domingo, 5 de julio de 2015

El absurdo de la pena de muerte



NO JUZGUÉIS PARA NO SER JUZGADOS


La Corte Suprema declaró este lunes constitucional la inyección letal como método de ejecución./ AP


La Corte Suprema declaró este lunes constitucional la inyección letal como método de ejecución./ AP

http://www.clarin.com/mundo/EE-UU-Corte-aprueba-inyeccion-letal_0_1384661748.html

ESTADOS UNIDOS DECLARA CONSTITUCIONAL LA INYECCIÓN LETAL

El absurdo de la pena de muerte - Horacio Velmont



Filosofía

No tenemos la certeza absoluta de quiénes somos, de dónde venimos y hacia dónde vamos, y menos aún sobre qué es lo que estamos haciendo aquí y con qué fin. Tampoco sabemos por qué un hombre actúa como actúa ni tampoco sabemos por qué alguien es una víctima y otro su victimario… ¡Y  a pesar de esta ignorancia nos arrogamos el supremo derecho de decidir sobre la vida o la muerte de nuestros semejantes!


Francamente, yo no quisiera estar en el pellejo de esos jueces que han declarado legal a la pena de muerte porque recogerán irremisiblemente lo que han sembrado: “La siembra es libre pero la cosecha obligatoria”, y “Quien siembra vientos recogerá tempestades”.


Recordemos también la advertencia del Maestro Jesús: “No juzguéis para no ser juzgados, porque con la misma vara que midiereis seréis medidos”. No se puede ser más gráfico respecto a esto.

Desde ya que el Maestro no se estaba refiriendo estrictamente al “juzgar”, sino al “juzgar sin saber” (prejuzgar), porque es lícito juzgar cuando  se tienen todas las pruebas, porque entonces se sabe.


Mucho se ha hablado, y se sigue hablando, sobre la validez o no de la pena de muerte, y por más que aciertan aquellos que están en contra, la verdad es que sus argumentos no van a la esencia de la cuestión y por eso no convencen.


Si la ignorancia es una bendición, entonces los
jueces que aplican la pena de muerte son santos…

El absurdo de la pena de muerte radica en que quienes la propician no saben por qué alguien comete actos hostiles en contra de sus semejantes, y la única solución que se les ocurre es suprimir el efecto, no la causa.  Es algo similar a solucionar la humedad en la pared destruyendo el muro ignorando que la causa es un caño roto.  Por otro lado, tampoco saben por qué alguien es víctima de esos actos hostiles.


Quienes propician la pena de muerte simplemente están diciendo: “No sé por qué has hecho lo hiciste y como también ignoro cómo recuperarte para la sociedad, entonces opto por liberarme de ti”. Es exactamente lo mismo que destruir la pared para eliminar la humedad en razón de ignorar que el caño roto es la causa. 


Propiciar la pena de muerte es absurdo porque desde el plano físico no se pueden tener a la vista todos los hechos necesarios como para evaluar la conducta de cualquier ser humano.  Y como los seres humanos encarnados no podemos saber todo lo que es necesario para juzgar con certeza a otro semejante, la actitud correcta es la prudencia. 

¿Qué más imprudente puede ser que ejecutar a un semejante con los ojos cerrados, máxime que existe la posibilidad de matar a un inocente como tantas veces ha sucedido? 

Si pudiéramos observar las cosas desde un plano más elevado, quizás veríamos que cada una de esas personas que piden a gritos la pena de muerte resulta que en sus vidas pasadas han cometido peores hechos que los que cometió aquel cuya muerte exigen.


¿Qué juicio nos merecería, por ejemplo, esa madre que pide a gritos la cámara de gas por aquel que violó a su hija si supiéramos que ella misma en una vida anterior también hizo lo mismo y ahora está aprendiendo en carne propia el dolor que causó a otros?  La ley de causa y efecto es inexorable y nadie está exento de recoger lo que sembró.


Y más aún, ¿qué sentiríamos al saber que esa niñita que fue violada, en una vida anterior fue un violador serial?  ¿Quién es tan necio como para creer que solo vivimos una vez y que todo el mal que hagamos no tiene ninguna consecuencia?

En concreto, propiciar la pena de muerte es un disparate porque se la propicia desde la ignorancia, no desde la sabiduría.  

¿Cómo podemos pedir la muerte de alguien desde ese punto de vista? ¿Qué más absurdo puede haber que quitarle la vida a un hombre juzgándolo solamente por los hechos del plano físico cuando sabemos (o debiéramos saber) que ha vivido antes y nosotros también junto con él, e incluso ser responsables de su incalificable conducta actual? 

Si un espíritu encarna para aprender determinadas lecciones, ¿qué derecho tenemos a impedirle que las aprenda suprimiéndole la vida? 

Es posible que dentro de esas lecciones que tiene que aprender fuera la de sufrir la pena de muerte, ¿pero por qué la vamos a propiciar si no sabemos con certeza si es esa la lección que tiene que aprender?  


Y para concluir, también hay que tener en cuenta que un hombre puede cometer actos hostiles en contra de sus semejantes porque así se lo dicta su mente reactiva (un clear, es decir, liberado de engramas, es inherentemente bueno y solidario con sus semejantes). 

Y los engramas no se los implanta él mismo sino que se los implantan otros, ¡y esos otros pueden haber sido los mismos que hoy piden su ejecución! 



Recuerdo uno de los casos comentados por Ron Hubbard, en el que una madre intentó matar a su bebé a causa del engrama que le había implantado -obviamente sin saberlo- el médico que le ayudó a dar a luz. 

¿Qué juicio nos merecería ese médico si esa madre hubiera realmente matado a su bebé y dicho médico propiciara para ella la pena de muerte?


Parafraseando las propias palabras del Maestro Jesús, la conclusión es que en razón de cómo seres encarnados no podemos saber la verdad, por lo tanto no debemos propiciar la muerte de nadie, ya que si lo hiciéramos correríamos el riesgo de que con esa misma vara de ignorancia seamos también juzgados.

 NOTA ADICIONAL DE HORACIO VELMONT


http://www.europapress.es/internacional/noticia-nino-negro-14-anos-fue-declarado-inocente-70-anos-despues-ejecucion-carolina-sur-20141219052754.html

Declarado inocente después de 70 años de su ejecución

Todos sabemos que la Justicia humana no es infalible, y esto ya de por sí demuestra que la pena de muerte es un absurdo porque una ejecución injusta no puede ser revertida. Un inocente ejecutado sigue siendo un inocente ejecutado, y a lo largo de la historia ha habido muchos, quizás muchos más de los que imaginamos.


Hay otro punto que no quiero dejar pasar por alto y es la programación MK Ultra de asesinos. Hay miles de ellos preparados hipnóticamente y los resultados los vemos en los atentados (curiosamente los autores siempre terminan suicidándose). ¿Podemos acaso propiciar para ellos la pena de muerte? ¿Y cómo sabemos que ese asesino condenado a morir en la cámara de gas no es una víctima inocente de esta perversa programación?


 LECTURAS RECOMENDADAS

Justicia imperfecta: inocentes condenados por error
http://id.tudiscovery.com/justicia-imperfecta-inocentes-condenados-por-error/
Un inocente condenado a muerte en EE.UU.
https://www.es.amnesty.org/temas/pena-de-muerte/reportajes-especiales/un-inocente-condenado-a-muerte-en-ee-uu/
Graves errores judiciales en EE.UU. que supusieron condenas a muerte a inocentes
http://www.20minutos.es/noticia/2084732/0/errores-judiciales/pena-de-muerte/larga-condena/
El 4,1 % de las condenas a muerte en EE.UU. son debidas a errores judiciales
http://esmateria.com/2014/04/28/condedas-pena-muerte-eeuu-errores-judiciales-inocentes/

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