VESTIGIOS DE
ANTIGUAS CIUDADES SUBTERRÁNEAS
por Horacio Velmont
Los científicos que
han investigado estos fenómenos, que no solo se producen en Rusia
sino en todos los lugares del mundo, no aciertan ni por asomo a
vislumbrar su origen, cuando en realidad es muy sencillo si se
piensa que la Tierra no solo está habitada en su superficie sino en
enormes construcciones subterráneas ubicadas a centenares de metros
del suelo.
Desde ya que a la
fecha dichas ciudades han sido abandonadas y los hoyos, obviamente
respiraderos en algunos casos y salidas de naves espaciales (Ovnis)
en otros, se producen simplemente por movimientos geológicos
rutinarios que los ponen al descubierto.
¿Y éste es todo el
misterio? Pues sí, y lamentamos si la solución, para aquellos que
esperaban algo más espectacular, los ha frustrado… Bueno, nosotros
también esperábamos algo más, pero así son las cosas…
Naturalmente que nos
gustaría saber quiénes eran sus habitantes, por qué construyeron
ciudades en las profundidades del planeta y no en la superficie, si
tenían conexión con la civilización de la Tierra hueca, qué grado
de adelanto tenían, etc., etc.
Cuando consultamos
sobre este tema con Daniel, director del Grupo Ruanel, sobre este
fenómenos nos dijo lo siguiente: “Hubo civilizaciones que tenian
ciudades gigantes subterráneas, esos agujeros era respiraderos,
otros salidas de naves etc, habia de todo abajo, tipo bunkers, “áreas
51″ por llamarles asi, de todo, es complejo ponerme a decir cosa
por cosa qué había debajo… Recordemos que la Atlántida al final
de su ciclo era una civilización muy avanzada, infinitamente más
avanzada que lo que es Estados Unidos a la fecha… Los agujeros hoy
por hoy aparecen debido a sucesos geologicos de la corteza”.
Como siempre hay
excepciones (que son las que confirman la regla), en este caso de la
imagen (“cráter Patomskiy”), la formación tuvo otro origen,
revelándonos también Daniel que “lo que hizo ese cráter fue un
aparato, o algo por el estilo, metálico que cayó del “cielo”,
luego ha hecho una explosión y liberó por un tiempo, ahora ya no
tanto, alguna especie de gas que causa problemas cardíacos y
desorientación. Ovni no, pero sí algun tipo de sonda o algo por el
estilo que estaba girando en el espacio…”.
Bueno, esto es todo
lo que hemos podido averiguar sobre estos fenómenos, esperando, como
lo hacemos siempre, algún comentario revelador de los profesores del
Grupo Ruanel, que tan atentos son con nosotros en compartir sus
conocimientos.
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