¿NUESTRO PLANETA ES
HUECO O SÓLIDO?
por Horacio Velmont
Pareciera que en
nuestro planeta ya nada hay por descubrir, que todos sus rincones ya
han sido inspeccionados y que sus mapas ya han sido trazados con
precisión de relojería. ¿Pero realmente es así? Desde que vamos a
la escuela la ciencia nos enseña que la Tierra es una esfera sólida,
que su interior es una masa incandescente de metales y rocas en
fusión y que los polos son masas de hielo inhabitadas en las que ya
no hay nada más por descubrir.
EDMUND HALLEY
Sin embargo hay
muchos indicios científicos que desmienten categóricamente esta
teoría. La idea de que la Tierra es hueca no es algo traído de
los pelos, porque entre sus defensores se pueden citar a Platón, a
Tohn Dee y al jesuita Atanasio Kircher; a Edmund Halley, brillante
astrónomo inglés, cuyos cálculos matemáticos permitieron calcular
la fecha del retorno del cometa que lleva su nombre, a Leonhard
Euler, matemático suizo, y al físico escocés John Leslie, que
proponía que había dos soles en el interior (a los que llamó
Plutón y Proserpina).
JOHN SYMNES
La teoría de la
Tierra hueca fue defendida por John C. Symnes y fue tema de un debate
acalorado en el Parlamento Americano en 1823, mereciendo el apoyo de
la Universidad de Miami y del Presidente Adams.
PALMER
Esta teoría
justificó la expedición antártica del Annawan, al mando del
capitán Palmer en 1829, y también fue aceptada en la década de
1950 por el recordado contralmirante Richard E. Byrd, explorador
polar.
JOHANES KEPLER
Y al hablar de
oquedades, no podríamos dejar de referirnos al no menos famoso
Kepler, otro gran astrónomo y matemático, quien afirmaba que
nuestra Luna era hueca. Cuando más adelante, en la década de los
setenta a los ochenta, a la luz de las más recientes
investigaciones, renombrados científicos como Vasin y Scherbakov en
Rusia y Mc Donald en EE.UU. llegan a idénticas conclusiones que
Kepler, creemos abierto el camino para revisar la antigua hipótesis
acerca de la Luna maciza y de una Tierra que lo sea igualmente.
VIDEOS
http://www.youtube.com/watch?feature=endscreen&v=mn5JLLXFzZw&NR=1
http://www.youtube.com/watch?v=BI7E68cIZ3Q&feature=rellist&playnext=1&list=PL9F5769DDFE1DF5A6
http://www.youtube.com/watch?v=ClR0VnjF_xw&NR=1&feature=endscreen
Las fotografías
sobre las regiones polares muestran asombrosos “oasis templados en
los polos”, a las que se suma la información obtenida por los
satélites artificiales que pasan repetidamente cerca de esas heladas
regiones que marcan los puntos más fríos del planeta, registran,
para sorpresa de todos, incrementos en la temperatura de la atmósfera
de hasta 11º C, ¡precisamente sobre estas áreas!, en tanto que, en
la superficie cercana a ambos extremos los exploradores confirman
incrementos de temperatura de hasta 30º C, cuando sopla el hasta hoy
inexplicado aire caliente que proviene del extremo polar y que es
conocido con el nombre de “Fön”.
¿Podría suceder
que algunas personan penetren sin darse cuenta en el interior de la
Tierra? Si bien no sería del todo imposible, resultaría
extremadamente difícil dadas las las condiciones climáticas
adversas en esas regiones desérticas e inhóspitas cercanas a los
Polos. Los viajeros, al ver que la vida vegetal y animal comienza a
desaparecer emprenderían de inmediato el regreso. A esto se sumaría
el frío creciente conforme se avanza hacia “el polo” y las
continuas tempestades con vientos huracanados y tormentas de polvo
que dificultan la respiración.
Un escollo casi
insalvable lo constituyen también las grandes barreras de hielo, de
hasta 80 y 100 metros de alto por muchos kilómetros de longitud. En
concreto, penetrar por casualidad en el interior de la Tierra se
torna algo sumamente improbable, aunque no podría ser catalogado de
imposible.
Supongamos, no
obstante, que tal cosa sucediera. ¿Qué encontraría el desprevenido
viajero? Pues cambios extraños en la naturaleza perdiendo toda la
noción de referencia a la que está acostumbrado y finalmente
terminaría extraviado en una vasta zona sin poder regresar ya que no
sabría cómo. Las provisiones se le terminarían y su final sería
seguro.
El doctor Fridtjof
Nansen, famoso explorador ártico, en una de sus expediciones comenzó
a ingresar, sin saberlo, en la zona que bordea la abertura polar.
Según avanzaba hacia el polo, en una misma dirección, comenzó a
registrar hechos extraños: el clima se tornaba más cálido y su
brújula giraba y fallaba hasta hacerse inservible. Se sintió
extraviado. Luego se encontró con tormentas que arrastraban polvo y
más adelante con huellas de animales (zorros). Al admitir que se
hallaba “completamente perdido” reemprendió la marcha en
dirección opuesta, cosa que felizmente pudo realizar. Al fin pudo
encontrarse nuevamente con clima helado y abundante nieve; su brújula
lo volvió a guiar. Fridtjof Nansen, el famoso explorador y
naturalista noruego, Premio Nobel de la Paz, había estado muy cerca
del interior de la Tierra y de descubrirnos su secreto, pero nunca lo
supo. Murió en 1930.
¿Qué sucedería si
al contrario se tratara de viajeros equipados con el propósito de
llegar a algunos de los polos, como los integrantes de las
expediciones árticas o antárticas que afirman haberlos alcanzado?
La respuesta es que tal afirmación resultaría falsa porque
comenzará a ingresar en el territorio del interior de la Tierra
perdiendo el Sol exterior, con cuya ayuda, además de la de las
estrellas se orientaba. Como irá midiendo la distancia recorrida
–cada 100 km 1 grado aproximadamente– al cubrir 1000 km (enorme
distancia en esas dificultosas condiciones), pensará honestamente
haber alcanzado el polo. Pero lo que ha hecho es volver sobre sus
pasos por el lado interno de la corteza terrestre ¡sin siquiera
sospecharlo! También es posible que el explorador haya marchado lo
que creía “en línea recta”, pero en realidad estaba bordeando
continuamente la abertura polar sin siquiera haberse internado en
ella. ¿Alguna expedición penetró “a sabiendas” en el interior
de la Tierra? La respuesta es que Estados Unidos, que después de la
guerra con Alemania surgió por primera vez como una gran potencia,
aprovechó para tratar de develar uno de los más grandes misterios
(y mejor guardados) que aún tiene nuestra humanidad: la oquedad de
la Tierra.
RICHARD BYRD
Con este objetivo
armó la más grande y costosa expedición jamás intentada, que
contaba con trece buques, varias cuadrillas de aviones, 400 hombres y
300 investigadores, poniéndolos todos bajo el mando del
experimentado contralmirante de su armada, Richard E. Byrd, en 1947.
La expedición
partió de una base situada en Norfolk. Antes de partir, Byrd
declaró: “Ésta es la más importante exploración en la historia
de la Tierra”. Poco después Byrd transmitía su primer
radiomensaje anunciando divisar desde el aire, a baja altitud, bellas
tierras cubiertas de vegetación tropical, amén de lagos, ríos,
montañas, etc. Esa noticia fue capturada y comentada en todo el
mundo. Pero con la misma celeridad intervino la censura. En el
futuro, lo que Estados Unidos descubriera debería quedar para su
propio provecho, en un ámbito ultrasecreto. Esta premisa se sigue
manteniendo en la actualidad.
El Contralmirante
Richard Byrd era miembro de la marina norteamericana y sujeto a la
más estricta secrecía disciplinaria. Al recibir órdenes de no
hacer comentarios o declaraciones de índole alguna, debió obedecer.
Y así lo hizo. Años más tarde, en 1956, se le encarga al mismo
Byrd comandar una nueva y aún más costosa expedición, otra vez al
Polo Sur. Si en la expedición al Polo Norte Byrd sobrevoló “más
allá” del Polo 1700 millas (2700 kilómetros), en la expedición
de la Antártida Byrd sobrevuela “más allá” del Polo Sur,
cubriendo 2300 millas (3700 kilómetros) habiendo encontrado, como en
la vez anterior, una enorme área que calificó como “un vasto y
nuevo territorio”. Esta vez el radiomensaje enviado por Byrd (en el
año 1956) decía textualmente: “En enero 13, miembros de una
expedición de los EE.UU. cumplieron un vuelo de 2700 millas desde la
base de Mc Murdo Sound, la cual está situada 400 millas al oeste del
Polo Sur (?) y penetró en tierra una extenciòn de 2300 millas <más
allá> del Polo”. Este anuncio, pese a la censura, fue
confirmado por la prensa norteamericana el 5 de febrero de 1956. Por
el resto de su vida Byrd permaneció bajo juramento de secrecía;
pero un año después de su última expedición (1956), poco antes de
morir declara sintiéndose ya más libre y refiriéndose a la tierra
“más allá” de los Polos: “¡Como quisiera volver a ver aquel
encantado continente reflejado en el cielo, tierra de misterio
sempiterno!”.
FREDERICK COOK
ROBERT PEARY
Cabe señalar aquí,
antes de continuar, que tanto el doctor Frederick A. Cook, explorador
norteamericano, que declaró en junio de 1908 haber arribado al Polo
Norte, como el Contralmirante (norteamericano también) Robert E.
Peary, que declaró que “era falso lo anunciado por Cook y que en
cambio él si había llegado al Polo Norte, en junio de 1909”,
nunca llegaron allí simplemente porque los Polos no existen, lo que
sí existen son aberturas. La disputa primero fue resuelta a favor
de Peary por la Sociedad Nacional Geográfica de los Estados Unidos,
pero más tarde el mismo Congreso norteamericano rehusó endosar lo
declarado anteriormente y nombró una nueva comisión investigadora,
la cual concluyó “no hallar suficientes pruebas que confirmaran
las aseveraciones efectuadas por Peary”. La realidad es que ninguno
podía demostrar haber puesto un pie en un punto que solo existe
imaginariamente.
¿Es posible que los
aviones que dicen cruzar constantemente el Polo hayan penetrado o por
lo menos divisado la gran abertura polar? Ninguna de estas dos cosas
es posible. Primero porque las líneas aéreas comerciales no
arriesgan la vida de cientos de pasajeros y costosísimo equipo, en
zonas donde existe gran perturbación atmosférica y magnética;
antes bien, sus pilotos tienen la orden de evitar las zonas
turbulentas, manteniéndose por lo tanto fuera del borde la de
abertura polar. Segundo, porque no es posible que avión alguno
(comercial o no) sobrevuele el Polo, por la sencilla razón de que
todo avión necesita de atmósfera y el centro de la abertura polar
carece de ella. En cuanto a la posibilidad de divisar la abertura
polar desde un avión: no es posible, ya que estos aviones comunes no
pueden volar sin atmósfera y dentro de ella el avión se mantendría
paralelamente a tierra, introduciéndose en la abertura polar, mas
les sería imposible cruzar el espacio exterior, remontándose lo
suficiente como para “divisarla” desde afuera.
Cabe la pregunta
sobre si sería posible divisar la abertura polar desde un satélite
que orbitara la Tierra, y la respuesta es que sí y es lo que
probablemente les sucedió supuestamente a dos cosmonautas rusos.
Frank Edwards, en su libro “Flying Saucers, serious business”
(Platillos Voladores, asunto serio), dice lo siguiente: <El 17 de
febrero de 1961 fue lanzada desde Baikonour, sobre el Mar Aral, una
nave orbital rusa. En dicho día y siete días subsiguientes,
estaciones de rastreo europeas situadas en Uppsala, Bochum y Turín,
además de otras, registraron las conversaciones entre la pareja de
cosmonautas y sus estaciones de base en la U.R.S.S. Mientras
orbitaban sobre Europa en la tarde del 24 de febrero de 1961, otras
estaciones rastreadoras, en Bochum, Meudon y Turín escuchaban los
siguientes informes: la pareja de cosmonautas describían su
condición física como buena, pero agregaban que su provisión de
aire era insuficiente y que “las luces estaban presentando fallas”.
La voz del hombre informaba que “las agujas eran virtualmente
imposibles de leer en el momento”, añadiendo que “las señales
de radio eran débiles, pero que la cápsula se mantenía en la
órbita prescripta”. De súbito, la voz de la mujer irrumpió
excitadamente: “¡Mira por la portañuela, mira por la portañuela!,
ya lo tengo…”. A los pocos segundos, la voz del hombre irrumpió:
“¡Aquí!, ¡Aquí hay algo!” (pasaron otros tres segundos).
Luego, estas importantísimas palabras: “¡Si no hubiéramos salido
fuera del mundo, nunca hubiéramos sabido de esto! ¡¡¡es
difícil!!! (de creer)”. Aquí se presentaron interferencias que
hicieron las voces fragmentadas e ininteligibles, hasta escucharse
nítidamente la palabra “hueco”. La comunicación quedó rota,
siendo las 8 PM hora de Moscú. La pareja de cosmonautas rusos nunca
pudieron regresar a la Tierra y quedaron supuestamente flotando a la
deriva, incrementando así el número de bajas soviéticas por la
llamada “conquista del espacio”. A pesar de que las
conversaciones fueron registradas por muchas estaciones no soviéticas
como las antes citadas, de acuerdo con su acostumbrado mutismo, la
U.R.S.S. rehusó comentar acerca de este “incidente”, sin haberlo
tampoco podido negar.>
¿Vieron los
cosmonautas rusos un OVNI, como lo sugiere Frank Edwards, o al
aproximarse en órbita “sobre Europa” vieron entre asombrados y
maravillados por primera vez la abertura polar norte de nuestra
Tierra? Lo que hace la suposición de haber observado el “hueco”
de la Tierra más factible que la de haber observado un OVNI es lo
que el cosmonauta dice a continuación: “Si no hubiéramos salido
(orbitando) del mundo, nunca hubiéramos sabido de esto”. En otras
palabras: saber de “aquello” fue únicamente posible saliendo (en
órbita) de la Tierra.
Desde ya que las
auroras tienen origen en el Sol central de la Tierra hueca y no del
Sol exterior que conocemos..
LECTURAS
COMPLEMENTARIAS
Quienes deseen
ampliar estas explicaciones sobre la oquedad de nuestro planeta
pueden acudir a estos link:
http://es.scribd.com/doc/6632399/Elias-Eduardo-La-Tierra-Es-Hueca
El origen de las
auroras boreales es el Sol interior de la Tierra hueca
Índice del libro de
Tito Martínez “La Tierra es hueca y tiene dos aberturas polares”
(hacer clic para ir al capítulo que se desee)
http://www.las21tesisdetito.com/tierrahueca.htm#
1- LA BIBLIA Y LA
TIERRA HUECA.
2- EL OCULTAMIENTO
DE LA VERDAD.
3- Nadie ha llegado
a los Polos Norte y Sur, porque no existen.
4- El DIARIO DEL
CONTRALMIRANTE BYRD.
5– EL MUNDO DEL
INTERIOR DE LA TIERRA.
6- LA TIERRA ES
HUECA.
7- LAS ÁREAS NUEVAS
DE TIERRA DENTRO DE LAS CONCAVIDADES POLARES Y MAS ALLÁ DE LOS POLOS
NORTE Y SUR.
8- LO QUE ESTE LIBRO
QUIERE PROBAR.
9- EL DESCUBRIMIENTO
DEL ALMIRANTE BYRD QUE MARCÓ UNA ÉPOCA.
10- LA TIERRA HUECA.
11- EL POLO NORTE
MAGNÉTICO.
12- EL LIBRO DE
WILLIAM REED, THE PHANTOM OF THE POLES presenta evidencia científica,
basada en la exploración ártica, para probar por primera vez que la
tierra es hueca con aberturas en los polos.
13- LA PROLONGADA
AUSENCIA DE LA LUZ DEL SOL DURANTE LOS INVIERNOS EN EL ÁRTICO. 14-
EL FUNCIONAMIENTO ANORMAL DE LA BRÚJULA EN EL LEJANO NORTE.
15- PASAR POR EL
BORDE DE LA ABERTURA POLAR HASTA EL INTERIOR DE LA TIERRA.
16- ROCAS EN LOS
ICEBERGS, NIEVE DE COLORES, POLEN Y POLVO EN EL LEJANO NORTE. 17-
AGUAS ABIERTAS EN EL PUNTO NORTE MAS LEJANO.
18- POR QUE HACE MAS
CALOR CERCA DE LOS POLOS.
19- ¿QUÉ PRODUCE
LA NIEVE DE COLORES EN EL ÁRTICO?.
20- ¿DONDE Y COMO
SE FORMAN LOS ICEBERGS?.
21- OLEADAS.
22- EL LIBRO DE
MARSHALL B. GARDNER: AJOURNEY TO THE EARTH’S INTERIOR OR HAVE THE
POLES REALLY BEEN DISCOVERED?.
23- EVIDENCIA DE
EXPLORACIONES DEL ÁRTICO.
24- EL ORIGEN DEL
MAMUT.
25- EVIDENCIA
ASTRONÓMICA QUE APOYA LA TEORÍA DE LA TIERRA HUECA DE GARDNER.
26- EL ORIGEN DE LA
AURORA BOREAL.
27- ¿REALMENTE SE
HA DESCUBIERTO EL POLO NORTE?.
28- EL ORIGEN DE LOS
ESQUIMALES.
29- EL ORIGEN
SUBTERRÁNEO DE LOS PLATILLOS VOLADORES. Evidencia de que provienen
del interior hueco de la Tierra.
30- DESCRIPCIÓN DE
UNA EXPEDICIÓN AÉREA TEÓRICA A LA ABERTURA POLAR QUE CONDUCE AL
INTERIOR HUECO DE LA TIERRA.
31- CONCLUSIÓN.
32- EPÍLOGO DE TITO
MARTÍNEZ.
33- RESPUESTA A UN
MIEMBRO DEL FORO DE TEOLOGÍA BÍBLICA.
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