El Fraude Bob Lazar
¡MENTIROSO,
MENTIROSO!
por Horacio Velmont
Cuando uno comienza
a investigar los misterios del mundo se enfrenta inevitablemente con
el engaño, del cual al principio no se da cuenta. En mi caso, quizás
como todos, empecé con los Ovnis, dando por sentado que se trataba
de máquinas tripuladas por extraterrestres que venían en grandes
cantidades a nuestro mundo, sea a estudiarnos como nosotros
estudiamos a los insectos, a recoger materiales, a abducirnos y por
qué no, a tomar contacto con los gobiernos para hacer pactos a
espaldas de los honestos ciudadanos.
El engaño se veía
reforzado porque el propio gobierno de Estados Unidos hacía todos
los esfuerzos para negar la existencia de extraterrestres en nuestro
planeta. ¿Cómo íbamos a saber que ésta era una trampa justamente
para hacer más creíble la existencia de los Ovnis?
Para que se entienda
a qué me refiero, supongamos que nuestro vecino hace todo lo posible
para ocultar lo que supuestamente tiene guardado en el garaje. Es
obvio que lo primero que uno piensa es que allí hay gato encerrado.
Pero resulta que el garaje está totalmente vacío, no tiene ningún
secreto, pero el vecino por alguna razón quiere que se piense que
allí tiene algún secreto. Tal vez lo haga para desviar la atención
y que nadie se preocupe por otras actividades ilegales que en verdad
realiza.
Este ejemplo, quizás
no muy brillante, explica las razones por las cuales el gobierno de
Estados Unidos hace tanta alharaca para ocultar la cuestión
extraterrestre, cuando en realidad no hay ninguna cuestión
extraterrestre, solo quiere que creamos que sí la hay. ¡Imposible
pensar algo más maquiavélico! Pero que resulta, resulta…
Con la cuestión
“extraterrestre” el gobierno estadounidense, o mejor dicho el
Gobierno Oculto, lo que busca es entretenernos, como el vecino del
ejemplo, mientras ellos conspiran a nuestras espaldas sin que no
demos cuenta, tan enfrascados como estamos en descifrar el “fenómeno
Ovni”.
Por supuesto que
también agregan los famosos círculos en los sembrados como medio de
desviar nuestra atención de los asuntos verdaderamente importantes.
El engaño se
completa con los supuestos investigadores que finalmente deciden
revelar la verdad de los “platillos volantes”: Es el caso de Bob
Lazar, un total fraude, al que le pagaron para que diga lo que dijo,
según me revelaran los profesores del Grupo Ruanel.
Yo no puedo menos
que confesar, si he de ser sincero, que voy de sorpresa en sorpresa
con estas revelaciones, porque yo había dado por cierto que lo que
Lazar había revelado era cierto.
Y antes de que me
olvide, también los profesores del Grupo Ruanel me avisaron que otro
de los “comprados” fue J.J. Benítez para que dijera lo que dijo
en su “Caballo de Troya”, un puro bluff. Naturalmente, si sus
libros se toman como una novela de entretenimiento, no hay nada que
objetarle, pero distinto es el caso si el autor insinúa que lo que
dice de la máquina del tiempo y otras historias puede ser verdad.
No somos los
únicos, sin embargo, que revelamos que Bob Lazar ha sido todo un
fraude, ya que acudiendo a la Red podrá comprobarse las sospechas
que se ciernen sobre él, en particular porque nada de lo que dijo
pudo ser comprobado.
Sus títulos, que
dijo tener, nunca aparecieron, y más sospechoso se hace cuando
acudió al subterfugio de explicar que el gobierno de Estados Unidos
había eliminado los archivos, agregando que su vida corría peligro.
Hubiera bastado para
corroborar que realmente poseía los títulos con que los exhibiera
sin necesidad de recurrir a ningún archivo. ¿Acaso cuando uno
obtiene un título no lo tiene guardado celosamente en su placard?
Cabe aclarar que no
estamos negando la existencia de extraterrestres en nuestro planeta,
pero sus visitas han sido esporádicas y salvo casos excepcionales no les
interesa tomar contacto con nosotros.
Ejemplo de Extraterrestres que vinieron son los ancestros de los negros de Jupiter, de los chinos de Venus y de Erks, que se destruyo, la raza roja
En otras hipótesis,
la presencia Ovni en nuestro espacio no se debió a extraterrestres
sino a terrestres. Son los casos, por ejemplo, del caso del Cabo
Valdés, el Incidente del Paso Dyatlov y, por supuesto, el Incidente
Roswell.
Aclarado que el caso
Bob Lazar es un total fraude, no hay mucho más para decir –
especialmente porque en la Red cualquiera puede profundizar sobre
este tema-, salvo reiterar que una vez más se comprueba el refrán
“la mentira tiene patas cortas”.
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