CHAPMAN, ASESINO
PROGRAMADO MK ULTRA
por Horacio Velmont
Una de mis
obsesiones, y la que más me intrigaba, era sobre qué pudo haber
hecho de malo Jesús para terminar colgado de un madero como un
muñeco de trapo. Pensaba, con toda lógica, que si la ley de causa y
efecto era inexorable, si uno lanza una pelota contra una pared, lo
que rebota es una pelota y no un puercoespín, por dar un ejemplo
absurdo.
En otras palabras,
si el Maestro fue una persona que solo hizo el bien tendría que
recibir bien y no latigazos y crucifixión. Si la ley de causa y
efecto es justa, entonces Jesús debió hacer algo muy pero muy malo
para tener ese final.
Cuando leí el libro
del iniciado Ramiro de Granada, “La Biblia III, Testamento de todos
los tiempos”, donde el autor decía que la crucifixión de Jesús
jamás existió y que fue solo un invento para mantenernos quietos
como borregos que van al matadero sin protestar, haciéndonos creer
que solo agachando la cabeza y guardándonos “en el bolsillo”
cualquier intento de rebelión iríamos al Paraíso, mi mente explotó
con esa verdad.
En realidad, Jesús
no solo era amigo de Roma, sino que muchos de sus funcionarios eran
sus discípulos, entre ellos Poncio Pilatos y el emperador Tiberio.
El hecho de que la
solución del dilema era tan obvia al punto de que no la vi -quizás
nadie la haya visto-, da la pauta de cómo estamos condicionados por
el “relato oficial”.
Y esto viene a
cuenta del asesinato de John Lennon a cargo de Mark David Chapman.
Si nos creemos el bulo de la crucifixión de Jesús, ¿cómo no vamos
a creer también el relato oficial de la muerte del músico?
Mark David Chapman
asesinó al ex miembro de The Beatles John Lennon el 8 de diciembre
de 1980. Cometió el delito mientras él y su esposa Yoko Ono estaban
fuera del edificio de apartamentos Dakota, en Nueva York. Chapman
disparó cinco veces a Lennon, alcanzándole cuatro de ellas en la
espalda. Permaneció en el lugar hasta que fue arrestado por la
policía, y se declaró culpable del delito. Fue sentenciado a cadena
perpetua, y en la actualidad está encarcelado en el Attica
Correctional Facility en Attica, Nueva York, después de haberle sido
denegada la libertad condicional en ocho ocasiones.
Así expuesto el
crimen solo parece ser uno de los tantos asesinatos perpetrados por
algún demente. ¿pero los hechos son así de simples o hay algún
trasfondo muy oculto y tenebroso?
Para descubrirlo
veamos primero esta nota que seguidamente transcribo:
El “maldito”
guardián entre el centeno
En 1951, el
hermético autor estadounidense J.D. Salinger disparaba al mundo la
obra que le catapultó a la fama: “El guardián entre el centeno”
(The Catch in the Rye), que pronto se convertiría en el icono de la
rebeldía adolescente de los años 50 y 60. Sin embargo, algunos
jóvenes llevaron la visión tormentosa de su protagonista, Holden
Cualfield, al extremo de convertirse en asesinos.
Salinger falleció
el 28 de enero de 2010 consciente o no de la leyenda de que su obra
sirvió de inspiración a algunos de los más viles asesinos de los
años 80. De hecho, son muchos los que saben de este escritor porque
el asesino de John Lennon llevaba un ejemplar consigo el día que
mató al ex componente de los Beatles.
Este libro, que
llevó a Salinger a lo más alto, ha sido el preferido de
desequilibrados mentales y personajes ilustres a partes iguales. Ha
sido a su vez la obra de lectura obligada de colegios de todo el
mundo, así como la que más peticiones de censura ha acumulado.
Su protagonista,
Holden Cualfield, se convirtió en un icono de la rebeldía
adolescente durante los años 50 y 60. Su historia, la de un joven
solitario, depresivo, a veces borracho y, sobre todo, atormentado con
su propia vida y con los que le rodean -a excepción de su hermana
pequeña-, conmovió a la sociedad norteamericana de la época y aún
hoy suma tanto seguidores como detractores.
Como Holden,
Salinger fue un tipo excéntrico que vivió obsesionado con preservar
su intimidad hasta el punto de renunciar a la vida pública en 1963,
año en el que publicó su última novela “Raise high the roof
beam, carpenters”.
El carácter
misógino y depravado de Salinger, según sendas biografías que
publicaron su ex amante y su hija, fue clave para moldear la
personalidad del protagonista de “El guardián entre el centeno”.
Para conseguirlo, se sirvió de un lenguaje ofensivo y de continuas
referencias al alcohol, las drogas y la prostitución. Algo que llevó
a muchos a pensar que este relato, escrito en primera persona,
albergaba un mensaje encubierto para futuros matarifes.
Mark David Chapman,
asesino de John Lennon, fue uno de ellos. La mañana del 8 de
diciembre de 1980 se hizo con un ejemplar de la obra de Salinger, que
le acompañaría horas después en el momento de matar con cinco
tiros al ex Beatle.
Un año después,
engrosando así la leyenda macabra de las páginas escritas por
Salinger, John Hinckley, Jr., quien también andaba obsesionado con
el libro, intentó matar a Ronald Reagan, por entonces presidente de
los Estados Unidos, para impresionar a una joven Jodie Foster a la
que acosaba.
Una tercera muerte
ha valido para que este libro sea calificado de “maldito”: Robert
John Bardo también llevaba el libro consigo el día que asesinó a
la actriz Rebecca Shaeffer en su apartamento.
Directores y
guionistas de cine también han contribuido a hacer más intenso el
misterio que envuelve a este libro. Las páginas escritas por
Salinger y su controvertida personalidad han servido de inspiración
para varias películas de ficción.
Quizá la más
famosa sea Conspiración (Conspiracy Theory), dirigida por Richard
Donner y estrenada en 1997. En ella, Mel Gibson interpreta a un
taxista de Nueva York, Jerry Fletcher, a quien le obsesionan las
conspiraciones y que compra un ejemplar de “El guardián del
centeno” cada vez que lo ve en un escaparate.
En 2007, se estrenó
Chapter 27, una cinta que retrata el perfil psicológico del verdugo
de Lennon. Dirigida por Jared Leto, la película tiene múltiples
referencias al libro de Salinger.
Leyenda urbana o no,
lo cierto es que cabe preguntarse si la historia de Salinger pudo
influir en estos perturbados mentales. Personalidades trastornadas a
las que quizá el libro del autor estadounidense terminó de
desequilibrar. ¿O es que el genial escritor fallecido tampoco andaba
muy cuerdo?
Nos va acercando más
a la verdad esta explicación de Carlos Luis Campos (Contraperiodismo
Matrix), que del tema sabe mucho, lo que no quita, valga la
advertencia, de que a veces diga disparates. Cada uno tendrá que
evaluar por sí mismo lo que expone Campos:
Los Beatles fueron
un producto del escalofriante Instituto Tavistock creado para la
nueva cultura de masas, sustentada en potentes mensajes subliminales
y técnicas de control mental. Los miembros del grupo pertenecían a
organizaciones ocultistas y gran parte de su éxito se lo debían a
su manager, el judío Brian Epstein, apodado “el quinto Beatle”,
en consonancia a su influencia en la sombra.
El asesinato de John
Lennon fue ritual: fecha kabbalística, 8 – 12 – 1980. Uno de los
conocimientos más básicos entre miembros de estas sociedades es la
firma numérica: todos los números se pueden reducir a un dígito,
que tendrá un significado. Vamos sumando las cifras, tenemos 8 + 3
(1+2, el mes) = 11; sumamos el año, 1 + 9 + 8 + 0 = 9; el total del
día + mes + año = 11 + 9 (otro 119) = 20 = 11.
Mark David Chapman,
un asesino teleprogramado disfrazado de seguidor fanático, le
disparó 5 veces a las 11 de la noche, enfrente del maléfico
edificio Dakota.
No hay ninguna duda,
y así me lo confirmó el Grupo Ruanel, que el asesino de John Lennon
no fue simplemente un fanático que de pronto enloqueció y cometió
un crimen. No en absoluto. Detrás de él está la programación MK
Ultra.
Esta programación
de asesinos fue expuesta al público en el film de Stanley Kubrick La
Naranja Mecánica, y que culminó con “Ojos bien cerrados”, donde
expuso las orgías sexuales de la Élite y que fue la que finalmente
llevó a la muerte -asesinato- al genial cineasta.
La programación de
asesinos es una cuestión muy extensa y no es el tema de esta nota,
que solo es para dejar sentado que Chapman no fue simplemente un
delincuente común sino fue programado para asesinar a Lennon, el
cual se había convertido en una molestia para la Élite.
Desde ya que las
cosas no suceden por azar y todo ocurre de acuerdo a la ley de causa
y efecto (karma), en este caso involucrando a los dos participantes
fundamentales del drama, pero esto también es otra historia.
Quienes deseen
profundizar en la programación MK Ultra y cómo los robots que
fabrica son empleados por el Gobierno Oculto para manipularnos y
lograr sus fines pueden hacerlo a través de los links que indicamos
al pie.
Recomendamos
especialmente la lectura de “Los monstruos humanos que gobiernan el
mundo”.
COMENTARIO DE J.Z.
Lennon se convirtió
en un personaje extremadamente peligroso para el imperio satanista,
no tanto porque los denunciara como “maniacos” controladores de
todo el mundo, donde él tenía claro que TODOS los gobiernos de la
Tierra eran manejados por los Ocultos, sino que él estaba
promoviendo el peor de los mensajes contra los fines sicópatas
sionistas, jesuitas y masones…”LA PAZ”, la consecuencia última
de ascender en la conciencia y alcanzar por ende el estado vibratorio
supremo que es el AMOR. Lennon, por tanto, debía ser eliminado pues
se convirtió en el principal “terrorista” del sistema al
promover paz, ya que debemos tener claro que el gran negocio de le
élite es la guerra… No por nada la propia Iglesia Católica es
dueña de Beretta, la fábrica de armas más grande del mundo.
Todos sabemos que
Lennon fue asesinado por un loco llamado Mark Chapman que tuvo
relaciones con la CIA, y donde lo más probable es que lo
convirtieran en un robot MK-ULTRA, un títere mental capaz de hacer
lo que sea le ordene el titiritero. De hecho, cuando asesina a
Lennon, no escapa y se pone a leer el libro “El guardián entre el
centeno”…
El proyecto MK-ULTRA
fue un proyecto NAZI de control mental que terminada la Segunda
Guerra Mundial fue tomado y mejorado por el Instituto Tavistok y la
CIA para control de líderes, disidentes y por ende la creación de
esclavos mentales listos para hacer lo que sea, gobernar países,
robar, matar, esclavas sexuales para las fiestas Rothschilds (Eyes
Wide Shut de Kubrick), etc…
De hecho es
altamente probable que presidentes como Peña Nieto y Clinton, entre
muchos otros, fueran MK-Ultras por sus erráticos comentarios y
entrevistas donde se les puede ver como “repitiendo” un guion con
la mirada perdida.
En simple: Lennon
fue asesinado por la Mafia X -el gobierno tras todos los gobiernos-,
y esta teoría se ve reforzada por las declaraciones del hijo de
Lennon, Sean, cuando en 1998 afirmó: “Mark Chapman no asesinó a
mi padre en un acto de locura, sino que detrás del crimen hubo una
conspiración del gobierno de los Estados Unidos”.
Yoko Ono por su
lado, dijo hace algunos años lo siguiente: “Mi marido seguiría
vivo si no se hubiera metido en política”…
Pero esto va mucho
más allá. Lennon no estaba tan interesado en la política, sino en
la evolución de la conciencia del ser humano, y eso era y es
inaceptable para los demonios que nos gobiernan…pero aquí estamos
muchos soñadores, pues tal como dijiste -no ser el único-, te
seguimos apoyando en esta misión de promover paz y amor.
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