LA MANIPULACIÓN DE
UNA TRAGEDIA
Según Wikipedia, el
accidente de Chernobyl fue un accidente nuclear sucedido en la
central nuclear Vladimir Ilich Lenin (a 3 km de la ciudad de Prypiat,
actual Ucrania) el sábado 26 de abril de 1986. Considerado, junto
con el accidente nuclear dfe Fukushima I en Japón de 2011, como el
más grave en la Escala Internacional de Accidentes Nucleares
(accidente mayor, nivel 7), constituye uno de los mayores desastres
medioambientales de la historia.
¿Pero esto es
realmente así o solo se trató de una manipulación de la tragedia?
Como hago siempre,
cotidianamente recorro Internet para ver qué es lo que encuentro, y
siempre, curiosamente, hallo que alguien se ha tomado el trabajo de
investigar.
Naturalmente
consulto, antes de armar la página, con los profesores del Grupo
Ruanel, que en este caso me confirmaron la manipulación.
Entre los muchos
artículos que denuncian el fraude, he escogido uno que me pareció
el más exhaustivo. Lo reproduzco a continuación para que cada uno
saque sus propias conclusiones.
CHERNOBYL, El FRAUDE
MÁS ESCANDALOSO DEL SIGLO XX
por Marcin
Rotkiewicz, en colaboración con
Henryk Suchar y
Ryszard Kaminski
Publicado en la
revista Polaca WPROST, No 2
(Enero 14th , 2001)
http://www.mitosyfraudes.org/Nuke/Bluff.html
La explosión en el
reactor nuclear de Chernobyl no pertenece al grupo de las peores
tragedias del Siglo XX. La explosión no mató a miles de personas,
ni tampoco contaminó a enormes áreas durante cientos de años.
Veintitrés minutos
después de la una de la mañana del 26 de abril de 1986, una
violenta explosión ocurrió en la unidad No. 4 de la planta nuclear
de Chernobyl, en Ucrania. Grandes cantidades de material radioactivo
fueron lanzados a la atmósfera. El mundo entró en pánico
-empeorado por la falta de información confiable bloqueada por la
censura del gobierno de la Unión Soviética. Los titulares de prensa
en occidente gritaban: “Hecatombe en Chernobyl” “Hiroshima,
Nagasaki, Chernobyl” “Muerte desde Chernobyl” Respetables
diarios y revistas anunciaban: “Miles de cuerpos están siendo
sepultados en Chernobyl.“ La atmósfera de miedo que comenzó a
desarrollarse paraliza a la opinión pública todavía en nuestros
días.
Cuando en realidad
el accidente de Chernobyl no representa una de las tragedias más
grandes del Siglo XX, la explosión no mató a miles de personas, ni
tampoco contaminó enormes áreas durante cientos de años. Más aún,
las dosis de radiación a las que fueron expuestas las poblaciones de
Rusia, Ucrania y Bielorusia casi no han tenido impacto sobre su salud
-esta gente no sufre de leucemia con mayor frecuencia, ni dan a luz
más niños con defectos congénitos.
Esas son las
conclusiones del reciente informe del UNSCEAR (United Nations
Scientific Committee on the Effects of Atomic Radiation, o Comisión
Científica de las Naciones Unidas sobre Efectos de las Radiaciones
Atómicas), que fue preparado por los 142 más prominentes expertos
de 21 países. Pero después de 15 años desde el accidente está
claro que este evento fue bien usado por las organizaciones
ecologistas y antinucleares. “Gracias” al “desastre de
Chernobyl” el desarrollo del programa de energía nuclear ha sido
demorado por varias décadas.
La planta nuclear de
Chernobyl está rodeada
por una zona cerrada
de 30 kilómetros
Muerte por miedo, o
cómo mucha gente fue
realmente herida por
la explosión de Chernobyl
De acuerdo con los
autores del informe del UNSCEAR, sólo 134 miembros del personal de
la planta y de los equipos de emergencia fueron expuestos a muy
elevadas dosis de raqdiación ionizante, y subsecuentemente sufrieron
de la “enfermedad aguda de radiación”. Veintiocho de ellos
murieron a causa de la radiación y dos a causa de quemaduras
generales. Esas fueron las únicas muertes registradas.
Cerca de unas
381.000 personas que estuvieron encargadas de la eliminación de las
consecuencia del accidente resultaron expuestas a dosis de radiación
ligeramente superior a los 100 mSv (miliSievert). Se cree que una
sola dosis de 2.000 mSv impone un riesgo de muerte. Del examen de esa
gente ocupada en los trabajos posteriores al accidente se obtuvo la
conclusión de que son actualmente más saludables que el común de
la gente no expuesta a la radiación -según dice el profesor
Zbigniew Jaworowski, del Laboratorio Central de Protección
Radiológica y uno de los coautores del informe, que desde 1973
representa a Polonia en el UNSCEAR.
Como se declara en
el informe del UNSCEAR: “Catorce años después de del accidente de
Chernobyl no existe ninguna evidencia científica de una aumento de
la incidencia de cáncer, aumento de la mortalidad, o la ocurrencia
de otras enfermedades atribuibles a la radioactividad.” Por otro
lado, se ha observado un significativo aumento de la incidencia de
desórdenes psicosomáticos relativos a los sitemas respiratorio,
digestivo y nervioso. Pero estos desórdenes no han sido causados por
la radiación sino poe el miedo. La gente tiene miedo de haber sido
expuesta a radiación, o que viven en territorio contaminado y ue
algún día desarrollarán cáncer.
“Los científicos
jamás han publicado ese tipo de basura, como la servida por los
medios sobre las consecuencias del accidente de Chernobyl“ -dice el
Profesor Leonid Andreyevich Ilyin, del Instituto de Biofísica del
Ministerio de Salud de Rusia, quien participó en el programa de la
eliminación de las consecuencias del desastre, y representa a Rusia
en el UNSCEAR. Según el Profesor Ilyin: “Los medios de prensa
exageraron esta tragedia, una y otra vez al prestar oídos a varios
“expertos”. Por ejemplo, muy recientemente una publicación
quincenal de Rusia “El Eco del Planeta” afirmó que Chernobyl
había sido el peor desastre de la segunda pare del Siglo XX. En el
artículo publicado allí se descubren estimaciones totalmente
inventadas sobre las consecuencias de este accidente, porque ¿cómo
tendríamos que juzgar a la información de que 300.000 personas
resultaron muertas? De hecho, las consecuencias más peligrosas son
las de índole psicológica, que han sido causadas por el miedo y la
reubicación de las poblaciones de áreas que fueron consideradas
(muy apresuradamente) como riesgosas.
Casi 400.000
personas participaron en la
eliminación de las
consecuencias del accidente
Chernobyl, o una
Paranoia Galopante
Con anterioridad se
había arribado a conclusiones similares. En marzo 1996 la revista
semanal The Economist había publicado un artículo bajo el
significativo título “Chernobyl, cáncer y paranoia galopante”,
indicando que el impacto de la radiación sobre la salud fue bien
pequeño. Mucho peor son las consecuencias del miedo y la ignorancia
-la gente no supo, y aún no lo sabe, cuál era el peligro real. Y
éste es el más grande de los problemas relacionados con la salud
causado por el desastre de Chenobyl -escribe The Economist.
Inmediaramente
después del desastre, miles de mujeres embarazadas de Ucrania y
Bielorusia decidieron, o fueron persuadidas por los médicos, de
realizarse un aborto. La cantidad de abortos en esas dos naciones
Soviéticas durante 1986-97 fue igual a la tercera parte del total de
niños nacidos en la Europa Oriental. En algunas regiones la cantidad
de pérdidas naturales del embarazo dió un salto hasta el 25%. ¿Por
qué? Las mujeres tenían miedo de dar a luz a mutantes. Mientras
tanto, después del desastre, el número de niños nacidos con serios
defectos en Ucrania no ha aumentado -asegura el Dr. Herwig Paretzke,
del Instituto de Protección Radiológica en Munich
El SIGLO XX, UNA
CENTURIA DE DESASTRES
AÑO Tipo de
desastre Ubicación Muertos
1921 Explosión en
planta química Oppau (Alemania) 561
1942 Explosion de
polvo de carbón Mina Honkeiko (China) 1572
1947 Explosión de
Fertilizante Texas City (USA) 562
1956 Explosión de
Dinamita Cali (Colombia) 1100
1957 Incnedio de
Reactor Windscale (Gran Bretaña) 0
1959 Fallo en Dique
Fluvial Frejus (Francia) 421
1963 Derrame de
Dique (108 m3) Vaiont (Italia) 2600
1975 Explosión en
una mina Chasnala (India) 431
1976 Derrame
químico Seveso (Italia) 0
1979 Accidente en
planta de armas bio-químicas Novosibirsk (Rusia) 300
1979 Derretido
Núcleo de Reactor Three Mile Island (USA) 0
1984 Explosión de
gas natural Ciudad de México (México) 452
1984 Fuga de gas
tóxico Bhopal (India) aprox. 15.000
1986 Derretido
Núcleo de Reactor Chernobyl (Ucrania) 30
Por otro lado, el
aumento en la cantidad de niños nacidos con defectos genéticos ha
sido simplemente imposible -afirman los expertos del UNSCEAR. Aun
después de las más altas dosis de radiación incurridas por gente a
causa de las explosiones atómicas de Hiroshima y Nagasaki (cientos
de veces más altas que las dosis de Chernobyl y absorbidas en una
fracción de segundo), no se han observado desórdenes genéticos de
ninguna clase en los descendientes de los sobrevivientes de los
ataques nucleares en Japón.
El único impacto
sobre la salud, de la liberación de material radioactivo a la
atmósfera, pueden ser los 1800 casos de casos de cáncer de tiroides
en niños, registrados en Ucrania, Bielorusia y Rusia. Esta
evidencia, sin embargo, es algo dudosa. El cáncer de tiroides
inducido por radiación se desarrolla sin ser notado durante 6 a 9
años. Mientras tanto, el aumento de los casos se había notado ya
después de sólo un año desde el accidente. No se ha encontrado
ninguna correlación entre la exposición de niños a diversas dosis
de radiación y la incidencia de cánceres de tiroides. Los expertos
del UNSCEAR piensan que este aumento en la incidencia del cáncer
puede haber sido causada por otra cosa y no la radiación -por
ejemplo, por los llamados “cánceres mudos”. Tales cánceres no
presentan síntomas clínicos a lo largo de la vida del paciente.
Hasta la explosión de Chernobyl no se habían realizado exámenes de
este tipo en Ucrania, Bielorusia y Rusia, de tal modo los equipos
médicos de todas partes del mundo descubrieron sólo algo que
existía de manera independiente al desastre.
Tampoco se halló
entre los habitantes Polacos de la región oriental del país ningún
aumento en el cáncer de tiroides inducida por la radiación.
“Durante la noche del 28 al 29 de abril de 1986 fuí llamado al
comité Central del partido Obrero Polaco, como experto en asuntos de
contaminación radiológica,” recuerda el Profesor Zbigniew
Jaworowski. “Hicimos consultas secretas, pero aun los notables del
Partido no sabían qué estaba ocurriendo en Chernobyl. La Unión
Soviética impuso un bloqueo total a la información. Entonces,
basándome en el conocimiento de nuestras propias mediciones,
presenté algunos escenarios posibles. También propuse que se debía
administrar a los niños Lugol líquido (una solución de compuestos
estables de iodo, logísticamente más adecuado que las grageas de
ioduro de potasio) para proteger a la glándula tiroides contra la
absorción del iodo radioactivo.
Los Americanos nos
felicitaron por la ejecución efectiva de esta acción, pero hoy
estoy convencido de que esta acción fue innecesaria. Pero entonces,
en 1986, era la decisión correcta a la luz de la información que
teníamos, y por el aumento del aire contaminado que ingresaba a
Polonia. Pero el conocimiento actual de la contaminación de la
población de Polonia indica que el riesgo era mucho menor de lo que
creíamos entonces.”
En 11 días se
reubicaron 116.000 habitantes
de la vecindad de la
planta nuclear.
Zona Libre de
Contaminación, o cuánta tierra había sido
realmente degradada
por la explosión de Chernobyl
El área altamente
contaminada en la vecindad de la central nuclear de Chernobyl mide
apenas medio kilómetro cuadrado! Tal es la conclusión de los mapas
incluidos en el informe del UNSCEAR. Por otro lado, la mayor parte
del territorio que rodea a la planta no impone ningún riesgo para la
salud humana. ¿Por qué existe entonces un área despoblada de 30 km
alrededor de la central? ¿Por qué se han reubicado a los habitantes
de la ciudad de Prypiat? ¿Por qué esta ciudad permanece clausurada
hasta el día de hoy?
El reasentamiento
fue implementado velozmente y a una gran escala. En los primeros 11
días (desde el 27 de abril hasta el 7 de mayo de 1986) 116.000
personas fueron obligadas a cambiar su lugar de residencia. “La
decisión de la reubicación fue tomada sin atender la opinión de
los científicos Rusos, que sugerían que a la matoría de las
personas que vivían en las cercanías de la cen-tral nuclear debían
ser dejadas en su lugar,” dice Michael Waligórski, el jefe del
Departamento de Física de la Salud en el Centro de Oncología en
Cracovia, Polonia. “La gente reubicada no murió de dosis letales
de radiación, sino a causa de altos niveles de estrés. Nostros
observamos reacciones al estrés similares en Polonia, durante la
inundación de 1997. Mucha gente murió, no ahogadas, sino a causa de
ataques del corazón,” agrega Waligórski.
La ciudad de Prypiat
y una gran parte de la zona cerrada de 30 km alrededor de la central
son de hecho habitables! las mediciones radiológicas llevadas a cabo
por equipos internacionales muestran claramente que el nivel de
radiación en esta región no es dañina para los humanos. La dosis
promedio para las áreas contaminadas es de sólo 8 mSv por año, y
en las partes más contaminadas con material radioactivo -de 30 a 80
mSv. Cuartenta por ciento de esta dosis proviene del radón, un gas
noble liberado por el radio contenido en la corteza terrestre y en
los materiales de construcción. Todos los isótopos radioactivos
artificiales producidos por los ensayos de las armas nucleares, por
la energía nuclear, y por el accidente de Chernobyl, etc.,
contribuyen a la exposición de los habitantes de Polonia en 0,036
mSv anuales.
Cómo Chernoby llegó
a ser una mentira
Mientas las
autoridades Ucranianas estaba clausurando con solemnidad los últimos
reactores nucleares de chernoby en el 2000, la prensa, radio, y las
cadenas de televisión de todo el mundo estaban aún desparramando
las visiones Apocalípticas del desastre. En despachos de agencias
notociosas de Polonia, uno podía leer lo siguiente: “La cantidad
de víctimas en Ucrania de la explosión nuclear excedieron las
4.000, y 3,5 millones de personas sufren en diversos grados la
contaminación radioactiva. (…) Hasta el día de hoy no hat
información sobre el número de vidas tomadas por el desastre, que
varias fuentes estiman entre 15 y 30 mil.”
Los informes de la
TV mostraron otra vez la desierta ciudad de Prypiat, ubicada a una
docena de kilómetros de la central nuclear, y a los niños que
habían sido horriblemente deformados; recontando las trágicas
historias de los que fueron reubicados de la “zona de muerte de 30
km”, citaron a aquellos que se hallaron a ellos mismos entre “los
3,5 millones de personas afligidas por las consecuencias del
accidente” y: “¿Cuánto viviré, quizás en un año, o una
semana el doctor me dirá que tengo leucemia?”
Desde un principio,
los medios estaban promocionando una visión trágica y exagerada del
desastre. En mayo de 1986, la prensa de los EEUU informaba que la
explosión del reactor había matado a 80 personas de inmediato, que
otros 2000 más habian muerto camino de los hospitales, y que sus
cuerpos no eran enterrados en los cementerios sino en un lugar
llamado Pirogovo, donde existe un repositorio de residuos nucleares.
El gigantesco titular del New York Post anunciaba: “Tumba masiva
-en Kiev 15.000 cuerpos humanos son empujados por topadoras a los
pozos de basura”, mientras que el National Enquirer describía a
una gallina mutante de 2 metros de altura, capturada por cazadores en
los bosques cercanos a Cherobyl.
Lo interesante del
asunto es que historias igualmente absurdas aparecieron en la prensa
no sólo en tiempos en que las autoridades soviéticas impedían la
obtención de información confiable sobre el accidente, sino también
muchos años después. En 1990, el principal diario de Noruega,
Aftenposten publicó un largo artículo titulado “Chernobyl-Una
Pesadilla Constante.” Este artículo fue ilustrado son las fotos
tomadas por un fotógrafo Polaco llamado Wojciech Laski, mostrando a
dos niños con serios defectos congénitos (uno de ellos, con un solo
brazo), supuestamente causado por la radiación. Cinco años después,
el 13 de octubre de 1995, Reuters informó que 800 mil niños habían
sido afectados por las consecuencias del accidente de Dhernobyl, que
era “tan terrible como un ataque nuclear”.
Dosis Promedio de
Radiación Ionizante mSv/a
Causadas por el
Accidente de Chernobyl
Chernobyl (1992)
Prypiat (1992)
4.9
25
De fuentes naturales
(suelo, rocas)
Promedio en
Polonia 2.4
Estación Grand
Central Station en New York City 5.4
Kerala (India) 9
Una región en
Noruega 10
Una región en
Suecia 35
Guarapari
(Brazil) 37
Tamil Nadu
(India) 53
Una casa en Ramsar
(Iran) construida hace 100 años 89-132
Fuente: UNSCEAR,
Jovanovich, Sohrabi – Datos de 1993.
1) Prypiat – una
ciudad abandonada
2) Maria Pietrovna
Shovkuta regresó a Opatycha, 15 kilómetros de Chernobyl, un año
después del accidente. Ella no se queja de su salud, y come los
alimentos que cultiva en su tierra.
En octubre de 200,
la televisión Francesa mostró una película sobre el desastre
titulada “Chernobyl, una autopsia de la nube”. Los científicos
franceses protestaron contra este programa -las cartas al presidente
de la red de TV Francesa habían sido firmadas por los presidentes de
las sociedades científicas más prestigiosas en biofísica, medicina
nuclear y física nuclear. Dos años antes, científicos Polacos
enviaron cartas similares de protesta al Consejo Nacional de Radio y
Televisión. Esto fue motivado por la emisión de la documental
Inglesa “Igor-un niño de Chernobyl”. Los científicos polacos
declararon: “Esta película describe el caso de un niño con
defectos en las extremidades, que nació en las vecindades de Minsk,
en Bielorusia, dos años después del accidente de Chernobyl. En esta
documental se afirma repetidamente que las deformidades del niño
fueron causadas por la irradiación de polvo radioactivo. Los autores
del film declaran que anormalidades similares en el desarrollo
ocurrieron en un millón de niños en los territorios contaminados.
Toda esta información es simplemente una mentira.”
Los miedos a las
consecuencias del accidente cayeron en terreno receptivo -hasta se
puede decir que las malas noticias eran esperadas. “Principalmente,
era el resultado del miedo a la bomba atómica,” explica el
Profesor Kazimierz Obuchowski, del Instituto de Psicología de la
Academía de Bydgoszcz. “El desastre ocurrió en tiempos cuando el
conflicto entre las superpotecias nucleares todavía existía, y
varias organizaciones expusieron a viva voz sobre las consecuencias
de una guera atómica. La gente buscó la información que podría
respaldar sus temores -y sólo esa información fue considerada
creíble,” considera el profesor Obuchowski.
Chernobyl, un Mito
Lucrativo
¿Por qué se
explota tan laboriosamente al mito de Chernobyl? La respuesta es: 1)
el dinero; 2) el dinero y, 3) el dinero.
Ucrania y Bielorusia
heredaron una pesada carga de la Unión Soviética. Las autoridades
Soviéticas concedieron pensiones y privilegios sociales (equivalente
más o menos a una docena de dólares americanos) a unas 600.000
personas (consideradas como víctimas de la explosión). Se estima
que al día de hoy unas 3 millones de personas califican para recibir
algún tipo de privilegio a cuenta de “un permanente detrimento de
la salud causado por la radiación de Chernobyl.” Ningún político
se atrevería a retirar esos subsidios y privilegios. Hasta el año
2015, en una empobrecida Bielorusia, sólo los “pagos de alivio de
Chernobyl” suman $86.000 millones de dólares. A esto se deben
agregar los costos de los arreglos de seguridad para el reactor
arruinado.
La construcción del
supersarcófago (el actual de concreto está en mal estado) costará
$300 millones. Hasta la fecha, los Estados Unidos y la Europa
Occidental han transferido $800 millones para la eliminación de las
consecuencias del accidente; el Banco de Desarrollo y Reconstrucción
(EBDR) planea contribuir con 2.3 mil millones de euros. Kiev reclama
que, durante los próximos 20 años, afrontar los gastos de las
con-secuencias del accidente le costará $5 mil millones! En ucrania
se escucha a menudo que el vehemente reclamo de los políticos para
mayor apoyo financiero “para liquidación de las consecuencias del
desastre de Chernobyl”, tienen sus raíces en el hecho de que
alguna parte de este dinero irá para parchar los agu-jeros del
presupuesto del Estado y otro poco -quizás- a los bolsillos de los
burócratas.
El museo en Kiev
corrobora el Mito del accidente en Chernobyl.
Las fotos muestran a
las víctimas del desastre.
Así Chernobyl
todavía es presentado en los colores más oscuros posible. En 1996,
durante la sesión de la Agencia Internacional de Energía Atómica,
en Viena, el representante del Ministerio de Salud de Ucrania declaró
que hasta el día 2500 personas ya habían muerto por enfermedades
causadas por la explosión de Chernobyl. De acuerdo a esta
información, las fatalidades fueron causadas por cánceres,
enferemedades del sistema cardíaco y circulatorio, y desórdenes del
sistema nervioso. En 1995, este mismo ministerio informó en sus
partes de prensa que el accidente de Chernobyl había causado 125.000
muertes. Los expertos de la OMS (Organización Mundial de la Salud)
protestaron enérgicamente contra esta declaración.
Valeri Pistchikov,
quien monitorea en Ucrania las consecuencias del accidente de
Chernobyl, declaró recientemente en público que “los desórdenes
más frecuentes sufridos por la población de ucrania como resultado
de la explosión de la planta atómica, incluyen cáncer y varias
formas de enfer-medades que involucran a los sistemas nervioso,
digestivo, sanguíneo y respiratorio.” Por otra parte, Vladislav
Ostapienko, cabeza del Instituto para la medicina de Radiación de
Bielorusia, le dijo a Reuters que a causa de la explosión de
Chernobyl su país enfrenta una catástrofe demográfica: desde hace
algunos años se registran más muertes que nacimientos, y además
cada años nacen 2500 niños con defectos genéticos. Sin embargo,
Ostapienko no mencionó el hecho que un bajo demográfico se nota en
casi todo el territorio de la ex Unión Soviética, incluyendo su
parte Asiática. Además, tomando en cuenta la población en
Bielorusia, la cantidad de desórdenes genéticos serios entre los
recién nacidos debería ser cinco veces más elevada. Pero eso nada
tiene que ver con la radiación y en particular con Chernobyl: en
todas las poblaciones esos defectos de nacimiento se muestran en el
6% de la población.
Chernobyl, o la
mistificación más grande
del ecologismo
internacional
Desde el mismo
principio, el desastre de Chernobyl se convirtió en la principal
arma usada por las organizaciones ecologistas en su guerra contra la
energía nuclear. El accidente y sus supuestas horribles
consecuencias tendrían que ser una advertencia para todos aquellos
que planean la construcción de centrales nucleares. Esta campaña ha
sido exitosa -y mucho! En Alemania, el parlamento dominado por los
Social Demócratas y miembros del Partido Verde decidieron
desmantelar todas las estaciones nucleares de generación eléctrica.
En Francia, perviamente libre de la fobia antinuclear, los
ecologistas presentaron una demanda similar. Mientras tanto, los
ecologistas que llevan adelante tal feroz batalla contra las usinas
nucleares son acusados por el lobby nuclear de estar pagados por la
industria del gas y del petróleo, interesadas en cerrar las actuales
centrales nucleares y demorar la construcción de futuras plantas.
“La organización
ecologista Greenpeace dispone de más dinero que el presupuesto de
algunas naciones Africanas. ¿De dónde proviene este dinero?”,
pregunta el Profesor Lukasz Turski, del Centro de Física Teórica y
Colegio para Ciencias de la Academia Nacional de Ciencias en
Varsovia.”Greenpeace es una de las oranizaciones más fuertes que
luchan contra la energía nuclear,” reconoce el Profesor Ziemowid
Sujkowski, director del Intituto para Problemas Nucleares en
Varsovia. “Esta organización es bien conocida por sus muchas
acciones positivas en defensa del ambiente, pero está profundamente
equivocada en el caso de las plantas nucleares de generación de
electricidad. Quizás esa gente está siendo manipulada… Gente que
se autotitulan “ecologistas” no pueden ser sordos a todos los
argumentos racionales. La energía nuclear ejerce el menor de los
impactos sobre el ambiente, en contraste con las plantas que queman
carbón. El miedo a la radiación se enraiza principalmente en la
ignorancia. La radioactividad es asociada con algo misterioso y
extremadamente peligroso,”enfatiza el Profesor Sujkowski.
Las organizaciones
ecologistas, mientras que son muy ruidosas para hacer públicos
desastres en Ucrania, son reticentes para mencionar un accidente
similar que tuvo lugar en marzo de 1979 en Three Mile Island,
Pennsylvania, USA, y donde -como en Chernobyl- el núcleo del reactor
se derritió. Pero gracias a condiciones adecuadas de seguridad, no
se liberó a la atmósfera ninguna radioactividad peligrosa, nadie en
las proximidades sufrió consecuencias, y las dosis de radiación
obtenidas por una docena de operarios de la planta no fueron
perjudiciales para su salud. Así parece que el problema no está en
el combustible nuclear, sino en los sistemas de seguridad apropiados.
“Aun cuando la
explosión hubiese causado la muerte de varios miles de personas,
este no sería por cierto el peor desastre de la segunda parte del
Siglo 20,” considera el Profesor Turski. “¿Quién habló con
fuerza sobre las consecuencias del accidente ocurrido en 1984 en la
planta de pestici-das en Bhopal, India? En este evento se liberaron
al aire grandes cantidades de materiales fatal-mente tóxicos,
matando a más de 15.000 personas,” enfatiza el Profesor Turski.
“¿Cuántos miles de personas mueren anualmente a causa de los
contaminantes emitidos por las usinas que queman carbón?”
Entonces, ¿imponen
las centrales nucleares una amenaza real y mortal para el ambiente y
los seres humanos? Tales recelos y dudas no son apoyadas por la
información citada por los científicos. Quemar un millón de
toneladas de carbón (sin dispositivos de filtrado) libera al
atmósfera 20 toneladas de polvo, 25 toneladas de dióxido de azufre,
6 toneladas de óxidos de nitrógeno, y 20 mil toneladas de dióxido
de carbono. El efecto perjudicial de esas sustancias para la salud
humana es fácil de imaginar. En Polonia se queman anualmente 30
millones de toneladas de carbón en las estufas y cocinas hogareñas,
donde no existen filtros. En comparación, una planta nuclear de 1000
MW (todas las plantas convencionales de generación eléctrica en
Polonia suman 30.000 MW) genera solamente 30 toneladas anuales de
residuos nucleares radioactivos.
“Si toda la
energía eléctrica y de calor de la Gran Bretaña fuese producida
por centrales nuclea-res, todos los residuos radioactivos generados
por esas plantas podrían almacenarse en un área igual a un campo de
fútbol,” dice el profesor Turski. En su opinión, el problema de
los residus radioactivos no es más que otro mito, que es impulsado
para convencer a la gente de que las centrales nucleares son
perjudiciales. Tales residuos pueden ser perfectamente manejados de
la manera adecuada.
“Si nos
decidiésemos a obtener energía sólo de fuentes convencionales,
estas fuentes se agotarían rápidamente,” sostiene el Profesor
Sujkowski. “Sería tremendamente irresponsable. El agotamiento de
los recursos del petróleo no sólo significa la falta de combustible
para los hornos o los autos. ¿A partir de qué produciremos
plásticos y algunos textiles?” advierte el Profesor Sujkowski. “Si
la atmósfera que rodea a lo programas de generación eléctrica
nuclear, formadas por el tratamiento mitológico del accidente de
Chernobyl, no cambian rápidamente, entonces en unas pocas décadas
una congelada humanidad comenzará frenéticamente a construir
centrales nucleares,” afirma el Profesor Turski. “Y entonces
tendremos una real causa para temer, porque esas plantas serán
construidas a las apuradas y chapuceramente.”
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