da la naturaleza.
De modo que aceptaron de buen grado que Loki hiciera esas creaciones.
Aparentemente, era todo perfección.
Así las cosas,
descubrieron Adán y Eva que no podían tener hijos. Algo estaba mal
en la creación de Loki, y se sentían perturbados y afligidos.
Fueron ante Loki y dijeron:
– “Hemos venido
a veros porque no podemos tener hijos. No somos perfectos como
dijísteis que éramos, así que queremos que vuestra imperfecta
creación sea corregida en nosotros.”
Ante tan natural
reclamo, muy esperado por Loki, éste reaccionó con una modalidad
que no se le conocía hasta entonces. Imprimió una gran cantidad de
Poder a su pensamiento, restándole no sólo Amor -como siempre- sino
también Inteligencia. Puro poder descontrolado, su pensamiento
provocó en él mismo un gesto terrible que infundió pavor en Adán
y Eva: Conocieron la IRA de su macabro creador. Un dios loco que,
además, aprendió a ponerse iracundo para infundir terror en sus
criaturas.
– “Sois unos
malditos desagradecidos, debí haber continuado con los experimentos
de reptiles antes de haceros a vosotros. ¿Quién os ha dicho que
sois imperfectos?, si acaso lo fuéseis, ya mismo puedo destruiros,
convertiros en polvo con mi sóla voluntad… Estoy en duda; para
saber si sois imperfectos deberé probaros. Si acaso tuviéseis una
falla -la más mínima- os convertiríais en nada. Dejaríais de ser…
¿Os arriesgáis? Yo os digo que sois perfectos y que ahora debéis
buscar el modo de devolverme con creces el esfuerzo que hice para
crearos. Deseo que os multipliquéis y no preguntéis cómo, ya que
es asunto vuestro.”
La sonrisa cínica
de Loki se nutría del terror de sus criaturas. Su plan iba
resultando. Sus criaturas ya estaban movilizadas de un extremo a
otro, les había roto el equilibrio emocional. Sus desequilibrios
genéticos lo hicieron posible. Era un círculo vicioso muy difícil
de evadir y Loki solo debía esperar a que las violaciones de las
leyes naturales continuaran por mano ajena. Era sólo cuestión de
tiempo, porque los retoques genéticos de Eva conformaban un patrón
informático que le harían buscar tener descendencia a toda costa,
pues le había hecho creer que de ello dependía que su alma pudiese
revertir la involución.
No sabían estas
pobres criaturas que la primera forma de usura estaba consumada.
Había dicho a Eva que debía tener descendencia para que pudiese
salvarse, pero al mismo tiempo había anulado genéticamente su
capacidad reproductora y la normal ascensión de la energía libido.
Estos seres gozaban del sexo, pero en el clímax no había ascensión
y orgasmo verdadero, sino un espasmo eléctrico nervioso que les
hacía arrojar fuera todo el semen del varón y el “agua vital”
de la mujer, desearan o no tener hijos. Así se estableció la
pérdida de la vitalidad en la humanidad, y quien por su voluntad y
conciencia impida la eyaculación -sea hombre o mujer- puede
restablecer su original condición y derecho a ser como los dioses,
pero ellos no lo sabían.
– ”¿Ahora qué
haremos? -preguntó Eva a Adán-. Si nuestro Padre no cambia los
patrones de creación en nosotros, no tendremos descendencia y no
podré salvar mi alma. Además me ha hecho vuestra alma genética
gemela, de modo que no puedo tener otro hombre, y estaré echada a la
perdición si no tenemos descendencia. Ni siquiera soy plena mujer,
sino un varón con forma de mujer y sin elementos masculinos.”
Por primera vez Adán
vio a Eva llorar pero no de felicidad, sino de lo opuesto, sin
entender porqué ocurría aquello. Sentía que era culpa suya, porque
se suponía que era perfecto, pero a la vez no sabía qué hacer.
Mas la varona no se
resignó a la situación. No estaba dispuesta a dejar de existir por
no hallar cómo lograr descendencia. Así que dijo a Adán:
– “¿Qué clase
de Padre perfecto es el nuestro? Le habéis oído prohibirnos tocar
el árbol de la ciencia del bien y del mal, pero me ha hecho
responsable de perpetuar la especie y a la vez me hizo sin
posibilidades biológicas de tener descendencia. ¿Acaso debemos
obedecerle?. Si miráis la serpiente que se halla enroscada en el
árbol de la Vida, veréis que está allí toda la sabiduría de
nuestra naturaleza. Modificando los frutos de ese árbol podemos
tener descendencia y podemos ser realmente perfectos como dioses.”
– “Pero nosotros
-dijo Adán- no debemos hacer eso porque nos lo ha prohibido nuestro
creador.”, a lo que respondió la mujer:
– “Si sólo
pensáis con un poco de autoconciencia, veréis que ese padre nuestro
no es padre de perfección, ya que nos ha hecho mortales y el
deterioro de nuestra piel lo demuestra; e inascendibles, es decir,
sin posibilidades de ascender en la naturaleza. Nos ha impedido
genéticamente el despertar superior que tienen todos los dioses, y
que es también nuestro natural derecho. ¿No veis que nos ha hecho
mal?, ¿No veis que es solo nuestro padre biológico y que si no
corregimos la estructura genética que él hizo estamos condenados a
vivir en la materia hasta morirnos para librarnos de ella, sin poder
espiritualizarla jamás? Porque si hacemos eso seguramente nos
castigará la naturaleza y viviremos otra vez en una de las
creaciones que Loki hace.”
Eva no sabía que la
naturaleza no la atraparía nuevamente si recomponía su psicología,
sino que lo haría su propio miedo. Esto mismo ocurrió a muchos, que
en el correr de los siglos fueron engañados por el miedo. Tratando
de sobreponerse dijo a Adán:
– “La serpiente
de lo pequeño tiene la clave para que corrijamos la imperfección,
debemos obrar según ella para poder llegar a ser como dioses y luego
ascender para vivir para siempre. Primero debemos modificarnos para
procrear y cumplir con la orden de nuestro Padre; luego debemos
arreglar nuestra estructura genética vital para ascender el fuego de
vida y vivir para siempre.”
Y Eva estaba
parcialmente en lo cierto, pero no tenían conocimiento ni medios
para hacer las modificaciones correctas. Adán intentó convencerla
de que lo que deberían hacer era vivir dedicados a impedir que Loki
siguiera haciendo seres imperfectos. Podrían hablar con los dioses y
pedirles ayuda, pero Eva solo quería corregir las cosas desde su
propia genética, en vez de dejar actuar a las Leyes Naturales. Así
cayeron en la trampa demiúrgica repitiendo el pecado original. Con
toda la experiencia recogida hasta el momento, fueron al laboratorio
de Loki, que estaba en medio del Edén y comenzaron a experimentar
con radiaciones de bedelio, que cambia lentamente las formas de las
serpientes de ácidos nucleicos, modificando artificialmente los
programas de la vida.
Hicieron
modificaciones en sus propias estructuras genéticas, usando del
aparaterío llamado “Arbol de la Ciencia del Bien y del Mal”,
puesto tentadoramente por Loki en medio de la Tierra de las Delicias.
Pero los
experimentos con sus propios cuerpos resultaron un desastre. Las
radiaciones les produjeron mutaciones que deformaron sus cuerpos lo
suficiente para que pudieran notarse las anomalías sufridas.
– “¿Qué
haremos ahora -dijo Adán- para que no sea visto nuestro error?. Loki
nos prohibió hacer esto y mirad lo que nos ha ocurrido. Nuestra piel
está dañada, nuestras formas no son las mismas…”.
– “Nos pondremos
unas hojas de árbol de vid a modo de adorno para taparnos, ya que su
áurea es muy fuerte y Loki no nos verá aun con su vista más
poderosa. Además nos esconderemos y quizá no nos vea.”
Y sucedió que
andando Loki por el Jardín de Edén, por mucho tiempo no vio a sus
criaturas, porque éstas se escondían de su vista. Entonces,
extrañado por la actitud, ya que intuía sus presencias cercanas,
les llamó diciendo:
– “Adán y Eva,
venid conmigo, ¿qué ocurre que os ocultáis de mi vista?” Y
saliendo de entre las zarzas y palmas, fueron donde estaba Loki,
quien al verlos cubiertos de hojas de parra comprendió
inmediatamente que su plan había tenido éxito. Ahora tenía motivos
para culpar a sus criaturas, las que se encargarían de hacer para él
un gran pueblo de seres inferiores, llamados Hombres Mortales.
LA EXPULSIÓN DE
ADÁN Y EVA
– “Hemos oído
vuestra voz en el Jardín y hemos temido de vos, porque estamos
avergonzados. Nos escondimos de vuestra vista porque no somos
merecedores de ella, y nos hemos vestido para no ofenderos con
nuestra desnudez” -dijo Adán.
– “¿Y quién os
ha dicho que es ofensivo estar desnudo? -replicó Loki- ¿Y qué os
ha avergonzado, sino el haber comido del árbol de la vida, y haber
sufrido en vuestro cuerpo el castigo de vuestro pecado?, ¿Acaso no
os lo había vedado tocar siquiera al árbol de la ciencia?”
– “Es que la
mujer que me dierais por compañera es imperfecta, y el fruto que le
falta lo habéis quitado vos, entonces buscamos arreglar vuestro
error y nos hemos equivocado también.” -decía Adán con tristeza
y temor.
– “¿Porqué
habéis hecho esto?” Preguntó Loki a la mujer; y ella contestó:
– “Porque la
única solución posible para cumplir con vuestro mandamiento de
tener descendencia, era modificando la serpiente nucleica, pero nos
hemos equivocado. Ahora tendremos descendencia pero nuestros cuerpos
han sufrido mutaciones.”
– “Por cuanto
habéis hecho esto, será maldita la serpiente en vosotros, ya que su
modificación hará diferentes y enemigos a vuestras sucesivas
generaciones, y aun en los mejores individuos de la raza, la
serpiente acechará con sus desvíos desde vuestro mismo calcañar
para que sea impura la descendencia. Y por esta astuta obra, serán
vuestras preñeces sufridas con tremendo dolor, porque con dolor
pariréis los hijos. Seréis dominada y maltratada por vuestro marido
en cada generación, porque maldita sea la mujer, ya que ninguna
diosa en el Paraíso me ha aceptado como Absoluto Dios.
Y vos -dijo mirando
a Adán- por cuanto habéis escuchado a la mujer y me habéis
desobedecido, será maldita la tierra por tu causa; con gran fatiga
sacarás de ella el alimento, porque os echaré del Paraíso hacia la
región de afuera, donde el frío y el calor son extremos. Tendréis
tinieblas la mitad del tiempo y cinco peñascos asustarán vuestras
cabezas. Veréis que vuestro cuerpo pesará un tercio más, y con
ello será fatigoso vuestro solo andar, hasta que la muerte os atrape
y volváis a la tierra, porque de polvo fuisteis creados y al maldito
polvo volveréis.”
Diciendo esto, Loki
fue sorprendido por los otros dioses que habían venido a verle, los
que le inquirieron que les explicara lo ocurrido. También estaban
asombrados ante la escena de ira, que no lograban comprender.
– “¿Qué ha
ocurrido con vuestros hijos? -preguntó uno de ellos- acaso no les
habéis hecho perfectos?”.
– “Lo que ocurre
-dijo astutamente Loki- es que éstos han comido del árbol de la
ciencia del bien y del mal, con lo que han mostrado ser
desobedientes. Estoy arrepentido de haberles creado. Ya veis que
afortunadamente los hice mortales, como precaución. Ahora les
echaremos de aquí, no sea que también estiren su mano y quieran
comer del árbol de conservar la vida y vivan para siempre y vengan a
ser como nosotros.”
Los otros dioses no
comprendían totalmente la maldad, pero se habían propuesto observar
los resultados sin opinar. De modo que vieron a Loki hacer unas
túnicas con pieles de animales que conservaba en jaulas en el Edén,
y con ellas vistió a Adán y a Eva diciéndoles:
– “Estas túnicas
servirán para vestir vuestro vergonzoso aspecto, a la vez que os
permitirán pasar desde el Fin del Mundo a la faz externa que está
frente al abismo. Caminaréis hasta donde el cielo y la tierra
parecen juntarse, y continuaréis hasta donde ambos son iguales.
Cruzaréis el desierto de hielo hasta estar totalmente frente al
abismo donde un gran sol se alterna con cinco lunas y miles de soles
lejanos. Y por ningún motivo volveréis aquí, pues pondré un
querubín con espada flamígera que guardará este laboratorio, y en
el pasaje de entrada al mundo también veréis el brillo que en el
cielo os dirá que no podéis volver. Ahora idos y que la muerte sea
con vosotros por haberme desobedecido. Comeréis aquello que saquéis
a la tierra con el sudor de vuestra frente o los animales que cacéis,
si ellos no os comen a vosotros. Vuestra descendencia será maldita y
hasta en vuestro calcañar estará al acecho la serpiente, para
morderos en las generaciones por los siglos de los siglos, hasta el
fin de los tiempos. Que sea maldita vuestra descendencia y toda la
tierra por vuestra causa.”
Así atormentados
por el miedo y el dolor, la confusión y la vergüenza, Adán y Eva
comenzaron la peregrinación hacia su incierto destino. Pero los
otros dioses no estuvieron muy convencidos de permitir que estas
cosas continuasen, así que tuvieron una nueva conferencia en la cual
algunos acusaron directamente a Loki de blasfemia contra el Absoluto,
contra la Armonía de la Naturaleza y contra la Humanidad.
No lograban
comprender en profundidad las repercusiones de esos experimentos,
pero sentían que no debían continuar, ya que de seguir adelante
podía destruirse toda la naturaleza, y algunos deducían que si no
frenaban el accionar de Loki podía ser atacado el Logos y
reaccionando lógicamente, destruir toda la actividad biológica del
mundo.
Sabían los dioses
que el Logos es el Ser que mora en el Sol Pacha del Centro del Mundo,
y que puede regir sus destinos, y hasta mover o alterar sus
movimientos normales respecto al sol externo o Ra, con sólo variar
sus impulsos amorosos, que son de orden magnético. De ese modo
podría -si lo quisiese- hacer una variación magnética adecuada y
quemar a todos los Seres y cosas, árboles y dioses, en el tiempo que
tarda un pensamiento en ser lanzado.
Discurrieron
largamente acerca de cómo sería haber corrido la suerte de Adán y
Eva. Trataban de entender por comparación la motivación primera de
que Seres como ellos tuviesen ese terrible destino. Entonces dijo uno
de los más antiguos y sabios, llamado Odín, a los que habían
vivido menos:
– “Nosotros
estamos bajo la protección del Logos, vivimos cuanto deseamos y
cuando no nos place más vivir, simplemente reunimos toda nuestra
experiencia perfecta y ascendemos a un Reino Natural más glorioso
aún. Pero esos mortales creados por Loki no son perfectos; a la vez
que nos desagrada verlos porque es ver sufrimiento, imperfección y
muerte perpetuados en la materia de un cuerpo humano, sentimos por
ellos un Amor que no sirve, porque es contagiarnos de su dolor sin
atenuar el de ellos. ¡Que nuestro Amor sirva para algo!, ¡Debemos
ayudarles, aunque nuestra experiencia sea tan diferente!
Debemos pensar en
hacer algo, aunque sea dejando de Ascender como corresponde, pues
vosotros los jóvenes no tenéis experiencia suficiente. Los antiguos
debemos guiaros y vosotros debéis actuar.”
– “Las cosas que
decís -respondió uno de los jóvenes, cuyo nombre era Thor- son muy
importantes, pues desde que existe el mundo no se conocía la
imperfección más allá de los accidentes, que siempre fueron
superados con amor y con inteligencia, bajo la influencia del Logos
Creador Padre de Este Mundo.
Desde que Loki
comenzó con sus experimentos, se acabó la paz y la perfección.
En el fondo, todos
estamos preocupados y nadie disfruta plenamente, porque sabemos que
lo que va contra las Leyes del Elyón produce muchos accidentes, y si
aumentan como los ha hecho aumentar Loki, ya no son accidentes, sino
efectos previsibles que él busca. Hasta dice que someterá al
mismísimo Elyón.
¿Os imagináis que
pueda ser cierto que un individuo domine a lo Absoluto?, ¿Os
imagináis que eso haga uno como Loki, perpetuando el mal en vez del
bien?”.
Así conferenciaban
los dioses acerca de las actividades del creador de Seres
imperfectos. Todos estaban de acuerdo en que algo deberían hacer.
Pero ninguno sabía exactamente cómo obrar, pues la Perfección
creada por el Logos era lo que era en la memoria de todos, desde
hacía millones de años, y ninguno había vivido en carne propia la
experiencia de la mortalidad, del “no ser”.
EL JUICIO DE LOS
DIOSES
– “No podemos
tolerar más tiempo -decía uno llamado Apolo, que significa
“defensor”- que Loki siga haciendo hombres imperfectos. Me siento
comprometido a defender a esas criaturas y a todas las que pudiera
seguir creando. Si logra extender su método a todo el planeta,
cualquiera de nosotros que sea accidentado deberá reencarnar en un
Hombre mortal como esos que él ha creado. Esas criaturas no son tan
deformes como sus anteriores experimentos, pero siendo dioses como
nosotros por ser almas y Yoes, no tienen oportunidad de Ascender. No
pueden regular sus percepciones entonces sufren sin poder impedirlo.
Su experiencia de vida es una tortura, el exceso de sensación, en
vez de permitir la espiritualización de la materia, produce la
materialización del espíritu, dejándolo preso y sufriente hasta
destruirse como individualidad…
“Esa es la obra de
Loki; ha creado el mal permanente, yendo definitivamente en contra de
Dios. Mi deber es defender a los débiles, porque así me lo dictan
la Divina Inteligencia y el Amor Divino, y Loki es culpable de que
los débiles, las bestias y los monstruos existan. Nada de eso
preocupaba antes de que él los creara.”
Casi todos los
dioses aprobaron lo que Apolo decía porque todo ello era evidente.
El Zeus -que significa “Juez”- que era el sabio Odín, dijo:
– “Creo que
deberíamos matar los cuerpos de esas criaturas para liberarlas del
sufrimiento y la limitación, para que como almas ocupen otros
cuerpos.”
Entonces Loki alegó
lo siguiente:
– “Yo he dicho
que ellos son perfectos, pues son como dioses, y así son. Y hasta
son más que dioses, pues conocen el bien y el mal por experiencia
propia.
Pueden liberarse,
así como pudieron comer del árbol de la ciencia. Ello demuestra que
son perfectos, pues buscan la perfección. Seguramente ellos o sus
generaciones, y ellos mismos encarnados en su descendencia,
descubrirán el modo de hacerse dioses, pues buscarán siempre la
inmortalidad. Si los matáis vosotros, os haréis responsables por el
efecto. Nadie tiene derecho a quitarles la vida, ya que por ley de
vida han sido creados”.
Este y muchos otros
argumentos utilizó Loki en sus juicios, a fin de alargarlos,
sembrando entre los dioses la inseguridad, la duda y la confusión.
Mientras tanto,
había preparado los elementos necesarios para vigilar que sus
criaturas no fueran muertas, pero tampoco las dejaría tranquilas
para hallar el camino de la resurrección, porque con ello se
coartarían sus diabólicos planes.
– “El hecho de
existir, cualquiera sea la naturaleza del individuo, es un derecho
inalienable -alegaba astutamente Loki-. La vida no es propiedad de
los individuos, y mientras que tenemos libre albedrío para crearla,
no lo tenemos para eliminarla. La vida es una manifestación divina,
y Yo, que soy el Gran Creador de Vida, exijo que se respeten mis
criaturas, permitiéndoles vivir hasta que su vida se extinga en
virtud de sus propias debilidades”.
– “Pero con ello
-intervino el Zeus- estáis permitiendo que esas almas sufran y
conozcan la imperfección, sin libertad para evitarla. Además
habláis de derecho a la vida pero hacéis seres débiles, condenados
a morir desde que nacen.
Las Leyes
establecidas desde que existimos, en virtud de la Creación que hizo
nuestro Padre Logos del Mundo, están basadas en la Perfección.
Jamás nada escapó a las Leyes de Perfección, y vuestras anteriores
creaciones han sido una muestra de que no es posible violar las
Leyes.
Si bien es posible
hacer cosas opuestas a la Ley, solo pueden hacerse en virtud de la
Ley misma, pero no pueden perdurar. Ya habéis visto que vuestro
manejo de la serpiente y del Árbol de la Vida no ha causado
felicidad ni perfección, sino dolor, destrucción, monstruos
horribles como esos que aún pululan por la faz externa del planeta.
Habéis acabado con la Paz y si os hubiésemos dejado hacer, ya
habríais destruido el mundo.”
– “Es que no
podéis entender –replicó Loki– porque sois imperfectos, sois
menos que el árbol y menos que la piedra. ¡Vuestra inteligencia
solo alcanza para vivir una maldita vida sin otra cosa que el
mediocre nacer, ascender, y seguir eternamente hacia la gloria de ese
maldito Dios al que llamáis Absoluto!
Podéis quedaros con
esa estúpida idea de la Vida y de la Existencia. ¡Yo os voy a
demostrar que Soy Superior a ese maldito Dios que tanto respetáis, y
que de nada vale esa felicidad vuestra, porque es ilusión!
¡Ya veréis un día
al Absoluto rendirse ante mis pies, y vosotros quizá tengáis una
oportunidad de perdurar, absolutamente sometidos a mi voluntad y
reconociéndome como verdadero Dios, renegando de vosotros mismos y
hasta de vuestra maldita esencia! Y si no queréis que os lleve a la
aniquilación eterna, en este mismo instante podéis adorarme y
suplicarme perdón.”
Ante semejante
locura que mucho tardaron en comprender los dioses, decidieron no
discutir más lo incomprensible, porque algunos ya estaban tan
confundidos que no permitirían que la obra de Loki sea interrumpida.
El demiurgo fue llevado fuera de la Gran Sala de Conferencias de los
dioses, y ellos continuaron meditando y buscando una solución. Pero
Loki ya había confundido hasta el alma de los dioses, que no tenían
experiencia de semejantes niveles de imperfección. Y así mismo
ocurría que el tiempo pasaba y la pareja expulsada ya estaba
teniendo hijos.
Ante tanta
incertidumbre, el Consejo de los Dioses decidió que no era prudente
destruir la obra de Loki, pues uno de los dioses convertidos en
acólitos del demiurgo alegó también que las almas ya
distorsionadas en los anteriores experimentos debían hallar, en una
nueva humanidad no perfecta, un camino de Perfectibilidad para volver
a ser Hombres Primigenios.
– “Es necesario
que exista el Hombre Mortal -decían Loki y algunos acólitos- pues
así las almas que deseen tener la experiencia de la máxima
imperfección, pueden hacerlo. Yo estoy seguro que si todo en la
naturaleza es dual, no solo es posible volver a Dios por la
Perfección, sino que también es posible volver al Absoluto mediante
el mal, mediante la Absoluta Imperfección”.
Tan terribles y
equivocadas eran las ideas de estos Hombres desconocedores de los
verdaderos alcances de las Leyes y Principios de Dios, que lograron
instalar la mentira entre los Seres. Cuando los dioses pudieron
comprender las tretas y falsedades del hábil Loki y sus acólitos,
sobre la superficie externa del planeta ya existía todo un pueblo de
hombres mortales, con toda clase de diferencias que -lejos de ser una
variedad perfecta- eran motivo de anomalías e imperfecciones cada
vez más acentuadas.
EL COMIENZO DEL
COMBATE
El más preocupado
por el destino de tantas almas atrapadas en el sufrimiento, era un
dios llamado Odín, que ya estaba a punto de ascender al plano
Krístico. Pero llegado el momento de abandonar el Reino Humano,
pensaba y conversaba con su hijo Luzbel, que significa “Inteligencia
Divina.”
-“No voy a dejar
este Reino, hijo amado. No puedo ir a mayor perfección y más
elevada felicidad mientras otros seres semejantes a nosotros sufren
la imposibilidad de Ascender, porque ese pobre desequilibrado juega
con ellos como si fuesen rocas de piedra. Menos aún cuando he
ocupado casi toda mi vida tratando de comprender las razones de Loki
y he descubierto que se trata de un modo de imperfección terminante,
contemplada dentro de la Ley, pero que no es lo que debe ser.”
-“Pero no es justo
que resignéis vuestra Ascensión a mayor gloria, pues desde el Reino
Krístico quizá podáis ayudar a las almas atrapadas de un modo
mejor. Además… ¿Qué podríais hacer contra Loki?, ¿Acaso podéis
hacer que no ocurra lo que ya ocurrió?”
-“No, hijo, no es
posible cambiar el pasado, pero sí modificar el presente y hacer un
futuro diferente. Ocurre que desde el Reino Krístico no se puede
intervenir en los asuntos humanos, así como el humano no puede
intervenir en los asuntos de los vegetales. Cuando estas pautas de
conducta se violan, surgen los desastres, como bien lo muestra la
obra de Loki. Así que he decidido quedarme como humano hasta que la
obra demiúrgica sea totalmente destruida. Ahora tengo un
conocimiento respecto al asunto que ningún otro lo tiene, de modo
que siento una responsabilidad muy grande, y si Ascendiese me
sentiría culpable de abandono. Mi Amor por todos los seres no me
permite abandonar a su desgracia a los mortales.”
-“Veo que estáis
decidido a hacer algo -dijo Luzbel- y que nada podrá cambiaros la
idea. Y siento que debo compartirla, porque también, a pesar de mi
juventud y de que no entiendo muchas cosas, siento un gran Amor por
esas almas atrapadas en cuerpos inservibles. Me ha turbado muchas
veces la idea de que Loki sea un verdadero Dios y nosotros no, así
que puedo comprender a esos seres que no poseen tiempo de vida ni
cuerpos sanos para escapar del temor que Loki causa con su
imperfección. Decidme lo que debo hacer y os ayudaré.”
-“Aprended
-respondió Odín- pues muchos deberán sumársenos para poner fin a
esta terrible imperfección. Tengo un plan que he elaborado a lo
largo de mucho tiempo, pero requiere de un Amor más grande que lo
normal. Loki es un ser que se ha desequilibrado al faltarle Amor en
su corazón. El solo es inteligencia y poder actuando positivamente,
y amor actuando negativamente.
Su estructura
matemática es la siguiente: AMOR 7(-); VIDA 6(+) 1(-) y en reversión
paulatina; VERDAD 6(-) 1(+); INTELIGENCIA 6(-) 1(+); PODER 6(-) 1(+);
TRANSMUTACIÓN 7(-) y SUMINISTRO variable y oscilante desde 7(+) a
1(+) y desde 1(-) a 7(-).
El factor Eternidad
en su alma ha implotado. Ha perdido la inmortalidad pero puede
perdurar mientras exista el mundo, aunque para ello necesita
parasitar a las criaturas que ha hecho, pues por inversión de
polaridades ha generado un karma de dependencia. Al desear tener
seres sometidos a su voluntad -lo que es contrario a la Ley- ha
quedado sometido él. Si sus criaturas dejan de existir, deja de
existir él también.
Pero nosotros no
podemos matar sus criaturas en el plano álmico, sino que debemos
dejar que vayan muriendo sus cuerpos más débiles, permitiendo que
se reproduzcan los más fuertes y cercanos a la perfección. Así
actuará la Ley de Selección del Principio Vida, y en unas cuantas
generaciones todo puede volver a la normalidad de la perfección. Los
cuerpos físicos, vitales, mentales y astrales de los hombres
volverían a ser perfectos y serían dioses nuevamente.
Eso es lo que
debemos lograr.
Loki ha establecido
una oposición total a Dios y a nuestra calidad de dioses, por lo
tanto deberemos expulsarle del mundo. Reunid a los demás dioses del
Consejo y mientras hacemos, seguiréis aprendiendo.”
Luzbel llamó a
todos los dioses del Consejo y a todo el pueblo del mundo, que se
reunió ante la Gran Pirámide-Altar al Logos. Allí iban los Hombres
en sus últimos momentos de vida humana, para desintegrar sus cuerpos
atómicos, elevándolos al Glorioso estado Krístico. Todos suponían
que Odín -que varias veces había sido Zeus- quería despedirse de
todos hasta encontrarlos en el siguiente plano de existencia. Pero la
alegría se transformó en asombro cuando la palabra de Odín resonó
en las mentes de todos.
-“Amados dioses y
diosas, hermanos míos e hijos todos del Altísimo Absoluto. Os he
reunido para deciros que he renunciado a hacer mi Ascensión y que me
he comprometido con el Altísimo en lo interno de Mi, a no abandonar
a mis hermanas almas atrapadas en los cuerpos imperfectos que ha
creado Loki. Y con la autoridad Divina que me confiere la Verdad,
desafío a Loki a mostrar su carácter de Dios Único. Que me imponga
lo que desee, si es que tiene la autoridad y poder absolutos que dice
tener. Si él puede imponerse a mi, seré su más fiel y obediente
discípulo y podrá hacer conmigo lo que desee. Si no puede imponerse
a mí, deberá irse del Paraíso y ayudar a sus criaturas a volver a
ser inmortales, abandonando para siempre sus experimentos.”
Entonces Loki se
acercó al centro de la Plaza Altar, donde Odín le esperaba. Una vez
colocado en tal posición que todos le vieran, apuntó a Odín con
sus dedos y comenzó a emitir su tremendo poder, con el que podía
mover una montaña, al tiempo que decía:
-“Habéis
desafiado a Loki y tendréis el castigo de mi ira. Colocaos de
rodillas ante mí!”
Pero Odín había
pasado casi toda su vida estudiando la locura de Loki, y conocía muy
bien las interacciones de la Ley. Sabía cómo funcionaba cada una de
las tretas del demiurgo, y no temía cometer errores deontológicos
(de la ética Divina) porque la locura de Loki le era comprensible en
sus causas y sus efectos.
Además, ya tenía
casi todo el tiempo Conciencia Krística, de modo que en vez de hacer
lo que le exigiese Loki, Odín comenzó a moverse de pie, con los
brazos estirados formando alrededor suyo una corriente de energía
proveniente del Logos, tan potente que ninguna influencia menor que
un Logos Planetario podría afectarle.
Así fue como el
pueblo de los dioses conoció la primera de las Runas o RUNA MADRE
llamada IEPUM, que significa “Yo Soy el Máximo Centro de
Influencia y Poder sobre mi vida y mi mundo, Soy un Dios Viviente y
mi Mundo está en Perfecto Equilibrio”.
Esta desobediencia
exasperó a Loki, quien ya estaba creyendo totalmente su propia
locura. Sin embargo comenzó a dirigir hacia Odin un pensamiento
concentrado con una inmensa fuerza, capaz de matar a todos los
árboles de un gran bosque en unos segundos, y ese pensamiento decía
“Yo Soy el que Soy, y Soy Vuestro único Dios”. Pero Odín se
colocó con las piernas abiertas y estiradas, juntando las puntas de
los dedos de las manos por encima de la cabeza, formando un rombo con
los brazos, con lo que el pueblo de dioses conoció la Runa ODIL, la
que encierra el pensamiento “No tendré otro dios más que a mí
mismo”.
Más iracundo aún,
Loki comenzó a perder control sobre si mismo, así que reunió toda
la energía discordante reunida en su mente y su cuerpo astral, y
lanzó a Odín una brutal descarga de insultos, blasfemia y
mentalismos debilitantes. Todo ello mezclado en un conjunto mental de
magia negra formado por dos triángulos opuestos y entrelazados que
significan causalmente SER – CONCIENCIA – VOLUNTAD, anulados por
oposición en NO SER – INCONSCIENCIA – DEBILIDAD, que significan
efectualmente: “Sois un ser mortal, un no ser, y viviréis para
servir a vuestro Dios que está fuera de vos”.
El Gran Mago Odín
respondió con la Runa GIBUR, colocando su cuerpo en esa posición,
que significa “Soy un Dios” y de esta forma Loki fue derrotado en
ésta primera batalla del Gran Combate que se estableció en el mundo
por la Libertad de las almas, cuyos defensores primeros fueron Odín
y sus seguidores, y por la esclavitud de las almas, que propiciaba
este demiurgo.
Habiendo visto todos
los dioses que Loki no tenía el poder que decía tener, el orden en
el Paraíso quedó restablecido para siempre. Todos los dioses
aprendieron las Runas que creara Odín, y el Consejo de los Dioses
decretó la definitiva expulsión de Loki, al cual se le llamó desde
aquella vez Geohvá, que significa “Expulsado de la Tierra”.
Odín fue aclamado
por todos los dioses como Zeus del Paraíso nuevamente. Una comisión
de dioses fue designada para seguir el Plan de Odín, el cual
representa toda una estrategia para liberar a las almas atrapadas en
la naturaleza alterada e imperfecta de la superficie externa del
Planeta. Pero por el momento no podían hacer otra cosa que vigilar
el desarrollo de los pueblos involucionantes, víctimas del demiurgo.
Esta vez no había
hecho monstruos tan grandes como en los primeros experimentos, porque
aquellos resultaron peligrosos hasta para él mismo; pero aún había
muchos pululando por la superficie externa del planeta. Cuando fue
expulsado se llevó consigo a doce acólitos, a los cuales engañó y
convenció para modificar las estructuras de sus cerebros,
esclavizándolos para siempre.
Por otra parte tenía
a sus cuatro hijos por clonación, Adán-Kitzé, que significa “el
primero igual”; Adán-Mahucutha, que significa “perfecto como el
primero”; Iki-Adán, o sea “Igual pero mejor”, porque era más
fuerte que sus hermanos; y Adán-Acab, que significa “el último
igual”.
Cada uno tenía su
correspondiente mujer, variadas ellas en cualidades, las que tenían
hijos casi tan bellos como sus padres y madres, pero por ser ellas
clones de los varones, arreglados genéticamente para procrear,
comenzaba un proceso involutivo, acentuándose ciertos caracteres
psicológicos de dominio sutil, debido al complejo por sentirse
incompletas. Así y todo, los cuatro Adanes habían tenido con sus
varonas muchos hijos e hijas, los que formaron un gran conjunto de
pueblos o tribus.
Los hijos, nietos,
biznietos, tataranietos y choznonietos de los Adanes eran muy bellos
a pesar de ser mortales, y vivían casi tres mil años, llegando
fuertes y bellos hasta su último día. Algunos de ellos hasta habían
ascendido al plano del Kristos, alcanzando la vida eterna, porque su
instinto se había recuperado y no fornicaban. Es decir que no
derramaban su semen. Éstos que se habían liberado de los efectos
del malvado creador biológico de mortalidad, se convirtieron en
Héroes, porque se vencieron a sí mismos y se convirtieron en
Señores del Universo.
Poco a poco los
pueblos siguieron su ejemplo y muchos recuperaron su condición
primigenia. Ello hacía que hasta treinta generaciones convivieran en
perfecta salud y armonía, ya que los adultos tenían hijos desde los
cien años de vida, y tenían sus últimos hijos luego de dos mil
años de vida.
Aún sin poder hacer
el normal proceso de Ascensión al Kristos –salvo algunos pocos-,
vivían muy bien y ya no usaban vestiduras, pues sus cuerpos eran muy
bellos y sanos, y no se avergonzaban de ellos. Además, habían
comprendido que estar vestidos (ocultar el cuerpo), estimulaba la
curiosidad y el deseo sexual cuando no era propicio, rompiendo sus
ritmos personales y mezclando las afinidades. Ello producía que las
mujeres y los hombres sintieran deseos de conocer en lo íntimo a
otras personas que no eran su pareja. Sabiendo esto, dejaron de
vestirse para vivir naturalmente. Pero algunas tribus se mantenían
temerosas de Loki.
Aun así, como los
hijos de Loki y su descendencia no le consideraban un dios
todopoderoso, sino que le temían y amaban a un tiempo -ya que eran
de su misma carne- el demiurgo se hallaba irritado. No le obedecían
más y sabían que sus engaños no eran dignos de atenderse.
-”Vos nos habéis
condenado -decía Adán-Kitzé a Loki- y aún sufrimos por causa
vuestra la falta que habéis cometido contra el Dios de Perfección.
Mi mujer y yo tenemos hijos que no son perfectos y no sabemos si
moriremos sin ascender. Todo ello habéis hecho con nosotros, de modo
que no sois un padre sino un desequilibrado, un accidente de la
naturaleza. Ya nos habéis expulsado del Paraíso y ahora nos
perturbáis aquí. Idos y no molestéis más.
Ya sabemos quién
sois para los otros dioses, pues uno de ellos llamado Apolo ha venido
y nos ha hecho saber que vos también habéis sido expulsado, y por
ello ya no os llamáis Loki, sino Geohvá. Mas nosotros no podemos
odiaros, ya que os consideramos un satanás diablo, esto es, “el
que es lo opuesto a lo que Es, y que dice una cosa y hace otra”.
Así se aumentó la
ira del malhechor, quien llenó de maldiciones a sus hijos,
prometiéndoles volver para vengarse en su descendencia hasta el fin
de los tiempos. Entre tanto, se dedicó a hacer clones femeninos para
sus doce acólitos, a los que había convertido en esclavos para
siempre, asegurándose de crear un gran pueblo cuyos iniciadores
serían siempre obedientes, y sus descendientes suficientemente
defectuosos como no tomar iniciativa propia, considerándole a él
como a un dios único.
Lo transcripto es
solo una parte de “La Biblia III, Testamento de todos los tiempos”,
que recomiendo leer en su totalidad porque por primera vez en la
historia de la humanidad se revela públicamente lo que el Gobierno
Oculto, servidor de los continuadores del Demiurgo, ya que Jehová no
existe más, no quiere que sepamos.
Aunque parcial, lo
expuesto sirve para conocer la historia de Jehová, su tremenda
maldad producto de su locura por creerse Dios, al punto de crear
adrede una humanidad imperfecta y sufriente para nutrirse, en su
degradación, de su sufrimiento.
***************
COMENTARIO DE UN
LECTOR
Enviado el 26/4/15
Apreciado hermano
Horacio, verdareramente gracias por este atículo o nueva entrada tan
interesante, sobre el destino de Loky -o Jehová-, era algo que
bullía en mi mente, solo espero que sea una aclaración definitiva,
ya que en este Universo las cosas son y no son, si no fuera así,
nada podría cambiarse.
Ahora, con respecto
a la integración de de la Esencia Divina de Loky a su Origen, yo no
veo ningun misterio o problema, pues toda la maldad que Loky Jehová
realizó en tantos milenios, NADA tuvo que ver
Con su Partícula
Divina que permanecío INVULNERABLE, LIMPIA, PURA, todas sus
atrocidades fueron cometidas por su desviado ego, más la LEGION de
demonios que vivían en su Interior.
!!! Loky jamás
llegó a SER lo que él ERA, siempre vivío en el no ser, y, en eso
terminó.
Es mi humilde
comprensión, KARLAN.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.